'¿Quién es Anna?': Dónde está ahora la protagonista de la historia real, Anna Delvey
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El público americano, muy sabio y curtido en series de televisión, sabe lo que hace con su mando a distancia. Después de recibir la mayoría de estrenos de los upfronts con una cierta indiferencia (salvo alguna excepción), ha mostrado un indiscutible apoyo a ‘Empire’, una serie que sabe darle a su público lo que quiere. Un hecho que a ‘Empire’ le sale de forma natural y que otras series mueren en el intento de conseguirlo.
A priori 'Empire' tenía ingredientes para ser un éxito destacado, pero no para dar la vuelta al mundo y conseguir ser la primera ficción de las networks americanas. Los motivos son varios, pero sobre todo se debe a haber sabido rescatar el estilo de soap opera de los 80 y adaptarlo a lo más estereotipado de la comunidad negra. Nunca antes se había mostrado a una familia negra cometiendo crímenes, asesinando o conspirando de la forma en la que lo hacen los Lyon.
El otro gran acierto es el fantástico punto de partida, en la que el padre enfrenta a sus hijos para que hereden el imperio discográfico. Una adaptación del Rey Lear de Shakespeare que provoca la mayoría de conflictos de la serie y que sigue dando frutos desde que se estrenó el piloto el pasado mes de enero.
La segunda temporada muestra intacto el estilo de la serie y no ha metido ningún elemento extraño que cambie o la distancie un ápice de su peculiar base dramática. Además, consigue que sus excesos, que serían imperdonables en otras ficciones sean recibidos con aplausos. Un claro ejemplo es la caja con una cabeza cortada que recibe Cookie y que en vez de producir vergüenza ajena logra que ames aún más la serie. Las locuras y excesos en ‘Empire’ son siempre bienvenidos.
De momento tenemos por delante un buen número de canciones tan pegadizas como irrelevantes, apariciones estelares que esperamos con ganas (la mismísima Oprah Winfrey entre muchos otros) y más capítulos que en la primera temporada (18 episodios frente a los 12 de la temporada anterior). Con ‘Empire’ el público no necesita ni quiere engancharse a una serie nueva, algo que por otro lado no extraña a nadie que haya disfrutado a la familia Lyon en acción.