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'La Casa del Dragón': Todo cambia en el 1x02 con esta elección del rey Viserys

Analizamos el segundo episodio de 'La Casa del Dragón' (hoy lunes en HBO) que mantiene la tensión gracias a los abundantes diálogos y a algunas elecciones insólitas. ¡Cuidado hay SPOILERS!

Antes de empezar a leer es importante que sepas que este artículo contiene SPOILERS del 1x02 de 'La Casa del Dragón'.

No hace falta acciónpara mantener al personal viendo 'La Casa del Dragón'. El segundo episodio ha sido básicamente una hora de diálogos entre unos y otros, poniendo de relieve la conspiración de Daemon contra su hermano. Este episodio destaca también por la aparición de la intro que no habíamos visto antes. Sorprende volver a escuchar la música de 'Juego de Tronos' original de Ramin Djwadi. En los títulos de crédito recorremos laberintos de sangre hasta llegar al escudo de los Targaryen. Es curiosa la simbología violenta de cómo se forjó este linaje porque en este episodio todos se controlan bastante (excepto el Cangrejero, futuro villano al que le tenemos ganas).

Hay algunas escenas impactantes (aunque nada como el parto del primer episodio en paralelo con el torneo). Esos cangrejos que comen la carne viva de unos moribundos en la playa o esos gusanos que le hacen la manicura en carne viva también a Viserys. La serie hace aquí un retrato del Rey que no le deja para nada en buen lugar. Hasta pareciera que la otrora agradable bondad de Viserys se nos antoja ahora imbecilidad. Por un lado, atendiendo a esos dos penosos padres (la Mano del Rey y la Serpiente Marina) que quieren casar a sus jóvenes hijas con él solo por conseguir el poder. Por otro, porque después de varios vaivenes, los guionistas tardan todo un episodio en sentarle cara a cara con su hija Rhaenyra, a la que había despreciado por milennial. Este encuentro acuerda que Viserys se case de nuevo (aunque a Rhaenyra se le corte la leche del café al escuchar a la elegida), mientras, su hermano Daemon se hace fuerte en Rocadragón.

Por si nos habíamos olvidado, seis meses después, Lord Corlys viene a resumir en su speech la posición vulnerable de la Fortaleza Roja. Ha muerto la Reina, una niña es nombrada heredera por primera vez, el hermano del rey está en Rocadragón y una potencia extranjera ocupa su principal ruta marítima. Esto último en realidad es lo único que le importa. Lord Corlys propone por ello una boda entre Casas, con su hija niña Lady Laena. La Mano del Rey rechaza la propuesta mientras, simbólicamente, la mano del rey está metida en gusanos vivos para curarle las heridas (o comérsela, claro). El Gran Maestre sin embargo lo aprueba. Pero tal y como avanzó el primer episodio Otto no va a desistir hasta ver a su hija Alicent casada con su jefe. Viserys resopla con la mera mención de acostarse con una niña de 14 años, aunque esta conversación con la menor Laena haya producido el rechazo entre los espectadores, la destaco por la mención al dragón Vhagar (la importancia que tienen las criaturas aladas en este episodio).

Rhaenyra Targaryen en 'La Casa del Dragón' | HBO Max

Luego se siente muy a gusto cuando conversa con Alicent de sus cosas (que básicamente se centran en su hija aunque ésta no sepa nada de estos encuentros furtivos). Viserys es el abuelo cebolleta contándole batallitas a Alicent. La chica hace caso a su padre y se limita a escuchar, todo lo contrario de Rhaenyra, mujer de acción. Así sabemos que la capital de Valyria fue construida sobre un volcán al igual que Rocadragón y cómo existe el Anogrión, fuente de magia y poder. Hubo un tiempo en el que contaban con mil dragones, una gloria inigualable la de Valyria. Viserys no escucha la opinión de su hija pero sí la de Alicent lo cual resulta bastante amargante y muestra al Rey sin ese poderío que se le presupone.

Tanto el arranque como el final del episodio parecen sacados de una combinación entre 'The Walking Dead' y 'Piratas del Caribe'. El Cangrejero está haciendo de las suyas sin que nadie se lo impida. Lord Corlys –cuya mujer, Rhaenys, es la prima favorita de Viserys y estaba en la terna de la sucesión aunque con pocas probabilidades–, ha perdido barcos, no quiere dinero sino recuperar Peldaños de Piedra. Pero Viserys se niega a entrar en guerra con las Ciudades Libres, ya que cuentan que los Siete Reinos nunca lo han hecho antes.

También Daemon hace lo que le da la gana: ha tomado posesión de Rocadragón, un palacio que le corresponde a su sobrina y, por ello (y porque Viserys huye de la confrontación), Rhaenyra toma las riendas sin permiso de su padre para enfrentarse a su tío. Y nunca mejor dicho lo de las riendas porque lo hace a lomos de su dragón , en una secuencia entre brumas en medio de un puente que parece sacada de una pintura evocadora.

En el grupo se encuentra Ser Criston Cole, al que Rhaenyra propone como futuro Comandante al ser el único que tiene experiencia en combate (y también porque le hizo tilín durante el torneo del primer episodio, todo hay que decirlo). El hijo del mayordomo del Señor del Refugio Negro repelió a los dornienses y le nombró caballero Ser Arlan Dondarrion (nos cuentan). Cuando Daemon se encuentra frente a frente con él le llama con sorna Crispin (yo me acuerdo de Crispin Clander que una tiene una edad). Porque Daemon es un villano con gracia, que dice cosas anacrónicas como "mi amor ignora las tradiciones" y que escucha, ojo.

Daemon, en un arrebato, ha robado el huevo de dragón, el de Songefeu, que le hubiera correspondido al hermano no nacido de Rhaenyra. Amenaza con casarse con Lady Mysaria y que será ese huevo el que ponga en la cuna de su futuro hijo (es decir, un posible sucesor). Este acto de sedición para provocar a Viserys obliga al Rey a mandar a Otto y compañía a intermediar. Todo es palabrería y se enfrentan ante el dragón Caraxes. Los dragones, cómo nos gustan. Nadie contaba con Rhaenyra a lomos de su dragón Syrax. Quiere evitar un baño de sangre y más chula que un ocho invita a su tío a enfrentarse a ella que es la heredera.

Lógicamente Daemon, que no es una némesis al uso, le devuelve el huevo y da media vuelta. Lo más rocambolesco de todo es que, en realidad, Mysaria no puede tener hijos y Daemon cree que los niños son molestos. Se ha marcado un farol. Viserys mientras sigue charla que te charla y reacciona de forma negativa ante la desobediencia de su hija. Ella no aguanta que le siga tratando como a una niña y Rhaenyra le habla como una sucesora real.

Padre e hija por fin se sientan cara a cara a decirse sus cosas. Aquí es cuando Rhaenyra le aconseja casarse y Viserys le promete que pase lo que pase ella es su única heredera. Pero cuando anuncia que Alicent será su esposa, ¡boom! jarra de agua fría. Rhaenyra hace pucheros porque siente la mayor decepción de su vida. Así que de un plumazo Viserys (muy listo él) se pone en contra de su hija y de la Serpiente Marina, nada menos, y traga con la Mano del Rey. La última escena del episodio promete: de carambola por la elección del rey Lord Corlys conspira con Daemon. Este está como nosotros: cree que su hermano no está hecho para ser Rey. Si este episodio se ha construido en base a los diálogos y no a la acción, lo que llegará a continuación promete ser una auténtica batalla campal.

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