BETTY VE TELENOVELAS

Cansu Dere y Berkay Ateş: del odio en 'Madre' al amor en 'Infiel'

Desde la accidentada irrupción de Aras en la vida de Asya, todo ha cambiado en 'Infiel'. La doctora no solo ha descubierto sus dotes detectivescas, sino que, además, ha recuperado la sonrisa. Todo parece indicar que estamos ante el inicio de una bonita historia de amor que contrasta profundamente con otra historia muy distinta, pero con los mismos rostros.

Eran también Cansu Dere y Berkay Ateş quienes nos mantenían expectantes ante la pantalla, pero en aquella ocasión no sonreíamos al verlos juntos, sino que temíamos un fatal desenlace. Entonces eran Zeynep y Cengiz y la historia que protagonizaban era 'Madre'. Pero ahora se encuentran en 'Infiel'.

Cengiz, el mejor villano

En 'Infiel' casi lo primero que vimos de Aras fue su coche y no pudimos evitar un grito temiendo por la integridad física de Asya, Ali y Nil.

En 'Madre' lo primero que vimos de él fueron sus zapatos. Y no gritamos. Pero se nos encogió el corazón al ver el pánico reflejado en el rostro contraído de la pequeña Melek, interpretada por la gran Beren Gökyildiz.

No habíamos visto su rostro. No conocíamos nada de él. Pero ya intuíamos que nuestra relación con él iba a ser complicada. Y nuestra intuición no nos traicionó.

Cengiz contra Zeynep | nova

Después de aquellos zapatos, conocimos a Cengiz y, pese al extraordinario trabajo interpretativo de Berkay Ateş, hubiéramos preferido no conocerlo. Si no hemos podido olvidar la carita de Melek al ver los zapatos, ¿cómo olvidar el cinturón de Cengiz?

A partir de ahí, todo fue a peor. Cengiz oscilaba entre librarse de Melek (previo pago de su importe) o utilizarla, cual pensión vitalicia, para vivir como él consideraba que debía vivir, esto es, a cuerpo de rey.

Y en medio de los vaivenes de Cengiz estaba la pequeña Melek, que intentaba lidiar como podía con la situación. Con una madurez impropia de su edad, sabía que no había que enfadar a Cengiz. Que debía pasar desapercibida. No hacer ruido. Era fundamental. Por ella y por su madre. Porque Melek siempre entendió que, para su pesar, Sule y Cengiz eran casi una unidad indisoluble por la fuerte dependencia emocional de su madre hacia su maltratador.

Y, ¿qué papel jugaba Zeynep en esta historia? Teniendo en cuenta su condición de liberadora de Melek, Zeynep era una pesadilla para Cengiz. O tal vez no tanto. Sule sí que siempre la vio como una rival, como la mujer que le había arrebatado a su hija.

Pero Cengiz tenía otra perspectiva. Cengiz sentía más cariño por sus zapatos o su tasbi que por su hijastra. Él nunca vio a Zeynep como un problema. Para Cengiz, Zeynep era una oportunidad. Era un cheque en blanco. Era un cajero automático sin límite de saldo.

Y el mayor problema es que Cengiz le tenía perfectamente tomada la medida a Zeynep. Sabía que ella era capaz de cualquier cosa por Melek. Si la niña estaba por medio, Cengiz pedía y Zeynep respondía. Sin embargo, Zeynep nunca consiguió ver

a Cengiz tal cual era. Siempre cometía el mismo error. Creer. Confiar. Esperar que esa vez fuera la definitiva. Que ese acuerdo fuera el último. Que ese pago fuera determinante.

Cengiz atravesó casi todos los límites imaginables. Si Sule metió a su hija en una bolsa de basura, Cengiz la encerró en un congelador. Pero Zeynep, pese a su excesiva ingenuidad y confianza, nunca se rindió. Nunca renunció. Y cada uno recibió el pago a sus actos.

Aras, una ilusión desconcertante

Por eso ahora nos resulta tan sorprendente ver en una actitud tan distinta, en unos roles tan diametralmente opuestos a estos dos actores. Ahora no se odian, ahora no discuten, ahora no se pelean, ahora no se agreden. Ahora están dando los primeros pasos de una relación que casi todos queremos que llegue a buen puerto. ¿Por qué?

Básicamente porque Asya se lo merece. Asya se merece ser feliz. Asya se merece estar junto a un buen hombre que no la traicione. Asya se merece salir del bucle en el que quiere mantenerla Volkan. Durante un buen tiempo todas nuestras esperanzas en esa nueva vida para Asya estuvieron depositadas en Turgay, pero, al final, las cosas pasan cuando tienen que pasar, los sentimientos surgen cuando tienen que surgir y parece que el momento ha llegado y es ahora.

Eso sí, nuestra vena romántica no puede apagar nuestro detector de alertas. Aras parece sinceramente interesado en Asya. Es evidente que le gusta y que entre ambos ha surgido espontáneamente una complicidad y una conexión que puede ser una buena base para una relación sentimental.

Pero. En la vida de Asya siempre hay un pero. ¿Quién es realmente Aras? Es un buen hombre que se dedicaba a la informática y nada más. O hay algo que todavía no sabemos y que debería preocuparnos. Que Derin sepa más de su vida que él mismo (aunque solo fuera su nombre hasta hace poco) ya nos pone sobreaviso.

La obsesión de Derin por la ex mujer de su marido es manifiestamente evidente y si fue capaz de armar todo un plan para responsabilizarla de su presunta desaparición, no podemos descartar que sea capaz de cualquier cosa. Eso sí, no descartemos que Derin se convierta en el particular Cupido de esa pareja. ¿Por qué? Porque si Asya está feliz con Aras, Volkan no tendrá hueco en su vida, con lo que Derin verá colmada su ansia de conservar a su marido junto a ella.

Sin embargo, hay algo más preocupante que la conexión entre Derin y Aras. Se trata de Kadir, ese misterioso hombre que no pierde detalle de los pasos de Asya y Aras y que no duda en utilizar a Derya para conseguir información. ¿Por qué sigue a Aras? ¿Por qué le preocupa que recupere la memoria?

Al margen de lo que nos deparen los acontecimientos, al margen de que descubramos si Aras es el buen hombre que esperamos que sea o si es un mafioso, un sinvergüenza, lo que es incuestionable es que Cansu Dere y Berkay Ateş han vuelto a conseguir lo que ya lograron con 'Madre'.

Una vez más estamos atentos a la pantalla para ver cómo evoluciona su relación. En 'Madre' deseábamos que Zeynep y Melek estuviesen a años luz de Cengiz. En 'Infiel', al menos por ahora, deseamos que Aras y Asya sigan dando pasos juntos y en la misma dirección.

Y el hecho de que dos relaciones tan distintas nos cause el mismo interés demuestra el gran talento de estos dos actores. Nos los creímos cuando no se soportaban. Nos los creímos cuando discutían. Nos creímos a aquel Cengiz que agredía a Zeynep. Nos creímos a la Zeynep asustada por el temperamento violento de Cengiz. Y ahora nos creemos al Aras que mira embobado la foto de Asya en el teléfono. Nos creemos a la Asya que está más cómoda con un desconocido que con el padre de su hijo.

En definitiva, sea cual sea el destino de esta incipiente pareja que forman Asya y Aras, sea un porvenir lleno de felicidad o una nueva decepción para ella, lo que es indudable es que ver trabajar juntos a Cansu Dere y Berkay Ateş es un aliciente más para seguir siendo fieles cada domingo a 'Infiel'.