SENTIMIENTROS ENCONTRADOS
El actor Alfonso Ribeiro de El príncipe de Bel-Air asegura que su personaje más famoso fue "lo mejor y lo peor que me había pasado". Aunque hace tiempo que no le vemos en ninguna serie, sigue siendo un personaje público de la televisión norteamericana.
Carlton de El Príncipe de Bel-Air era el típico personaje payaso (en el buen sentido) que toda sitcom necesita para elevar el absurdo y el humor al máximo y Alfonso Ribeiro se entregó a la causa y lo dio todo. Pero después de aquella ficción, tuvo pocos trabajos memorables en cine o televisión.
Ahora, Ribeiro se ha sincerado sobre esa etapa por la que todo el mundo le recuerda. "Fue uno de los mejores papeles que tuve la suerte de interpretar, pero también fue el papel que me impidió volver a actuar porque la gente no podía verme como otra cosa. El sacrificio fue no tener más una carrera como actor", ha declarado sincero el actor.
"Siempre solía decir que hacer Carlton era lo mejor y lo peor que me había pasado", añadía. Es imposible no recordar la peculiar interpretación que hizo del ficticio primo de Will Smith en la serie cómica de los años noventa y, además, que no nos venga a la mente su icónico baile a continuación.
Si bien no es del todo cierto que nunca más trabajase como actor, solo ha participado desde entonces en proyectos más pequeños: alguna película para televisión, alguna serie que no cuajó o poniendo voz a algún proyecto animado. Por ejemplo, tras El Príncipe de Bel-Air, formó parte del elenco de otra sitcom In The House y además de una forma curiosa: hizo un cameo en la temporada 2 como Carlton, pero luego volvió como actor regular en la siguiente temporada y con un personaje diferente llamado Max. A pesar de que aquel título duraría hasta su sexta temporada, no tendría mucha relevancia y sería su último proyecto de largo recorrido en ficción. Más recientemente, dio vida a un fantasma en Los Muppets en Haunted Mansion.
Pero aunque aquí le tengamos la pista un poco perdida, Alfonso Ribeiro no ha desaparecido de la televisión anglosajona. En 2013 participó en el reality británico I'm a Celebrity... Get Me Out of Here! (un clásico formato de famosos en una isla) y al año siguiente haría lo propio en Dancing With The Stars en EEUU (el equivalente a Mira quién baila). Podría ser la carrera lógica de una estrella pasada de moda que acude a la televisión para sacarse un dinero y luego volver a desaparecer, pero a él le sirvió como una resurrección de su popularidad.
Ribeiro ganó Dancing With The Stars y se convirtió (de nuevo, y esta vez por él mismo y no por un personaje de ficción) en un rostro muy querido. Tanto que el canal del programa, ABC, le convirtió en el presentador de America's Funniest Home Videos y, después, también copresentador del propio programa de baile que había ganado. "Disfruto de ser presentador y estoy muy contento con ello. Pero sí, volvería a la interpretación si fuera con algo adecuado", dice sobre esta nueva faceta.
Sobre su tiempo en El príncipe de Bel-Air, a pesar de mencionarlo como un "sacrificio", afirma guardar buenos recuerdos. Preguntado por lo que más disfrutaba en aquel tiempo, señala que era "El reparto y pasar tiempo con ellos. Antes de cada episodio nos íbamos al camerino de Will Smith, tocábamos música, bailábamos y acumulábamos un montón de energía para luego hacer la serie. Tengo muchos buenos recuerdos de estar juntos".
Por lo demás, Alfonso Ribeiro, que ahora tiene 52 años, asegura estar orgulloso de sus hijos (tiene cuatro: uno con su primera esposa y otros tres con la segunda, con la que sigue casado) y se considera un buen marido. "Si no estoy con mi familia, estoy jugando al golf. Es mi único hobby", comenta.