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Los Hermanos Eren, parte de nuestra familia durante 2 años: todo lo que nos han dado en su aniversario en Antena 3

Hace dos años que Antena 3 estrenó la serie Hermanos y en este tiempo hemos compartido con sus protagonistas sus alegrías y sus penas, lo que ha convertido a los Eren en parte de la familia de cada telespectador.

Era el 26 de junio de 2022 cuando a las pantallas españolas llegaba Hermanos, con una familia turca compuesta por un matrimonio y sus cuatro hijos: Kadir, Asiye, Ömer y Emel. Cuando aún estábamos intentando memorizar sus nombres, asistimos a las trágicas muertes de los padres y esas primeras lágrimas compartidas con los hermanos Eren crearon un vínculo que sigue plenamente vigente y más sólido que nunca dos años después.

A lo largo de este tiempo hemos estado junto a ellos en sus momentos más dramáticos y dolorosos; en las contadas alegrías que han vivido; en las tristes visitas al cementerio; en las incontables consultas médicas e ingresos hospitalarios; en sus progresos académicos; en su inestabilidad laboral…

Es decir, hemos compartido una vida con ellos. Tal y como hacen las familias.

Los hermanos Eren | Antena 3

El acompañamiento en el duelo

Dicen que descubrimos quién nos quiere en los momentos más amargos de la vida. Para las fiestas, todo el mundo se apunta; pero muchos esquivan las lágrimas.

A estas alturas de la serie todos tenemos claro que la existencia de los Eren está marcada por la tragedia, el drama, la desesperación y la angustia. Enterraron a sus padres y a su hermano mayor. Han cambiado su hogar familiar por un gallinero. Han despedido a algunos de sus amigos más queridos. Han pasado hambre y frío. Han enfermado en numerosas ocasiones. Han pasado de adolescentes a adultos sin ningún tipo de transición o preparación.

Tal vez no sirva ni de ayuda ni de consuelo, pero, al margen de la mala suerte que parece acompañarles, durante todas sus vicisitudes han contado con el apoyo, el cariño y la solidaridad emocional de toda la audiencia.

Porque nosotros también lloramos a Kadir. Nosotros también extrañamos a Doruk. Nosotros también nos preocupamos por la salud de Emel. Nosotros también nos enfadamos cuando los despiden injustamente. Nosotros también nos desesperamos cuando los desprecian. Nosotros también nos angustiamos cuando no tienen nada que poner encima de la mesa. Nosotros también nos inquietamos cuando están en la sala de urgencias de un hospital. Nosotros también nos emocionamos cuando se abrazan buscando consuelo a su desesperación.

¿Por qué? Porque es lo que nos sucede cuando nuestros familiares viven malos tiempos y los Eren son ya parte de nuestra familia.

Alegrías compartidas

Aunque resulte difícil de creer, con los Eren también hemos pasado buenos momentos.

Süsen y Ömer en Hermanos | Antena 3

Cada vez que conseguían reunir algo de dinero y se daban algún pequeño capricho como ir a comer fuera del gallinero. Hasta nosotros éramos capaces de disfrutar del menú correspondiente. Cada vez que se permitían huir de sus problemas cotidianos y se comportaban como simples adolescentes descubriendo sus primeros amores. Las primeras canciones de Asiye y Doruk. Los primeros paseos de Ömer y Susën. Las primeras discusiones románticas de Aybique y Berk. Cada vez que Emel dejaba de sentirse una carga y actuaba como la niña que es disfrutando feliz de un nuevo juguete o descubriendo lo bonito que es tener una amiga como Bahar. Cada vez que Ogulcan encuentra la frase más ocurrente e ingeniosa en el peor momento para arrancarnos una sonrisa y destensar la situación.

Quizá sea precisamente porque son pocos los buenos momentos que han vivido la razón por la que los disfrutamos tanto. Porque los Eren se merecen ser felices.

Ovejas negras

Y si en todas las familias hay momentos de miel y momentos de hiel, también en todas ellas existen las correspondientes ovejas negras. Esto es, el integrante que todos queremos esquivar, pero que no podemos evitar.

En el caso de los Eren, podemos recordar a aquellos tíos de los que nunca más supimos, pero a los que nunca perdonaremos que no mostraran ningún interés por hacerse cargo de sus sobrinos en apuros.

Sarp | Antena 3

Y, por supuesto, capítulo especial merecen los otros hermanos de Ömer. Si Harika nos parecía un dolor de cabeza con sus caprichos y su egoísmo, Sarp ha superado todas las expectativas.

Eso sí, tampoco podemos pasar por alto a Sengül, que, según tenga el día (o la cartera) es la más atenta y cariñosa de las tías o se dedica a vender sobrinas.

Familia por elección

Lo bueno es que, al margen de algún que otro elemento discordante, Ömer ha tenido bastante suerte con la familia biológica que fue encontrando en este tiempo. Tras unos inicios titubeantes, parece que Suzan ha conseguido conectar su instinto maternal con su hijo mayor, Sevgi fue la mejor de las abuelas y Ahmet intentó, a su manera, ser un buen padre.

Pero los Eren son, por encima de todo, ricos en familiares por elección. Es decir, son muy afortunados con los amigos que se han ido sumando al Team Gallinero como Tolga, Berk, Elif…

Y, por supuesto, Akif Atakül, un personaje tan contradictorio como imprescindible. Akif fue el causante inicial de las desgracias de los Eren, pero, sin embargo, con el paso del tiempo se ha convertido en el protector de los muchachos.

Podría decirse también que es una personalidad que se da en todas las familias. Va permanentemente a su aire, vive por y para sus intereses, pero cuando hay un problema o una crisis, es de los primeros en hacer acto de presencia. Y ese es Akif Atakül. Siempre piensa primero en sí mismo, pero también arrima el hombro cuando hace falta para ayudar.

Las vidas cambian

Y, como en la vida real, hay personas que van y vienen. Personas a las que seguimos extrañando por mucho tiempo que pase, como Melissa. Personas de las que nos preguntamos qué habrá pasado con ellas, como Harika. Personas a las que no queremos volver a ver como Gönül. Personas a las que prácticamente hemos olvidado, como aquel vecino aspirante a novio de Asiye.

Y hay otras personas que llegan y van haciéndose un hueco poco a poco como Ayaz, Süreyya o Elif.

Además, incluso los viejos conocidos no son como eran en cuando los conocimos. Todos cambiamos. Todos evolucionamos. Akif no es el que era. Nebahat no es la que era. Ayla no es la que era. Tolga no es el que era. Berk no es el que era.

Akif | Antena 3

Y una de las claves de las familias es que nos aceptamos unos a otros como somos, nos adaptamos inconscientemente a los cambios que se van produciendo a lo largo de la vida y, por supuesto, hay diferentes niveles de cariño, aprecio y confianza.

Nosotros aceptamos a los personajes de Hermanos tal y como son. A unos los queremos más. A otros los queremos menos. Con unos compartiríamos piso sin problema. Con otros no nos subiríamos ni al autobús. De unos admiramos su generosidad y madurez. De otros, censuramos su egoísmo.

Los Eren y la audiencia hemos llorado y reído juntos. Nos hemos emocionado y enfadado juntos. En definitiva, hemos formado una familia muy especial donde la pantalla une mucho más que separa.