MONSTRUOS: LA HISTORIA DE LYLE Y ERIK MENENDEZ
Una carta escrita por Erik Menéndez en 1988, donde detalla los abusos de su padre, ha salido a la luz y podría ser clave para un nuevo juicio. Esta revelación, que permaneció oculta durante años, reabre el debate sobre su condena y la verdadera historia detrás del crimen.
El caso de los hermanos Menéndez, condenados a cadena perpetua por el asesinato de sus padres en 1989, ha vuelto a captar la atención del público gracias a la serie de Netflix Monstruos: La Historia de Lyle y Erik Menendez. Este revival ha generado un renovado interés en el juicio y las circunstancias que llevaron a los jóvenes a cometer el crimen. Las impactantes revelaciones recientes han alimentado aún más el debate sobre su culpabilidad y las razones detrás de sus acciones, ya que tanto la serie como las declaraciones de sus abogados han planteado preguntas sobre si recibieron un juicio justo.
Recientemente, la hija de Erik Menéndez ya sorprendió a la opinión pública al ofrecer nuevas actualizaciones sobre el caso, mencionando la existencia de pruebas que podrían ser clave para la reconsideración de sus condenas. Ahora, ha salido a la luz una carta que Erik Menéndez escribió en 1988, dirigida a su primo Andy Cano. En esta carta, Erik describe los abusos sexuales que, según él, sufría a manos de su padre, José Menéndez, el reconocido ejecutivo musical.
En la carta, Erik escribió: "He estado tratando de evitar a papá. Todavía me pasa, Andy, pero ahora es peor para mí. Nunca sé cuándo va a pasar y me está volviendo loco. Todas las noches me quedo despierto pensando que podría venir". Este documento, descubierto en 2018 por su tía Marta Cano, hermana de José Menéndez, no fue presentado como evidencia durante los juicios originales, lo que ha generado controversia sobre su exclusión y el posible impacto que podría haber tenido en la defensa de los hermanos.
El abogado de los Menéndez ha señalado que esta carta es una prueba clave que respalda las declaraciones de abuso sexual que los hermanos hicieron en su defensa, algo que fue desestimado en el juicio, pero que podría probarse con esta carta. "El crimen fue homicidio involuntario, no asesinato", ha declarado, subrayando que los hermanos actuaron bajo el trauma y la desesperación provocados por años de abusos por parte de su padre.
Este nuevo descubrimiento está siendo revisado por la oficina del fiscal de Los Ángeles, que ha confirmado que están "manteniendo una mente abierta" respecto a la posibilidad de un nuevo juicio o una reconsideración de las condenas.