ISRAEL SE CLASIFICA
Ya conocemos todos los países clasificados en la segunda semifinal para Eurovisión y, con ellos, la lista completa de participantes para el certamen este 11 de mayo.
Este jueves en Malmö se han disputado las diez plazas restantes para Eurovisión en la segunda semifinal del concurso.
Celebrada en el Malmö Arena, las posiciones han ido a manos de los candidatos de Suiza, Países Bajos, Letonia, Austria, Noruega, Grecia, Estonia, Georgia, Armenia e Israel.
No corrieron con la misma suerte los representantes de Bélgica, que partió hace unos meses como artista destacado, ni República Checa, Dinamarca, Malta, Albania y San Marino, que contaba con la banda española Megara.
La clasificación de Israel no estuvo exenta de polémica, y la actuación de su cantante, Eden Golan, vino acompañada al parecer de abucheos de parte del público, en contra de la ofensiva militar de su país en Gaza.
La gala arrancó con la actuación por Malta de Sarah Bonnici con Loop, una propuesta en la más pura escuela de Chanel. Más original para Eurovisión fue la actuación de la griega Marina Zatti al combinar elementos folclóricos con elementos visuales y musicales contemporáneos en un largo plano secuencia inicial.
Igualmente apabullante fue el dinámico número de Suiza, en el que su representante alternó canto lírico, pop y versos rapeados subido sobre una plataforma giratoria para proclamar su derecho a una identidad libre de géneros definidos.
Aiko, por República Checa, inculcó algo de espíritu riot grrrl a la velada, mientras que la austríaca Luna propició un viaje al techno noventero y la danesa Saba creó una bella y catártica puesta en escena con la arena como elemento central.
El dúo armenio-francés Ladaniva recordó por qué el folclore era y es fundamental en cualquier jolgorio colectivo y Megara infundió esperanza a los más pequeños para encontrar su propia voz y a alguien con quien compartirla.
Aún hubo tiempo para que la georgiana Nutsa Buzaladze apagara (o encendiese) fuegos, para el largo y desgarrado crescendo vocal del belga, para el enésimo cántico de trasfondo vikingo de Noruega y para la loca gamberrada de Países Bajos, con su estética de cartoon y su rave electrónica.
A esa dosis necesaria de humor se unió el del ya icónico número que el equipo de la televisión sueca organizó para pedir perdón por sus siete victorias en la historia de Eurovisión, también al segundo clasificado de 2023, Käärijä, que volció para cantar su Cha Cha Cha.
Aunque fuera de concurso, como novedad los países del Big Five interpretaron sus canciones en directo en las semifinales. En esta lo hizo España, con el dúo Nebulossa y su famoso Zorra y, tras una mejora sobresaliente respecto a los ensayos, Mery Bas unió su voz contra los estigmas machistas a buena parte del Malmö Arena, que coreó con orgullo y a gritos ser "más zorra todavía".
También cantaron la ganadora de la última edición de San Remo y candidata por Italia, Angelina Mango, y el francés Slimane, que se ratificaron con estas actuaciones como dos aspirantes serios a la victoria, especialmente el galo, vibrante en su interpretación de 'Mon Amour' y con un fragmento "a capella" que será historia de Eurovisión.