BETTY VE TELENOVELAS
'Hercai' se nos presentó como una historia de amor nacida de una venganza y en esa evolución ha habido muchos personajes que han sido determinantes tanto en los buenos momentos como en los más dramáticos. Pero, si algo hemos comprobado en esta serie, es que no podemos dar absolutamente nada por sentado. Los enemigos acérrimos pueden convertirse en amigos íntimos y los aliados de toda la vida pueden traicionarse a la mínima oportunidad. Es más, en 'Hercai' ni siquiera los cementerios se salvan de los cuestionamientos y las dudas. Ha habido varios personajes que han ‘resucitado’ para cambiarlo todo.
Una de las muertes claves de esta historia fue precisamente la que no vimos: la de Dilsah. La de la madre de Miran. La del gran amor de Hazar. La de la nuera de Azize.
El rencor alimentado durante años de Miran hacia el hombre que presuntamente mató a su madre fue el punto de partida de todo cuanto vino después.
Por más intentos que hiciera Miran por arrinconar su dolor, por más que intentara ver a Hazar solo como su suegro y no como el asesino de su madre, era casi imposible borrar 20 años de intrigas y manipulación. Como suele decirse, si una mentira se repite muchas veces acaba por convertirse en verdad y Azize fue una maestra de la reiteración constante y permanente.
Afortunadamente Miran pudo llegar a la verdad. Por sus propios medios llegó a la conclusión de que Hazar nunca hubiera hecho daño a su madre y, cortesía de Fusum, descubrió que ese hombre al que tanto había odiado era, en realidad, su padre.
Sin embargo, la gran revelación aún estaba por llegar. La verdad más insospechada aún no había salido a la luz. Y, pese a hacerlo en medio de una inhóspita y solitaria carretera, el impacto en la audiencia y en los personajes de 'Hercai' fue brutal.
Miran se llevó la sorpresa de su vida, aunque le costó muchas lágrimas y mucha desesperación establecer la conexión madre – hijo. Hazar ha recuperado la sonrisa, aunque ha tenido que superar algunos altibajos con Zhera.
Sin embargo, al final, para quien ha tenido más impacto la 'resurrección' de Dilsah ha sido para Reyyan. Al principio todo era de color de rosa. Reyyan ejerció de perfecta mediadora entre su marido y su suegra. Sin embargo, la inestabilidad emocional de Dilsah ha derivado en un profundo resentimiento y rechazo hacia su nuera, lo que genera una tensión nada recomendable en el nuevo hogar de los #ReyMir. Ahora mismo Reyyan debería poner todo su empeño y su esfuerzo en su embarazo y no en lidiar con los fantasmas que su suegra ve por todas partes.
La aparición de Dilsah fue uno de los momentos más alegres y emotivos de toda esta historia. Sin embargo, esa felicidad inicial ha derivado en una profunda preocupación. El comprensible odio de Dilsah hacia Azize puede ser una nueva fuente de problemas justo cuando más tranquilidad necesitan tanto Miran como Reyyan.
Otra aparición estelar fue la de Aslan, el 'fallecido' hijo de Sultan y hermano de Gönul. La entrada en escena de Aslan fue la más misteriosa. Conocimos antes su letra y su calzado que su rostro y su identidad.
Aslan, y sus cómplices, fueron los mejores aliados de Reyyan y Miran en su búsqueda de la verdad. Las miguitas de pan, en formato notas, que les fueron dejando ayudaron al matrimonio a encontrar las respuestas a las incontables preguntas que los atormentaban.
Hasta aquí Aslan fue la solución a muchos problemas. Pero hubo un momento en el que la solución derivó en problema, justo cuando cruzó la única línea que nunca debió atravesar.
Sus sentimientos hacia Reyyan lo convirtieron en un peligro para todos y, sobre todo, para él mismo porque le impedía ver la realidad tal cual era. Es más, aquella obsesión enfermiza provocó que perdiera todo aquello que había conseguido: recuperar a su familia y vengarse de Azize.
Desde el primer momento Azize ha sido un personaje clave en ‘Hercai’. Era la gran ideóloga de la mayor de las venganzas. Ella tenía muy claro que la venganza es un plato que debe servirse frío y esperó 20 largos años para llevar a cabo su meditado, estudiado y analizado plan. Tuvo tiempo de sobra para preparar cada movimiento, para prever cada reacción, para diseñar la mejor estrategia.
Azize ha estado más de una vez cerca de la muerte, por lo que en su caso más que de resurrección habría que hablar de renacimiento. Aunque llevábamos un tiempo intuyéndolo, nos costó encajar todas las piezas del puzzle para certificar que la malvada Azize, la villana oficial de esta historia, era, en realidad, Aize, el gran amor de Nasuh.
Y, aunque nada justifica los deleznables actos de Azize, conocer su historia y el origen de su odio nos ayuda, al menos, a comprender cómo es posible que una humilde muchacha pudiera haberse convertido en un monstruo.
Ahora Azize está intentando enmendar todos los errores que cometió. Y son innumerables. Es más, no se cansa de repetir una y otra vez que quiere ser Aize. Es como si los últimos secretos revelados hubieran supuesto la muerte de Azize y la resurrección de Aize. El tiempo dirá si su reconversión es verdadera y duradera o si, en realidad, estamos ante el enésimo plan de la astuta Azize.
Si la verdadera identidad de Azize fue algo que se nos fue insinuando poco a poco, en el caso de Hazar, la sorpresa fue mayúscula. Es más, la revelación de su verdadera identidad fue casi más impactante que la resurrección de Dilsah.
Hazar resultó ser aquel bebé que había muerto en el incendio de la finca de los Sadoglu y que provocó la conversión de Aize en Azize. Y esa ‘resurrección’ fue como un cataclismo para todos los personajes.
Para Azize que, por primera vez, sintió el peso de su conciencia cuando comprendió que estuvo a punto de provocar que su nieto matase a su hijo. Para Miran que después de haber hecho la larga travesía de idolatrar a odiar a Azize se encontraba con que la mujer que destrozó su vida resultó ser su verdadera abuela. Para Cihan que comprendió de una vez por qué nunca fue tan querido y respetado por su padre como su hermano.
Pero, sobre todo, para Hazar, incapaz de asimilar que la mujer que tanto daño le hizo a su familia era, en realidad, su madre. Azize, con la incansable ayuda de Nasuh, intenta de una y mil formas conseguir el perdón de su hijo, pero Hazar por ahora permanece impasible. ¿Llegará el día en que pueda ver a su peor enemiga como su madre?
Y aún quedaba una nueva aparición por hacer acto de presencia. Entre los múltiples secretos de Füsum, estaba el hecho de haber sido madre de una niña que murió. Pero, entre los múltiples secretos de Azize, está el haberle entregado una niña a Dilsah para intentar mitigar el dolor por creer muerto a Miran. Y, obviamente, ambas niñas eran la misma niña: Azra.
Si descubrir que Miran tenía una hermana ya fue sorprendente, descubrir que esa hermana era hija de su actual peor enemiga ha sido difícil de digerir. Aunque sorprendentemente, Miran ha reaccionado con bastante mesura. Nadie mejor que él comprende lo difícil que es asimilar una nueva identidad.
En definitiva, todo puede pasar en 'Hercai'. En otras series turcas lo que nos inquieta y sorprende suelen ser las muertes de personajes claves, pero en este caso lo que provoca un mayor impacto en la audiencia son aquellos personajes que todos creíamos muertos y que, de repente, irrumpen en escena complicando aún más esa historia de amor nacida de una venganza.