NÚMERO DE SERIE
Aliens, asesinos en serie, un motín en la cárcel… La quinta temporada regresará con sus últimos episodios dentro de tres meses. Estas son las 10 preguntas que nos tendrán que responder [con spoilers de la temporada]
Sabemos que los asesinos en Riverdale son más felices que McGuiver en un desguace. Da igual que el FBI vaya tras su pista que siempre se salen con la suya. Esta quinta temporada nos sorprendió con algo inaudito: en el segundo episodio descubrían que Charles era el asesino de pijos. ¿Eso significaba que ya no habría más sangre en Riverdale? ¡Ni en broma! Efectivamente, aparecen en el pantano los cadáveres de varias chicas desaparecidas tiempo atrás. ¿Podría estar detrás el padre de Betty o se trata de un nuevo serial killer? Encuentran una cintas en las que el padre de Betty explica que conocía a las chicas a través de una app de citas.
Tras su desaparición, su madre Alice se teme lo peor. Cada vez que aparece un cuerpo sin identificar en el pantano hay una posibilidad de que su hija sea la víctima. Sin embargo, Betty está convencida de que Polly ha sido secuestrada, y su teoría se hace más firme cuando es la misma Polly la que llama a casa pidiendo ayuda. Aunque van en su busca, la cabina de teléfonos desde la que ha llamado está destrozada, con restos de sangre. Un lugareño les explica a Betty (Lili Reinhart) y a Jughead que eso ya lo había visto antes, y que la culpa la tuvieron los “hombres polilla”, unos ¿alienígenas, ángeles? que llegaron a Riverdale en los años 50 para crear cierto caos.
“Estamos condenados a que nos persiga esta ciudad el resto de nuestras vidas”, decía Jughead (Cole Sprouse) al comienzo de la temporada. Lo que parece perseguir al flamante escritor es un recuerdo del pasado reprimido que se personifica en forma de alucinaciones. Obsesionado con los “hombres polilla”, Jughead cree ver un platillo volante sobre el Pop’s. En el restaurante donde ahora trabaja de camarero escondía uno de estos seres que Nana Rose había guardado en un barril. Si no era un OVNI, ¿quién se llevó el cuerpo de la supuesta criatura del espacio? Jughead acaba drogado para tener soltura a la hora de escribir y en su delirio cree ver alienígenas. De hecho, Tabitha, que le había esposado para que no se hiciera daño, encuentra sangre en las esposas y de Jughead ni rastro.
Betty lo está pasando francamente mal esta temporada (y cuándo si no). Su hermana ha desaparecido, sufre pesadillas tras haber sido secuestrada por el psicópata TBK (al estilo ‘El silencio de los corderos’, que ella es muy Clarice), ha acabado fatal con Glen, su compañero del FBI y ligue durante un tiempo, y su nuevo romance a escondidas con Archie ha acabado mal (aunque hayan quedado como amigos). Betty está sola ante el peligro, así que decide tomarse la justicia por su mano, defender a las prostitutas de los camioneros (sin que ellas se lo pidan) y finalmente disfrazarse como uno de ellos y lanzarse a la carretera en busca de su hermana. Una Juana de Arco que podría reencontrarse con algún trauma del pasado.
Sin andarse con mucha explicación, los herederos del imperio Blossom desaparecen de un plumazo envenenados y así es como Cheryl se hace dueña de imperio familiar. De regreso con las Vixens, a Cheryl no le sale bien su estratégico acercamiento a su ex Toni, y encima ve peligrar su negocio de jarabe de arce cuando Hiram envía a Regie a que queme sus bosques (para poder construir sin problema la autopista que facilite el acceso de más gente a sus futuros negocios). A Cheryl le hará falta más que rezar para enfrentarse a Hiram si quiere mantener su fortuna, y, sobre todo, eliminar la extraña creencia de que su familia es la portadora de una maldición por la que ella está condenada a estar sola.
Los guionistas no han sabido que hacer con Archie tras su vuelta de la guerra. Como el boxeo está más que agotado, Archie decide impartir clases en el instituto al tiempo que monta su propio cuerpo de bomberos sin él tener ni idea, aunque su abuelo sí lo era. A su vida regresa Jackson, que se siente ninguneado por la sociedad tras su regreso. Archie le salvó en una misión por la que ahora su coronel le quiere dar una medalla. Todo apunta a que dicha misión no fue bien liderada y se podían haber evitado los muertos, así que Archie, que se niega a ser condecorado por algo que huele mal, se enfrenta a un posible juicio militar. A falta de su padre, podría tener a su lado a su tío Frank, que escapa de la cárcel y que podría ser perdonado al haber ayudado a frenar el motín.
Todo ha ido tan deprisa que casi cuesta digerirlo. Kevin y Fangs que mantenían una relación abierta se comprometen y anuncian que criarán al hijo de Toni. En el mismo episodio, Kevin se echa para atrás ya que a una fiesta de la maquiavélica Cheryl de intercambio de llaveros acude un camionero con el que Kevin hacía cruising. Resulta que Kevin también esconde su propio trauma, al sentirse avergonzado desde pequeño por su físico. Si se reconcilian podríamos ver a la pareja y a Toni como una nueva familia, que sería lo suyo.
Glen reaparece en la vida de Betty no para ayudar a su familia a encontrar a Polly sino para destapar más situaciones sobre la tendencia criminal de los Cooper para su tesina. Betty que quiere evitarle disgustos innecesarios a su madre, se
encuentra con que Glen le hace creer que la sangre de la cabina es de Polly. Los hijos de esta, por cierto, se dedican en el colegio a empujar a sus amiguitos escaleras abajo. En una secuencia realmente apoteósica, Glen es amordazado por Charles –que fue compañero suyo en el FBI– y Chic, que han escapado de la cárcel. Betty participa en un macabro juego, en el que apuñala a Glen (unas pocas ganas habría) pero con la intención de atacar al tiempo a los otros dos ayudada por su madre. Glen le debe la vida, así que mejor le valdría dejar la tesina y ayudar a encontrar a Polly.
Chad es un poco como Hiram, un tipo manipulador, celoso y egoísta. Aunque Veronica en un principio decide instalarse de nuevo en Riverdale y ver cómo avanza la relación con lo que parece ser un clon de su padre, acaba por mudarse con Chad a Nueva York. Su intención era divorciarse de él, pues sigue enamorada de Archie, con el que reinicia su relación. Pero Chad le hace chantaje al ver unas fotos de los dos juntos: mejor tenerle como marido que como posible testigo en contra llegado algún juicio relacionado con sus negocios, no siempre transparentes.
Los tiras y afloja con su hija Veronica parecen no tener fin. El que fuera alcalde de Riverdale va de mal en peor tras la marcha de Hermione, su mujer (que se largó para protagonizar su propio reality). Ha encontrado en Regie a un aliado muy raro, ya que depende como le dé está con Hiram en sus retorcidas maniobras para hacerse con el pueblo de nuevo o apoya a los Bulldogs frente al equipo de su jefe, los Stallions. Con o sin Regie, el culpable del motín de la cárcel ha sido Hiram, es decir, que por su culpa Charles y Chic escaparon y casi matan a un agente del FBI. Si esto no tiene consecuencias ya no lo podría tener nada, pero sabiendo cómo se las gasta Hiram habrá que verlo.