NECESITABA CHULETAS

John Travolta estaba tan cegado por la fama que el rodaje de esta película fue un infierno: "Afectaba a los demás"

El director de Cómo conquistar Hollywood (Get Shorty) ha desvelado lo complicado que fue dirigir a John Travolta en la película, ya que el actor estaba más preocupado por su fama que por su trabajo.

John Travolta siempre ha sido sinónimo de carisma y magnetismo en la pantalla, consolidando su lugar en Hollywood con papeles icónicos como el de Grease y Pulp Fiction. Sin embargo, su fascinación por la fama parece haber eclipsado, en ocasiones, su compromiso con la actuación.

Durante el rodaje de Cómo conquistar Hollywood (Get Shorty), esta obsesión por el estrellato lo llevó a depender de tarjetones gigantes para recordar sus líneas, lo que provocó tensiones y caos en el set, según ha revelado su director.

En sus memorias Best Possible Place, Worst Possible Time, el director Barry Sonnenfeld, quien también ha sacado a la luz una extraña anécdota de rodaje con Will Smith, ha confesado que Travolta estaba más preocupado por la fama y su estatus como estrella de cine que por su trabajo como actor.

"John no leyó el guion antes de que comenzara el rodaje, llegó tarde al set y no veía cómo sus acciones afectaban a los demás", asegura el director. Esta falta de preparación causaba que Travolta "se equivocara al decir sus líneas" o "las olvidara por completo", lo que hacía que el trabajo de Sonnenfeld fuera considerablemente más difícil.

John Travolta en Cómo conquistar Hollywood (Get Shorty) | MGM

El director también ha revelado que la situación generaba tensiones entre Travolta y su compañero de reparto, Gene Hackman, quien era todo lo contrario: "Gene era un profesional y memorizaba sus líneas antes de aparecer en el set".

"John, por otro lado, probablemente no había leído el guion desde que su agente hizo ese lucrativo contrato", recuerda Sonnenfeld.

Esta falta de preparación se hizo evidente el primer día de rodaje, cuando Travolta preguntó a Hackman cómo había sido su fin de semana. Hackman respondió secamente: "Con ocho malditas páginas de diálogo, prácticamente pasé todo el fin de semana memorizando el trabajo de hoy". A lo que Travolta, despreocupado, respondió: "Eso es un fin de semana perdido".

John Travolta y Rene Russo en Cómo conquistar Hollywood (Get Shorty) | Getty

Sonnenfeld recuerda cómo la tensión crecía con cada error de Travolta, mientras Hackman descargaba su frustración en él: "Gene se sabía de memoria cada línea de diálogo. John no tenía idea de lo enfadado que estaba Gene. Sabía que nos esperaba un día muy, muy largo".

En medio de las tensiones, Hackman estalló en un ataque de ira contra Sonnenfeld, gritando: "¿Sabes qué? Corta la puta cámara. De verdad que no tienes ni puta idea, ¿verdad? Aceptas consejos de cualquiera... Recibes instrucciones hasta de tu puñetera esposa. ¿No tienes ninguna puta opinión propia?". A lo que Sonnenfeld, tratando de mantener la paz, respondió: "Oye Gene, si te ayuda gritarme durante toda la película, hazlo. No me molesta en absoluto, así que sigue gritando. Sé que no estás enfadado conmigo. Estás enfadado con John por no saber sus líneas".

John Travolta en Cómo conquistar Hollywood (Get Shorty) | MGM

Para aliviar la situación, Sonnenfeld terminó recurriendo a "tarjetones gigantes" para que Travolta pudiera leer sus líneas. "Nunca había hecho esto antes ni después, pero me ayudó", confiesa. Hackman, quien ya había perdido la paciencia, incluso bromeó en una escena señalando las tarjetas y diciendo: "Justo aquí, John. Justo en la parte superior de tu chuleta".

A pesar de los conflictos, el proyecto consiguió seguir adelante, aunque dejó claro que trabajar con Travolta fue un desafío considerable debido a su obsesión con la fama más que con la actuación.