MURIÓ EN 2002 A LOS 72 AÑOS
El icónico actor de Hollywood, Richard Harris, tuvo una vida llena de excesos. Ahora, sus propios hijos muestran la etapa más oscura de la vida de su padre en un documental en la que relatan sus abusos con las drogas, la bebido o el sexo.
Richard Harris es toda una leyenda de la historia Hollywood, el emblemático actor tuvo un largo recorrido profesional a sus espaldas en la industria cinematográfica. Desde clásicos como 'Camelot' en 1967, pasando por la intrépida cinta de 'Los viajes de Gulliver' en 1977 hasta la icónica película 'Gladiator' estrenada en el 2000.
Sin embargo, en sus últimos años de carrera fue reconocido por interpretar al entrañable Dumbledore en las dos primeras películas de la exitosa saga de Harry Potter, antes de morir a los 72 años a causa de un cáncer linfático en el 2002.
El actor estuvo casado con la actriz Elizabeth Rees-Williams, con quien se divorció a los 12 años de matrimonio y con la que tuvo tres hijos: el director de cine Damian Harris, el actor de 'The Crown' y protagonista de 'Chernóbil' Jared Harris y el pequeño de ellos, el también actor Jamie Harris.
Sin embargo, a pesar de tener una familia y una estabilidad en su carrera profesional, Harris llevó una vida llena de abusos. Él mismo admitió en 1960 lo siguiente: "Soy una persona excesiva. Puedo resistir mi primer trago pero no el segundo". Hasta llegó a confesar que "cuando bebía, devoraba alcohol. Cuando tomaba coca, devoraba coca. Cuando me dedicaba a mis hazañas amorosas, devoraba mujeres".
Ahora se ha estrenado 'The Ghost Of Richard Harris', un documental donde se habla sobre la vida de excesos que tuvo Harris a pesar de estar en los más alto de su carrera profesional. En él, son sus propios hijos quienes hablan abiertamente de su padre y de la cara más oscura de su vida.
El hijo menor del cineasta, Jamie, describe diversos capítulos de su niñez con su padre: "Entré en su habitación y era como una escena de 'Scarface'. Dejó caer la libra de cocaína en la alfombra y se abrió de golpe y su cara estaba justo en el medio. Era impredecible".
Por otro lado, Jared, el más conocido de los tres hermanos, recuerda cómo su padre se metió en una pelea en un bar a los 70 años: "Mi padre golpeó al tipo con un puñetazo. Dejó su Guinness y luego saltó noqueándole. El hombre se quedó inconsciente en el suelo y su novia le dijo 'has matado a mi novio'". "Entonces mi padre le arrojó la Guinness a la cara y, cuando el tipo comenzó a despertarse se dio cuenta: 'No voy a ganar la segunda ronda, tengo que salir corriendo de aquí', termina explicando.
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