El terror luminoso de Hermana Muerte inaugura Sitges

"Si el cine de terror es una religión, Sitges es el Vaticano", así sentenciaba un emocionado Paco Plaza en la presentación de su última película en el Festival de Sitges, ante un Auditori ansioso por descubrir la historia de Narcisa, la monja ciega que conocimos en Verónica.

Para el director valenciano presentar su último trabajo, Hermana Muerte, en su festival más querido era muy especial y se notó en sus palabras y el temblor que asomó en algún momento de su discurso. "Llevo 32 años viniendo como público. Estoy muy emocionado por enseñaros la película, también porque en esta sala están las personas más importantes de mi vida. Mis padres". Veinticinco año de oficio desde su primer -y escalofriante- corto Abuelitos hasta Hermana Muerte, una obra en la que Plaza vuelve a mostrarnos un universo predominantemente femenino, Narcisa, interpretada por una magnífica Aria Bedmar, es una novicia recién llegada a un convento donde monjas y niñas conviven entre unos muros con una dolorosa historia que nuestra protagonista comenzará a sentir en forma de fenómenos paranormales.

De nuevo, Plaza presenta una cinta en la que las mujeres y el universo femenino son absolutos protagonistas. Pensemos en la inolvidable reportera Ángela Vidal de REC, la novia matazombies interpretada por Leticia Dolera en REC3, Verónica, la "complicada" relación nieta y abuela en La Abuela y ahora la novicia Narcisa que conocimos hace 6 años en el colegio de Vero.

Es sorprendente y estimulante que el estilo visual de la película sea tan luminoso. Contrasta con la oscuridad que predominaba en su antecesora. Esto es parte del juego, la conexión o solape entre luz y oscuridad, se da en el eclipse en Verónica y en la visión de Narcisa niña, para ambas el dolor y el trauma se vuelven visibles y materiales de forma aterradora. Para Verónica la pérdida de su padre y la ansiedad del paso a la edad adulta. En esta ocasión, el horror que nos descubre Narcisa tiene un origen menos personal pero que todos tenemos en la memoria, o así debería ser. Nos confesamos devotos de Hermana Muerte, ¿se nota?

La jornada tenía una cita también muy importante, la proyección de El exorcista y homenaje póstumo a William Friedkin, fallecido el pasado 7 de agosto. Si no era suficientemente especial esta celebración del 50 aniversario, la sorpresa vino cuando el mismísimo Friedkin apareció en la pantalla del cine Prado enviando un mensaje ante un atónito auditorio en un vídeo:

"Lamento no poder esta allí con vosotros, pero estoy en espíritu". Y de esta manera insuperable arrancaba la proyección de la película que cambió para siempre el cine de terror. Y esto no ha hecho más que empezar.

Sitges es un festival de cifras abrumadoras. Esta 56 edición, en la que ya hay récord de venta de entradas, cuenta con 369 obras cinematográficas, repartidas entre las secciones oficiales, la sección Brigadoon y Sitges Family, que podrán verse en 7 salas. Las secciones oficiales suman 182 largometrajes 67 cortometrajes.

En cuanto a las actividades fuera de lo estrictamente cinematográfico, señalar que se grabarán un total de 8 podcasts en directo y 3 exposiciones para descansar los ojos de la pantalla.

Lo dejamos de momento, y nos vamos a comprobar las predicciones del tiempo para prepararnos mentalmente del calor, aunque ¿a quién queremos engañar? Pase lo que pase, el negro seguirá vistiendo a la inmensa mayoría de quienes acuden estos días al mejor festival de cine del mundo.