BETTY VE TELENOVELAS
En estos días de hacer balance no puede faltar el recuerdo para aquellas parejas que a lo largo de los últimos meses consiguieron emocionarnos con sus relaciones.
En 2024 han sido varias las parejas que captaron nuestra atención. Algunas las vimos venir con mucha antelación, otras fueron toda una sorpresa. Algunas consiguieron comer perdices, otras se quedaron por el camino. Algunas rieron más que lloraron, otras sufrieron más las espinas que los pétalos. Pero, sin duda, todas ocupan un lugar muy especial en nuestro recuerdo y, también, en nuestro corazón
Ilgaz y Ceylin, protagonistas de Secretos de familia, vivieron un romance con incontables idas y vueltas. De hecho, llegaron a casarse en varias ocasiones y en circunstancias de lo más variadas.
Pero, a pesar de todas las vicisitudes que atravesaron, fueron el mejor ejemplo de cómo se va construyendo una relación en el día a día. Cuando se conocieron, eran como el agua y el aceite. Tenían dos personalidades totalmente opuestas. Él era el orden, la organización y la razón. Ella era la improvisación, la impulsividad y la emoción.
Sin embargo, poco a poco fueron acoplándose y demostraron que lo diferente puede ser compatible. Y, además, dejaron claro que juntos compensaban sus respectivas debilidades y se convertían en un bloque fuerte y sólido. Fueron un gran equipo profesional y, desde luego, formaron un gran matrimonio.
Durante 2024 también fuimos testigos privilegiados de cómo otras jóvenes parejas iniciaban o consolidaban sus relaciones.
Mención especial merecen Tuğçe y Efe. La hija de Eren y el fiscal recién llegado pasaron de ser compañeros de trabajo a ser compañeros de vida con gran naturalidad y justo es reconocer que a pesar de algunas miradas amenazadoras del inspector jefe. Y, por supuesto, hay que hacer mención expresa al comportamiento ejemplar que tuvo Efe después de que Tuğçe fuese violada.
Si hablamos de romances juveniles, en Hermanos tuvimos varios ejemplos y con variedad de características. Podríamos decir que Ömer y Süsen fueron los románticos. A pesar de los secretos y de las diferencias de sus modos de vida (ella era casi una princesa y él vivía en un gallinero), lo cierto es que consiguieron perdonarse, entenderse y apoyarse.
A la par que ellos se iban asentando como pareja, también vimos cómo Aybike y Berk iban consolidando una relación donde el romanticismo era casi un tema tabú, pero que, con algunos matices, fue de las más estables de la serie. Y eso que en esos inicios fue una de las más sorprendentes, al igual que también lo fueron las de Tolga y Yasmin o la de Sarp con Cansu.
Si ha habido una serie donde ha habido innumerables romances e incontables matrimonios esa ha sido Pecado original, donde también nos encontramos a la pareja más inesperada: la de Caner y Kumru. A él lo conocimos casi desde el principio y, salvo su bonita relación con Zhera, no fue muy afortunado en amores. A ella llegamos a aborrecerla por hacerse pasar por amiga de Yildiz cuando, en realidad, era la amante de su marido.
Sin embargo, sin saber muy bien cómo pasaron de meros conocidos a amigos y en base a esa amistad decidieron formar una familia para cuidar del bebé de ella y, finalmente, celebraron una de las bodas más especiales de toda la serie.
Pero, sin duda, también recordaremos Pecado original por aquellas parejas que nos emocionaron y que terminaron por desilusionarnos. A estas alturas aún nos seguimos preguntando por qué fracasó el matrimonio de Alihan y Zeynep.
Seguimos lamentando que Ender y Kaya no fueran capaces de conseguir que lo que los unía fuera más fuerte que lo que los separaba, ya fuera Sahika o Londres. Seguimos sufriendo por la mala suerte de Yildiz de quedarse viuda justo cuando había encontrado al hombre de su vida.
Eso sí, la pareja por la que más lágrimas derramamos fue la de Doruk y Asiye en Hermanos. El suyo fue el romance más especial de toda la serie. Eran el príncipe azul y la cenicienta. Tuvieron sus baches, pero fueron madurando juntos hasta que el destino y los guionistas decidieron darles (y darnos) un golpe demoledor. Primero compartimos el dolor de Asiye por la muerte de Doruk y después tuvimos que llorar nosotros el fallecimiento de ella.
Por lo tanto, este año hemos podido compartir la felicidad de algunas de nuestras parejas favoritas y también hemos tenido que lamentar que algunas no pudiesen celebrar el happy end que a nosotros nos gustaría.