VAYA SUSTO
El rodaje de 'Jurassic Park' pudo haber acabado en tragedia según ha desvelado Sam Neill. El actor ha recordado el fenómeno que estuvo "muy cerca" de matar al elenco de la película mientras se encontraban grabando en Hawái: "Laura Dern me preguntó: 'Sam, ¿crees que podríamos morir hoy?' Le dije que sí".
Aquellos que hayan visto 'Jurassic Park' se acordarán del momento en el que una gran tormenta azota la isla Nublar la noche en la que el parque zoológico de John Hammond entra en caos.
Así, los personajes, con Alan Grant a la cabeza, se enfrentan a los dinosaurios más peligrosos del recinto, además del terrible aguacero. Lo que no sabían muchos fans es que en la vida real los protagonistas del film de Steven Spielberg también soportaron un temporal aún si cabe peor que el visto en la cinta.
Así lo ha revelado Sam Neill en sus memorias, tituladas 'Did I Ever Tell You This?', en las que ha relatado el temible huracán que podría haber matado al elenco de 'Jurassic Park', además de dejar preocupados a los fans por su cáncer, como te contamos en el vídeo de arriba.
"Casi morimos en las primeras semanas cuando estábamos filmando en Kauai, en el archipiélago de Hawái. Una mañana nos dijeron que nos quedáramos en el hotel y esperáramos a un huracán que llegaría más tarde ese día. Estaba en la playa con Laura Dern, que me preguntó: 'Sam, ¿crees que podríamos morir hoy?'", revela el actor de 75 años.
"A medida que esas enormes nubes negras se acercaban sobre el Pacífico, descubrí que tenía que decirle que, con toda honestidad, la respuesta era sí, pensé que podríamos", admite el intérprete en su biografía. "Resultó que estuvimos muy cerca", agregó.
El huracán no era otro que el llamado Iniki, de categoría 4, el cual se cobró la vida de 6 personas dejando tras de sí millones de dólares en destrozos.
"Nos llevaron a todo el elenco y al equipo a un salón de baile unas horas antes de que nos golpeara el huracán Iniki", escribe, además de recalcar que el ciclón destruyó por completo la isla y todos sus decorados.
"Creo que en tres o cuatro horas se fue, dejándonos rodeados por los restos de nuestro enorme hotel", señala Neill en su libro. "Estoy bastante seguro de que por eso nos salvamos de una gran marejada en nuestro salón de baile, que estaba a solo un par de metros sobre el nivel del mar, una marejada que probablemente nos hubiera ahogado a todos".