BETTY VE TELENOVELAS

De Halit a Çagatay: Todos los (des)amores de Yildiz en Pecado original

Yildiz es, junto a Ender, una de las grandes reinas de Pecado original y ese título lo ostenta gracias a una azarosa trayectoria vital y una intensa vida sentimental, donde se combinan, a partes iguales, amores y desamores.

En Pecado original hemos conocido a Halit, Çağatay, Kemal y Kerim. Todos ellos tenían unas personalidades muy diferentes, pero un nexo común. Todos ellos formaron parte de la vida de Yildiz. Todos ellos compartieron momentos de su vida con Yildiz. Todos ellos enamoran y/o se enamoraron de Yildiz. Y, sobre todo, todos ellos le rompieron, en mayor o menor medida, el corazón a Yildiz.

Porque el personaje que interpreta Eda Ece en la serie que vemos cada tarde en Antena 3 ha evolucionado mucho desde que la conocimos. Ya no es aquella recepcionista de un restaurante que soñaba con ser como las clientas a las que recibía, colgaba los abrigos y acompañaba a las mesas. Ahora es una de esas clientas que camina con paso firme por las fiestas de la alta sociedad, compra en las tiendas más exclusivas y vive en una mansión frente al Bósforo.

Pero ese camino ha estado plagado de muchos obstáculos. Han sido varias las ocasiones en las que ha tenido que abandonar los lujosos salones para volver a vivir en humildes casas de barrio, pero siempre ha conseguido que sus tacones volvieran a pisar los mármoles más exclusivos.

En el amor le ha pasado lo mismo. Han sido varios los hombres que han pasado por su vida. A su manera a todos los ha querido, pero todos han terminado decepcionándola, desilusionándola o engañándola.

Halit, el ascensor social

El destino de Yildiz cambió por completo el día que se cruzó en su camino Ender y, sobre todo, Halit (Talat Bulut). Lo que era una proposición poco ortodoxa, pero muy rentable terminó siendo un total y absoluto punto de inflexión en su vida.

¿Se casó Yildiz enamorada de Halit? Rotundamente no. Podríamos decir que se casó ilusionada. Ilusionada por una tarjeta de crédito con bastantes fondos, un vestidor más grande que su antigua casa, un joyero digno de la mejor caja de seguridad y una mansión con todos los lujos. Yildiz se casó con una nueva vida y el peaje a pagar era Halit. Y no fue fácil.

Lo que para su prometido era espontaneidad y alegría, para su marido resultaba ser vulgaridad. Lo que era elogiable en Yildiz Yilmaz era criticable en Yildiz Argun porque mancillaba el prestigio y la reputación de tan insigne apellido.

Yildiz pronto entendió que debía adaptarse si quería sobrevivir en su nuevo hábitat e hizo ingentes esfuerzos para conseguirlo. De hecho, a día de hoy mantiene el tipo en su nuevo status sin perder la frescura que la hace tan especial.

Yildiz puso todo de su parte para adaptarse al universo Argun, pero Halit no estuvo a la altura de las circunstancias. Pronto se aburrió de su nueva esposa y la engañó con la anterior. Y, además, ¿cómo olvidar los días en los que la señora Argun del pasado y la señora Argun del presente convivieron bajo el mismo techo porque Erin estaba deprimido y quería a su mamá y a su papá juntitos?

Después abrió las puertas de su casa, de su vida [[LINK:INTERNO|||Article|||64d0b73c749cb0e4d4b9733e|||y de su corazón a Şahika]]. ¿Cómo olvidar a una embarazadísima Yildiz compartiendo habitación con Aysel porque la aspirante a señora de la casa, es decir, la amante, no quería ni ver delante a la legítima señora de la casa?.

Solucionado esa etapa, se dieron una nueva oportunidad, pero Halit tropezó en una piedra muy parecida: Leyla. ¿Cómo olvidar a Halit diciendo, sin ponerse colorado, que Yildiz estaba exagerando después de haberlo pillado in fraganti en casa de su amante?

Pero Halit no solo lastimó a Yildiz como mujer engañándola en varias ocasiones. También la dañó como madre. ¿Qué clase de padre le arrebata de los brazos un bebé a su madre solo porque tiene menos recursos?

Mientras que Halit siempre se comportó como un canalla, Yildiz demostró más de una vez que era toda una señora. Se convirtió en la mejor madrastra para los hijos de su marido y cuando él no tenía ni para pagarse un taxi le abrió su chequera desinteresadamente.

Halit siempre actuó como si Yildiz no estuviese a la altura de su posición social, su dinero y su educación, pero fue él quien no estuvo a la altura de su mujer en fidelidad, respeto y consideración.

[[H2:Çağatay, la gran decepción]]

Si Halit fue el primer escalón de Yildiz hacia la alta sociedad, su matrimonio con Çağatay (Berk Oktay) fue su consolidación como gran dama. Aunque la cuenta corriente de su nuevo pretendiente también fue un aliciente, lo cierto es que en esta ocasión sí vimos a una Yildiz enamorada.

De hecho, se esforzó por conquistar a ese vecino un tanto distante, con una madre bastante entrometida y un padre que requería unas rígidas normas de comportamiento.

Yildiz y Çağatay superaron todos los obstáculos. Con sus más y sus menos, lograron asentar su relación y formar una familia casi idílica con el pequeño Halitcan. Ni la convivencia con las consuegras, ni las vicisitudes vitales de Hasan Ali, ni el desequilibrio mental de Cansu lograron separarlos. Es más, casi podríamos decir que Çağatay llegó a adaptarse a la productividad de mentiras de Yildiz.

Por eso esta vez nuestra decepción ha sido tan grande. Por eso esta vez la traición de Çağatay a Yildiz nos ha dolido tanto. Porque Yildiz era feliz. Porque Halitcan era feliz.

Es difícil describir la ira que sentimos cuando lo vimos en la cama con Kumru y el dolor que nos causó la mirada de Yildiz cuando comprendió lo que sucedía entre su marido y su vecina.

De Halit podíamos esperar un comportamiento así de vil, pero ¿de Çağatay? ¿Dónde ha quedado el marido que perdonaba todas las meteduras de pata de su mujer? ¿Dónde ha quedado el marido que defendía a su mujer de todos los ataques de su familia? ¿Dónde ha quedado el marido que adoptó a su hijastro?

¿Qué ha pasado? ¿Por qué está con Kumru? ¿Por atracción sexual? ¿Por aburrimiento de la vida matrimonial? ¿Por amor?

Cuando Yildiz estuvo a punto de llamar a la puerta del nidito de amor de la pareja clandestina, nuestras emociones eran un torbellino. Queríamos ayudarla a echar la puerta abajo para gritarles cuatro verdades a los amantes. Queríamos abrazarla al verla tambalearse cuando se alejaba.

Ahora solo queremos aplaudir cada uno de los pasos que da. Eso sí, hay algo que tenemos que reprocharle. Está centrando todos sus ataques en Kumru olvidando que el mayor engaño y la mayor traición es la de su marido. Tal vez Yildiz considerase a Kumru como una amiga, aunque en realidad fuese una vecina con pocos escrúpulos, pero quien, sin duda, le debía lealtad, respeto y fidelidad era él.

Por eso, esperamos con ansia el siguiente movimiento de Yildiz. Ha sido engañada y humillada como en sus tiempos como señora Argun, pero ahora su know how es mucho mayor y lo demuestra la mesura con la que está conteniendo la rabia que la consume.

Ilusiones fugaces

Si bien Halit y Çağatay han sido hasta la fecha los grandes amores, y también las grandes desilusiones de Yildiz, ha habido otros hombres que también han tenido tiempo y espacio en su vida.

Kemal fue ese amor de juventud con el que se reencontró cuando ya era la señora Argun. Lo cierto es que nunca nos quedó del todo claro si Kemal tenía la intención de vengarse por haber sido abandonado por pobre o si, de verdad, consideró darle una segunda oportunidad a su relación.

Lo que fue evidente es que su presencia logró desestabilizar a Yildiz y, de hecho, hubo momentos en los que sí creímos que sería capaz de dejarlo todo por su primer amor. Sin embargo, en esta ocasión las cenizas del pasado no consiguieron que prendiera un nuevo fuego y cada quien siguió su camino.

Otro de los hombres que intentó dejar su huella en la vida de Yildiz fue Kerim. En este caso, su relación fue del todo inesperada. Él llegó al universo Argun con un objetivo claro y concreto: desvalijar el holding y llenarse sus bolsillos con ese dinero. Sin embargo, sus planes se vieron alterados por la presencia de Yildiz. ¿Cuántas veces tuvo que advertir Mert a su socio de que sus sentimientos estaban poniendo en peligro toda la operación? ¿Cuántas veces creímos que Kerim podría renunciar a sus planes por Yildiz?

Yildiz era feliz con Kerim. Se entendían, se divertían juntos, se comportaban tal cual eran. Pero, una vez más, el destino (y los guionistas) no los quería juntos.

Halit, Çağatay, Kemal y Kerim. Todos ellos, a su manera, quisieron a Yildiz (o eso creemos). Todos ellos, en mayor o menor medida, le hicieron daño (y eso lo sabemos).

Yildiz, a su manera, los quiso a todos ellos. Con todos tuvo algunos momentos de felicidad y con todos fue infeliz en más o menos ocasiones. De todos ellos aprendió algo y en todos ellos dejó su particular huella.

Ahora vuelve a estar en un nuevo punto de inflexión. Çağatay ha sido su (nuestra) última gran decepción. En estos momentos es todo rabia, dolor y odio. Después, sin duda, llegará la tristeza y la melancolía por la felicidad perdida. ¿Será una ruptura definitiva? ¿Tendrá Çağatay una nueva oportunidad como tantas veces tuvo Halit? ¿La querrá? ¿Estará dispuesta Yildiz a arriesgarse de nuevo con quien la engañó?

Si Çağatay se convierte definitivamente en pasado, ¿qué nuevo capítulo abrirá Yildiz en su vida? ¿Encontrará a quien la quiera y la respete tal cual es? ¿Llegará el día en que la veamos enamorada y feliz de nuevo?

Mientras tanto, Yildiz cuenta con nuestro cariño y nuestra compañía cada tarde. Y con Halitcan. Y con Asuman. Y con Emir. Y con Caner. Y con Ender (según las circunstancias).