MOMENTO COMPLICADOS
Desde actores que temían perder un papel que les podía convertir en famosos a estrellas que quisieron proteger una producción en la que trabajaban.
Las películas y series pueden llegar a costar un buen puñado de millones de euros, así que cualquier contratiempo que paralice el plan de rodaje supone una pérdida de dinero que, en función del tiempo y las condiciones, puede llegar incluso a ser catastrófica para la producción. Es por ello que los actores al frente suelen sentir mucha presión y responsabilidad por acabar todo según el calendario estipulado, hasta tal punto que algunos, incluso, han llegado a ocultar un problema de salud o lesión bien por no causar problemas al equipo o bien por proteger su trabajo. Os contamos algunos casos.
La primera película que nos ocupa se llama, paradójicamente, 'Herida' y fue el debut de Halle Berry como directora, además de protagonizar la cinta. En ella interpreta a una luchadora de la UFC caída en desgracia y realiza ante la cámara escenas de pelea contra la luchadora real Valentina Shevchenko. Durante el entrenamiento, que duró aproximadamente dos años, Berry se lesionó las costillas, pero decidió seguir con el proyecto a pesar de todo. "Hubo un momento en el que pensé: podemos parar y puedo curarme o puedo seguir y luchar. (...) Es posible que nunca haya otra oportunidad. Si pierdo la financiación ahora, es posible que nunca vuelva a conseguir el dinero. Así que pensé: No se lo voy a decir a nadie", contó la actriz en una entrevista a Sports Illustrated.
El protagonista de 'Riverdale', KJ Apa, se lesionó en el set de rodaje de esta exitosa serie juvenil, aunque no informó a nadie. Ocurrió en la segunda temporada en una escena en la que tenía que dar un golpe sobre un trozo de hielo, según contó en 2017 a TVLine: "Realmente no estaba golpeando el hielo, pero me vine arriba. Estaba golpeando una colchoneta de espuma sobre el hielo... Hacía frío, así que no lo noté. Me di cuenta 20 minutos después que me que me había roto la mano. No se lo dije a nadie". ¿Por qué lo ocultó? Quién lo sabe.
Carrie-Anne Moss se hizo mundialmente conocida gracias a su papel de Trinity en 'Matrix' y fue precisamente en el rodaje de aquella cinta cuando se lesionó. Según contó después, la actriz, que en aquel momento era prácticamente una desconocida, pensó que si lo contaba era muy posible que la reemplazasen por otra actriz y perdería no solo ese trabajo sino una oportunidad que creía muy buena. Lo comunicó a los productores cuando ya habían terminado las grabaciones. Curiosamente, cuatro años después, se lesionó durante los entrenamientos de 'The Matrix Revolutions'. Desde luego, fue un papel que le dio alegrías y problemas.
A Ben Barnes le hemos visto en las series 'The Punisher', 'Sombra y hueso' y, más recientemente, en la sexta temporada de 'Black Mirror', pero la serie que le dio la fama fue 'Westworld'. Y en ella, vivió una situación similar a la de Carrie-Anne Moss en 'Matrix', ocultando una lesión por miedo a perder el papel. Lo suyo tuvo más mala pata, porque ni siquiera le pasó rodando, sino que se hizo daño en el pie al salir del taxi del aeropuerto que le llevaba al rodaje. Lo contó más adelante en una ronda de preguntas y respuestas sobre la serie: "Hacía esa especie de cojera de vaquero, que luego intenté mantener un año entero fingiendo que era una elección interpretativa, pero en realidad tenía el pie morado".
Y hablando de personajes que te hacen famoso a nivel mundial, para Emilia Clarke ese fue, por supuesto, el de Daenerys Targaryen en 'Juego de tronos'. Tras un primer año donde todo iba viento en popa, sufrió un duro problema médico, una hemorragia cerebral por la que tuvo que ser hospitalizada y que le produjo graves problemas de memoria. Sin embargo, lo ocultó hasta el final de la serie, tal y como reveló en el libro 'Fire Cannot Kill a Dragon' del periodista Janes Hibberd que desgranaba la intrahistoria de la popular ficción de HBO. De forma casi milagrosa, Clarke pudo volver al rodaje, no sin tener que lidiar con los efectos secundarios de su problema, que no conocían ni los productores ni sus compañeros.
La actriz británica a la que hemos visto en películas como 'Elizabeth: la edad de oro' o 'La ballena', además de en 'The Walking Dead', vivió unos años muy duros en el pasado. Ya era bastante conocida cuando, en 2006, tuvo un accidente en su casa, al ser golpeada por unos escombros en la cabeza y sufrir un derrame cerebral en consecuencia. No solo estuvo cerca de la muerte sino que durante un tiempo no pudo ni siquiera caminar. Por entonces, iba a formar parte del elenco de 'Transsiberian', pero tuvo que abandonarlo aludiendo una lesión, aunque no se especificó su gravedad. Tiempo después, Morton contó que ella y su entorno ocultaron la situación real para evitar que Hollywood la olvidase, marcándola como una persona con una enfermedad crónica. Afortunadamente, tiempo después pudo volver a trabajar.