FESTIVAL DE SITGES 2023
El loquísimo musical coreano Romance Asesino y la estilizada y divertida Pobres Criaturas marcaron el final e inicio del sexto día en Sitges. Dos películas cargadas de humor absurdo que han convertido la jornada en la más divertida del festival.
"Hay una norma para ver esta película: No preguntéis ¿por qué?", advertía el director coreano Wonsuk Lee en su presentación de Romance Asesino, y tenía toda la razón porque esta divertidísima es para dejarse llevar. Exagerada, kisch y absurda. Una bizarrada con números musicales pegadizos cuyo estilo visual y en ocasiones narrativo remite al universo Wes Anderson. Un disfrute total que levantaba el ánimo de la sala que ha terminado aplaudiendo al son de la pegadiza canción central. Y todo esto a la 1 de la madrugada.
17 horas antes, a las 8:15 de la mañana, arrancaba la jornada con la proyección de Pobres Criaturas, último trabajo de Yorgos Lanthimos. Un híbrido entre cuento de hadas, monster movie y coming of age que ha entusiasmado en el festival.
Emma Stone vuelve a ponerse a las órdenes del director griego para interpretar a Bella Baxter, una mujer que tras suicidarse vuelve a la vida tras la cirugía de cambio de cerebro que le practica el poco ortodoxo y brillante Dr. Godwin Baxter, interpretado por gran Willem Dafoe. Lanthimos y Stone, que ya trabajaron juntos en La Favorita (2018), han dado vida a esta comedia fantástica cuya estética entre lo gótico y el steam punk deja boquiabierto hasta al mas resabiado. El viaje de Bella desde su despertar en la mesa de operaciones - descarga eléctrica a lo Frankenstein incluida- es el de un ser despojado de prejuicios y extremadamente vital. Un personaje cuya apariencia remite a las princesas de cuento -guapa, con pelo larguísimo, con vestidos increíbles – pero cuya historia es lo opuesto a lo que narraban aquellas de damas en apuros. Las risotadas se han repetido a lo largo de la proyección, especialmente cuando compartían escena Bella y Duncan Wedderbun, un Mark Ruffalo que está espectacular. Lanthimos se metió en el bolsillo al jurado de Venecia, llevándose el Leon de Oro, y en Sitges aunque no compite en Sección Oficial, se repite la frase "lo mejor de este Sitges 2023".
Dejando la comedia y el buen rollo a un lado llegaba el argentino Damien Rugna con su nueva película Cuando acecha la maldad. El responsable de Aterrados (2018) no escatima en escenas grotescas, insanas y explícitas en su relato de posesión demoníaca ambientado en la Argentina rural. Una road movie en la que la posesión demoníaca se contagia como un virus, en la que el demonio es carne -en la película se le llama "encarnado", no poseído- que espera el momento de nacer del cuerpo invadido y en la que los muertos se levantan para seguir matando. Definitivamente no es la típica película de posesiones.
Del mismo subgénero, el de posesiones, llegaba desde Australia El exorcismo en Eastfield, el debut del director Nick Kozakis. Es la historia de Lara, una mujer que sufre alucinaciones debido a un episodio traumático. Su desesperación y la presión de su marido, un fanático religioso, acaba con Lara en un "tratamiento" a manos de un exorcista alcohólico y despiadado que intentará salvar su alma sometiendo a Lara a unas sesiones de exorcismo brutales. Lo más terrorífico es que la historia está inspirada en un caso real.
Mencionar que el director J.A. Bayona, del que hablamos ya en la crónica del lunes, seguía en Sitges para un encuentro con el público a media tarde y para presentar La sociedad de la Nieve en la premiere de la noche en el Auditorio. Antes de la proyección J.A. Bayona ha recogido el Premio Màquina del Temps que otorga el festival por su carrera prolífica.