LOS ANTIGOYA CELEBRARON SU CUARTA EDICIÓN
Marian Álvarez,'Verónica' o Javier Gurruchaga recogieron sus Yago a los 'olvidados del año'en una gala en la que hubo travestismo, karaoke, feminismo, pizza, un 'inmemorian' con emoticonos y mucha gente tomándose a guasa a sí misma.
"Viaja con los Yago si quieres gozar". Esta pequeña adaptación del legendario tema de Gurruchaga (canción que, él mismo reconoció, "le ha dado mucha pasta") cerró anoche la entrega de los Premios Yago. Cuatro ediciones después de aquella protogala celebrada en un sótano, con Pajares y Esteso haciendo un poco lo que les dio la santa gana, esta frase no puede estar más atinada.
Los Premios Yago nacieron para premiar a los “olvidados del cine español”, poniendo el foco en los "repudiados" por los Goya, pero también por los Feroz o los Forqué. Su presentador, el brillante Luis Fabra (¿por qué este humorista no está en todas partes?), recibió a los ganadores tan travestido como elegante, en una especie de luto por las mujeres, las eternas olvidadas. Y lo hizo desplegando un cartel que emocionaría a Manuela Carmena: "Repudees Welcome".
Estos no solo los únicos síntomas que demuestran que los Yago son la antítesis de los Goya. La gala es corta, los chistes hacen gracia, el presentador es bueno y a entregadores y premiados se les pide que se explayen con sus discursos. Además, nadie pasó hambre (¡hubo pizzas!) ni sed (¡la gala la patrocina Hendrick's), y para ser feministas no les hizo falta ni ir de negro ni sacar abanicos: la mayoría de los ganadores eran mujeres.
Marian Álvarez recogió el premio a la mejor 'no nominada' por ese viaje hacia la oscuridad de una pareja que es 'Morir'; Carolina Bang, productora de la taquillerísima 'Perfectos Desconocidos', entregó el Yago a 'mejor éxito no comercial' al equipo de 'Julia Ist'; el premio al 'no reconocido' fue para las 4 'coaches' de las niñas de 'Verano 1996'; y, con permiso de Paco Plaza, el Yago a mejor 'nominado no ganador' para ‘Verónica’ es un triunfo femenino más.
También hubo tiempo para señalar otros estigmas de cine español: Javier Gurruchaga, líder de la Orquesta Mondragón y ganador del Yago al 'olvidado histórico', se acordó de todos aquellos que "en esta profesión se mueren trabajando sin ni siquiera tener para comer". Itziar Castro, aparición estelar en la gala, quiso denunciar que en el cine no las prefieren gordas. "Con 130 kilos no puedes competir". La actriz de 'Pieles' también quiso recordar que su director, 'Eduardo Casanova' es "el más ninguneado del año".
Más momentos festivos de la gala, ordenador de menos a más: Luis Fabra imitó a Amaia de OT al piano, Marian Álvarez hizo referencia al "himnogate" de Marta Sánchez, Gurruchaga se presentó diciendo que en realidad era Marisa Paredes y que iba "a morir pronto", y, en lugar de un 'in memorian', Paco Plaza y Sandra Escacena se prestaron a una ‘emouija’ en la que Fernando Fernán Gómez contactó con el mundo de los vivos usando emoticonos.
Para quien no haya reparado en ello, 'Yago' es un baile con las letras de los 'Goya', pero también es el hipocorístico de 'Santiago', el nombre del creador de estos locos premios. Santiago Alverú fue este año uno de los nominados al Goya a mejor actor revelación gracias a su papel de pijo desubicado en 'Selfie'. Y perdió. Qué preciosa alegoría.
Para 'Selfie' todo quedó en una mención especial del jurado, y para Alverú, hubo que inventar otro premio, "el Oyga". Porque está feo ganar un premio propio. Para la próxima.
Lo que sí hubo fue discurso del 'Presidente de los Yago'. Y ahí iban muy bien encajados un par de chistes que Santiago Alverú tenía preparados para agradecer el Goya "que pensaba que iba a ganar hasta que vio Handia". ¿Qué puede representar mejor el espíritu de los Yago que esta demostración de saber aprovechar una derrota?
Quizá el karaoke con Gurruchaga, Alex O’Dogerthy, y todos los ganadores de la noche. En comunión con el públicó, que llenó una de las salas del Palacio de la Prensa, remataron la gala versionando 'a lo Yago' el 'Viaja con nosotros'. "Viaja con los Yago si quieres triunfar". En fin, que larga vida a estos premios chiflados.