ROSA DOHERTY
Tras la muerte de Shannen Doherty en julio de 2024, ahora su madre Rosa ha hablado sobre lo que ha supuesto su pérdida junto al mejor amigo de la actriz de Embrujadas, Chris Cortazzo.
Shannen Doherty falleció el pasado 13 de julio a los 53 años después de años padeciendo cáncer. Ahora, su madre, Rosa, ha roto su silencio sobre lo que ha supuesto para ella perder a su hija y cómo vivió sus últimos días.
Rosa Doherty ha hablado junto al mejor amigo de la actriz de Sensación de vivir, Chris Cortazzo, en el último episodio del podcast de Shannen Let's Be Clear, el podcast de la intérprete.
"Somos muy afortunados de tener todos [estos recuerdos] y es como... te dan mucha felicidad y pero también... en cualquier momento, puedo romperme porque es una gran pérdida", empieza diciendo
"Es una gran pérdida. Y, ya lo he dicho antes. Un padre nunca debería vivir más que un hijo. Un hijo nunca debería morir antes que un padre".
"Son cosas que no podemos controlar. Mi fe me dice que todo está en manos de Dios. Así se sentía Shannen y así vivía su vida. Yo le decía: ¿No tienes miedo de hacer esto? Ella decía: Pasará lo que tenga que pasar. Sólo tengo que ser inteligente y tomar las precauciones que deba tomar, y luego está en manos de Dios", recuerda Rosa sobre la actitud que tomó ante su enfermedad: "Y así vivió su vida".
"Con el cáncer, quiero decir, ella luchó esta batalla y luchó muy duro y luchó mucho, gran parte de eso fue con su fe. Y ella dice: Simplemente tengo fe en que estoy haciendo lo que tengo que hacer", apunta.
Para después Cortazzo coger la palabra y decir que Shannen fue "una verdadera guerrera durante todo el proceso": "Luchó muy duro. De hecho, nunca pensé que se fuera a morir. Todavía no puedo creerlo, pero nunca se quejó".
"Ella no quería la compasión de nadie. Nunca había visto algo así en mi vida. Ella era de otra raza", comenta su amigo sobre la fortaleza que siempre mostró.
Además la madre de Doherty ha revelado el regaloque fue para ella poder estar a su lado en sus últimos momento: "Ella se me acercó, me trasladó a una habitación más cercana a la suya y finalmente ella me dijo una noche mamá, ¿quieres dormir conmigo?".
"Fue un regalo tan grande para mí estar junto a ella esas últimas semanas. Es como si pudiera quedarme ahí. Podía oírla respirar y podía sentirla. Es como un regalo que ella me dio que me pidiera dormir con ella. Fue el regalo que ella me dio".
"Todavía no podía aceptarlo", comenta Cortazzo. A lo que Rosa Doherty asiente y dice que "sí". "Fue lo más extraño. Mamá Rosa no podía aceptarlo", terminan.