¿Marvel o Juego de Tronos? Emilia Clarke decide cuál es su universo favorito
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Cuatro superhéroes por uno. Al estilo de los mosqueteros, 'The Defenders' será el crossover que una a los cuatro protagonistas basados en los cómics de Marvel de Netflix. Ya conocemos a 'Daredevil', a 'Jessica Jones' y a 'Luke Cage'. Ahora le toca el turno a 'Iron Fist', que luchará contra los villanos de Nueva York con su "puño de hierro" y su habilidad con el kung-fu.
A diferencia de sus predecesores, Danny Rand, interpretado por Finn Jones –Loras en 'Juego de Tronos'–, no vive en Manhattan cuando arranca la trama. De niño viajó junto a sus padres en avión a Asia y nunca más se supo. Sus allegados le dieron por muerto tras sufrir, supuestamente, un accidente, algo que se nos explica a modo de flashbacks. A muchos fans de 'Arrow' o de 'Batman Begins' esta historia les sonará a algo, pues Danny sobrevivió, quedando al cuidado de los monjes de K’un Lun que le enseñaron la mística de las artes marciales.
'Iron Fist' intenta desmarcarse en muchos aspectos de sus predecesoras. En 'Daredevil' se nos revela desde el principio que Matt Murdock pierde la vista por un accidente en el que le salvó la vida a un desconocido. En 'Iron Fist' el goteo de información sobre la tragedia personal de Danny Rand se intercala en el primer episodio hasta una confesión final de lo ocurrido. Tampoco cuenta con una voz en off como 'Jessica Jones' que nos analice su comportamiento, sus motivaciones. Sólo sabemos que 'Iron Fist' juega en otra liga, más espiritual, por sus visiones y experiencias extrasensoriales. Un tatuaje mágico con forma de dragón le relaciona con esos poderes sobrehumanos.
Al final de 'Luke Cage', el personaje de Rosario Dawson, atemorizada por los acontecimientos en los que casi se juega la vida, se fija en un anuncio de una escuela de artes marciales. Éste es una de esas claves (o easter eggs) que nos adelantaron de 'Iron Fist' en el universo creado por Netflix. Si de algo sabe Danny Rand es de autodefensa y será en esa escuela donde conozca a su compañera en 'Iron Fist', Colleen –Jessica Henwick, curiosamente, una de las Serpientes de Arena de 'Juego de Tronos'–. Ambos actores han revelado en entrevistas que la química entre ellos es perfecta gracias a que se conocían de antes, aunque en el primer episodio nos quedamos con ganas de verlos interactuar. 'Iron Fist' también tendrá que vérselas con el villano de la historia, Harold Meachum, un tipo al que se relaciona con una organización llamada La Mano, responsable de los numerosos ninjas que vimos en la segunda temporada de 'Daredevil'.
Conocimos a Daredevil machacando a unos tipos que traficaban con mujeres, en uno de esos muelles aislados y oscuros donde nada bueno puede pasar. O a Jessica Jones dándole su merecido a uno de sus clientes en su destartalada agencia de detectives, muy al estilo film noir. Son personajes que atacan al adversario, que no dan tregua. Iron Fist se acerca más, en el tono, a Luke Cage, pues como éste Iron Fist es un tipo tranquilo, que no quiere meterse en problemas, que, a lo sumo, se defiende, pero no busca confrontaciones. Esto hace que, como en 'Luke Cage', se ralentice la acción, algo que uno no espera de una serie que tiene en las artes marciales su principal atractivo.
Danny Rand llega a la empresa que, supuestamente, es suya, buscando respuestas 15 años después de su desaparición. El escenario no es el bufete de 'Daredevil' o la agencia de detectives de 'Jessica Jones' o la barbería/restaurante donde trabaja 'Luke Cage'. Danny Rand no tiene trabajo, parece un homeless por su aspecto, es el único de los cuatro que carece de una tapadera. Y, por supuesto, le falta la picardía que da vivir en una ciudad violenta.
Jessica Jones reconoce que “la gente es mala” y que por eso evita relacionarse con la gente. Todo lo contrario a Iron Fist, que confía, que no entiende por qué nadie le cree cuando asegura ser Danny Rand, el propietario legal de la compañía. En efecto, la trama interesante de 'Iron Fist' se trata desde las alturas de una multinacional, a plena luz del día, en el corazón de Manhattan. Nada de barrios ghetto de Harlem o de trapicheos en los muelles o de sucios callejones en Hell’s Kitchen. 'Iron Fist' viene a destapar las mentiras de una empresa que cotiza en bolsa.
Su arma es el puño de hierro, que aún no desarrolla en el primer episodio (tampoco veremos al dragón, según han adelantado los creadores de la serie, pero a saber). 'Iron Fist' tiene la habilidad de moverse con agilidad, de usar las artes marciales como autodefensa sin llegar a matar a su combatiente. También posee como un sexto sentido que le hace hermanarse con la naturaleza a un nivel espiritual. A nivel visual, sus escenas de lucha no son tan impactantes como las de Elektra en 'Daredevil', por ejemplo. Supongo que a medida que avance la serie se pulirán las coreografías. Necesitamos a un Iron Fist más cañero, más del estilo de Bruce Lee. A no ser que dejen “la furia del dragón” para la futura 'The Defenders'.
'Iron Fist' se puede ver desde el viernes 17 de marzo en Netflix. 'The Defenders' se estrenará en verano.