BETTY VE TELENOVELAS

Adiós a Metin Çekmez, el inolvidable portero de ‘El secreto de Feriha’

Metin Çekmez llegó hace relativamente poco a las pantallas españolas. Tal vez muchos no supieran su nombre o fueran incapaces de pronunciarlo o deletrearlo con corrección, pero todos identifican a la perfección su inconfundible rostro. Lo conocimos como Riza, el padre de la protagonista de 'El secreto de Feriha' y después confirmamos su talento cuando lo vimos interpretar a Burhan, el suegro de Sherezade en 'Las mil y una noches'. En ambos papeles demostró su capacidad para comunicar sin decir ni una sola palabra. El actor falleció este miércoles a los 76 años.

Riza, el portero

Si del buen hacer interpretativo de Metin Çekmez no hay dudas, tampoco las hay de lo antipático que nos resultó su personaje de Riza Yilmaz, el padre de Feriha (Hazal Kaya).

En un principio elogiamos su esfuerzo por darle una educación a su hija y hasta nos emocionaba el orgullo que emanaba por verla estudiar en una prestigiosa universidad siendo la hija del portero. Sin embargo, pronto descubrimos que la instigadora de ese prometedor futuro era Zhera, su esposa, y no él.

Riza cedía a los sueños de su mujer y su hija, pero dejando siempre claro cuales eran las prioridades: que Feriha llegase a una hora adecuada a casa, que colaborase activamente en las faenas del hogar y, por supuesto que se comportase acorde a las pautas y normas propias de una señorita decente.

Porque Riza vivía en una permanente preocupación por la dignidad, el honor, la reputación y el buen nombre de la familia y no iba a tolerar que su hija cometiese ni una sola falta u ofensa bien fuera por acción o por omisión.

¿Un ejemplo? ¿Que Feriha sale en una revista junto a un compañero de clase? Al día siguiente ya tenía designado a un futuro marido. Según Riza, Feriha no estaba capacitada ni cualificada para elegir a su compañero de vida, pero su padre sí. El único problema es que su elegido para yerno resultó ser un peligroso psicópata. Es más, lejos de aprender de su error, persistió amagando con un nuevo compromiso de Feriha y Levent, pero en este caso el profesor dejó claro que él no iba a aceptar ni tolerar imposiciones.

Eso sí, cuando Feriha se casó con el hombre al que quería y que la quería, que le salvó literalmente la vida y que hasta le perdonó la telaraña de mentiras del inicio de su relación, Riza le cerró la puerta en las narices a su hija. Para Riza era mucho más importante el detalle de no haber seguido las pautas que marca la tradición que la felicidad de su hija.

Pero, sin duda, lo más indignante de este personaje no era su comportamiento autoritario y dictatorial, lo peor eran las comparaciones.

Feriha fue condenada al exilio en el pueblo tras descubrirse su idilio con Emir (Çağatay Ulusoy), pero Mehmet, que robó un coche, lo estrelló y generó una deuda inasumible para la familia, solo recibió malas caras y algún que otro reproche.

Feriha fue declarada muerta cuando se casó a escondidas con Emir, pero Mehmet se casó con Seher, con una honestidad e intenciones más que cuestionables, y las puertas de la portería se abrieron de par en par para acoger al nuevo matrimonio. Es más, Riza hasta les cedió su propio dormitorio.

Es cierto que Riza siempre mostró cierta ternura hacia su hija. Pese a sus palabras de condena, no podía evitar preocuparse por ella. Pero su inmovilismo moral causó muchos de los problemas y disgustos de la hija del portero.

Eso sí, justo es reconocer que Riza es también víctima de su propia educación, de las costumbres con las que creció y se desarrolló, de su incapacidad para adaptarse a un mundo que había cambiado, de su dificultad para comprender que lo diferente no es por sistema malo, de sus prejuicios para aceptar que una mujer es igualmente capaz que un hombre para tomar decisiones, de su obsesión por anteponer el honor al bienestar de los suyos.

Burhan, el suegro de Sherezade

Metin Çekmez también participó en 'Las mil y una noches', una de las series turcas más vistas de la TDT en España. En este caso interpretaba a Burhan Eviyaoğlu, el suegro de Sherezade (Bergüzar Korel), la protagonista de esta historia.

Las primeras secuencias de Metin Çekmez como Burhan nos hicieron recordar automáticamente al padre de Feriha. Cuando su nuera acudió desesperada en busca de ayuda para su hijo enfermo, recibió un frío y rotundo "no" por parte de su suegro. No importaba que su nieto estuviera al borde de la muerte. Burhan ni quería ni podía perdonar que su hijo optase libremente por vivir su vida junto a la mujer que quería lejos de los designios paternos.

Sin embargo, entre Riza y Burhan hay una diferencia notable. Aunque ambos tenían a su lado a grandes mujeres como esposas, Riza ignoraba sistemáticamente las sabias palabras y buenos consejos de Zhera, pero Burhan era permeable a las indicaciones de su amada y adorada Nadide. Esa menuda pero decidida mujer consiguió poco a poco que su huraño marido se convirtiese en un abnegado abuelo y casi en un padre para esa mujer a la que aborreció durante años.

De hecho, Burhan fue capaz de acoger con los brazos abiertos a Onur (Halit Ergenç), el nuevo marido de Sherezade y hasta miró hacia otro lado cuando su nieto le llamó “papá”. Burhan comprendió que lo importante no eran las palabras, sino los sentimientos y Onur quería a ese niño como si fuera su propio hijo.

Y lo cierto es que Burhan también encontró a un hijo, un amigo, un socio y un apoyo en Onur, dado que Ali Kemal, su verdadero hijo, nunca conseguía estar a la altura de lo que se esperaba de él. Al mismo tiempo que el corazón de Burhan se abría para acoger a Sherezade y su familia, se partía con los disgustos constantes y continuos que le causaba Ali Kemal como hijo, marido, padre y empresario.

Al margen de los personajes que interpretó, lo cierto es que de Metin Çekmez siempre recordaremos su expresividad. Sus ojos decían mucho más que las palabras. Con su mirada hemos sentido su rabia, su enfado, pero también su dolor y su pena. Cada vez que levantaba la mano hasta los espectadores nos callábamos, conscientes de su autoridad. Y como autoridad interpretativa lo recordaremos.