NÚMERO DE SERIE
Diego Luna regresa con su personaje de 'Rogue One' en la precuela 'Star Wars Andor'. Un migrante defensor de la lucha contra el opresor. Cada miércoles un nuevo episodio en Disney+.
La plataforma Disney+ estrena hoy tres episodios del tirón. 'Star Wars Andor' es la nueva (pero no la última) apuesta de la plataforma por el universo de 'La guerra de las galaxias'. No es fácil enfrentarse al reto, tras ‘El libro de Boba Fett’ o el revival de ‘Obi Wan Kenobi’. No todas las apuestas van a conseguir el aplauso unánime de ‘The Mandalorian’.
‘Star Wars Andor’ llega con la necesidad de hacerse un hueco siendo original, pero con el inevitable obstáculo de conocer de antemano lo que acontecerá años después. De hecho, el primer episodio arranca ya con Cassian Andor con el rostro de Diego Luna (que además es productor ejecutivo). El actor retoma su papel de ‘Rogue One: una historia de Star Wars’ (2016), en esta precuela ambientada cinco años antes de la película.
Detrás de esta suerte de precuela spin-off en medio de una saga (una ya se pierde) está también Tony Gilroy, guionista también de ‘Rogue One’ y director de películas de acción como ‘El legado de Bourne’ (2012). En ‘Rogue One’ un grupo de rebeldes se unía para robar los planos de la Estrella de la Muerte.
‘Star Wars Andor’ nos sitúa cinco años antes, cuando el Imperio se esta consolidando pero la Rebelión se extiende. Y si hablamos de rebeldes, ahí surge nuestro héroe. ¿O es un antihéroe? Porque Gilroy parece pretender recrear de una forma más compleja y oscura el universo lucasiano. Una de las primeras escenas de lucha entre el migrante rebelde y unos brabucones que le llevan vacilando desde la barra de un bar (¡y prostíbulo!) tiene lugar en una localización sin apenas luz, un tanto claustrofóbica, donde llueve a borbotones, muy al estilo sucio de ‘Blade Runner’. Este escenario es el más propicio para mostrarnos a un tipo corriente que deberá tomar decisiones drásticas, y sus elecciones (desde esta primera secuencia) no son nada complacientes, más bien ambiguas. Porque ‘Star Wars Andor’ habla de un tipo corriente que se convierte en una suerte de Che Guevara, en un revolucionario (mercenario si llega el caso).
Pero, ¿cómo se crea este cabecilla aparentemente anodino, que no muestra tampoco un carisma especial, que se nos antoja más como un perdedor que como un protagonista? Eso es lo que intenta analizar ‘Star Wars Andor’, el nacimiento de este defensor de la lucha, un guerrero complejo, echando la vista atrás con variados flashbacks que nos llevan a su niñez. Y pronto llega el primero, con Andor de chaval, protector de su hermana ante los ataques llegados del cielo. Luego, en otro, le vemos rodeado de otros niños, en un grupo a lo Señor de las moscas en medio del bosque, hablando en otro idioma, con un rollo tribal, muy auténtico, diferente. Estas escenas son un tanto confusas (no acaban de contarnos) pero crean interés sin embargo. Porque, ¿qué fue capaz de hacer Andor hasta llegar a ‘Rogue One’? El episodio continúa con Andor preocupado, porque pronto su audacia lo convierte en un superviviente (un poco a lo mandaloriano).
No hace falta saber mucho más de la intrahistoria de este refugiado que luchará contra el Imperio, ni siquiera haber visto ‘Rogue One’. Esta es una apuesta por la revisión de un personaje del que tampoco esperábamos mucho. Cualquier novedad se nos presenta como un aliciente para continuar viéndola. El primer episodio está trufado de diálogos por delante de la acción, priorizando el desarrollo de los personajes antes que las aventuras épicas de este popularísimo universo. ‘Star Wars Andor’ es una suerte de ‘La Casa del Dragón’ con respecto a ‘Juego de tronos’. Habrá quien eche de menos las típicas referencias a la saga. Gustará a quien busque un reseteo centrado en un futuro líder, ahora sin fortuna, que quiere cambiar las cosas, con el que, tal vez, sea más fácil identificarse.