GIRO 360
Su desnudo integral sobre las tablas cuando aún era menor captó la atención mediática. Pero, aparte de eso, 'Equus' supuso un atrevido y certero paso en la carrera de Daniel Radcliffe hace quince años.
La foto de Daniel Radcliffe con los brazos abiertos y el torso al aire delante de un caballo blanco recorrió el mundo en 2007. Y no solo por esta imagen sino por lo que había detrás:la estrella de 'Harry Potter'protagonizaba 'Equus', su primera obra en el West End londinense, y en ella el público podía ver su desnudo integral. Tenía solo 17 años -por tanto, era menor de edad- y aún seguía trabajando en la popular saga de magia familiar, que preparaba para ese mismo año el estreno de su quinta entrega, 'Harry Potter y la Orden del Fénix'.
Pero no solo se trataba de un desnudo. La premisa de la obra de teatro también rompía con la imagen cándida del pequeño Potter: Radcliffe daba vida a Alan Strang, un joven perturbado que deja ciegos a seis caballos con una estaca y que posteriormente trabaja con un psiquiatra para descubrir el origen de psicosis (interpretado este, curiosamente, por otro actor asociado a la franquicia de J.K. Rowling, Richard Griffiths, que dio vida en la ficción a su tío Vernon Dursley). Ahora, quince años después, el texto de Peter Shaffer ha vuelto a las tablas en España con Álex Villazán ('Skam España', 'Alma') en el papel de Alan.
Cuando Daniel Radcliffe tomó el papel (y lo hizo famoso a escala global) también se trataba de una reposición del espectáculo. Peter Shaffer había escrito la obra en 1973, tras escuchar el caso real de un adolescente que había dejado ciegos a varios caballos en la pequeña localidad de Suffolk, aunque en lugar de ceñirse a los hechos lo tomó como punto de partida e inventó una suerte de investigación psicológica. Ese mismo año, y hasta 1975, la obra se programó en el Royal National Theatre y en 1977 tuvo incluso una adaptación cinematográfica dirigida por Sidney Lumet que recibió tres nominaciones a los Oscar y consiguió un BAFTA y dos Globos de Oro.
Pero el éxito de la versión con Daniel Radcliffe fue mucho más allá. No solo acaparó la atención mediática por la ruptura del actor con su imagen angelical (algo que siempre despierta interés; véase: chicas Disney que se meten en problemas), sino que arrasó en taquilla: tras su éxito en Londres dio el salto a Broadway al año siguiente generando 3 millones de dólares solo con la venta anticipada de entradas. Por supuesto, parte de ese interés venía de la mano de la controversia: los medios recogían las palabras de madres y padres a los que no les parecía bien que el héroe de sus hijos saliese en pelotas en el teatro y llamaban al boicot de la obra o, incluso, de la siguiente película de Harry Potter.
Por su parte, Radcliffe se limitó a contestar que lo estaban "tratando como si fuera pornografía y no lo es", a la par que aseguró ser consciente de que habría espectadores que iban al teatro solo por verle la varita mágica en directo, aunque eso no fuese lo importante de la obra. De hecho, la escena del desnudo es todo menos sexual: es el momento en el que Alan se muestra más vulnerable, algo que el personaje ha estado evitando todo el tiempo. Años después, en 2016, a propósito del fallecimiento de Peter Shaffer, Daniel comentó que 'Equus' "sigue siendo una de las cosas más importantes y valiosas que he hecho en cuanto a todo lo que aprendí de ello. Siempre estaré agradecido a Peter por confiar en mí para interpretar a Alan Strang en aquel momento en el que tenía poquísima experiencia sobre el escenario".
Más allá de la polémica mediática y del éxito de taquilla, 'Equus' debería recordarse como un paso muy valiente y arriesgado en la carrera de Daniel Radcliffe, que sentó las bases de lo que querría hacer (y haría) al margen de un rol tan brillante y pesado como el de Harry Potter. Él no solo era una estrella infantil, era un actor con ambición por crecer, modestia para hacerlo y muchas ganas de aprender y probar cosas diferentes. La crítica estuvo de su lado. También su compañero de reparto en la obra y las cintas, Richard Griffiths, quien comentaba en 2008los avances de Daniel: "Si miras las películas, ves que hay una progresión desde un niño agradable y amable que recibe instrucciones meticulosas a alguien que asume cada vez más el control del personaje".
El veterano actor, además, hablaba de lo difícil que era el salto que el joven estaba dando: "Cuando tienes a alguien que ha sido una estrella muy famosa y con poder que tiene que hacer la transición para convertirse en un actor que trabaja, es frecuente que no tenga nada que ofrecer salvo que se le diga qué hacer. Cuando se les ofrece un personaje adulto, escupen el diálogo de forma inexpresiva y tienen terribles problemas de estatus. Sin embargo, en el momento en que te conviertes en un miembro junior de una compañía de teatro, eres un burro de carga como lo es cualquier otro. Él hizo una amplia investigación para el papel y pasó mucho tiempo pensando en ello. Tiene una mente ultrarrápida y capta las cosas al momento". Daniel Radcliffe se arriesgó con 'Equus' y le salió bien la jugada.
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