ASÍ ES EL HOTEL STANLEY
Stephen King viajó junto a su familia a un tranquilo hotel de Colorado en el que fueron los únicos huéspedes durante un fin de semana. El escritor vivió una noche llena de sobresaltos y llegó a comentar que escuchaba voces de niños. El lugar era el Hotel Stanley y en él se inspiró para crear 'El Resplandor'.
Stephen King se alojó por casualidad en uno de los lugares más fantasmagóricos de Estados Unidos. Como si del destino se tratara, el escritor viajó con su familia para pasar la festividad de Halloween en el Hotel Stanley, siendo los únicos huéspedes durante toda su estancia.
El hotel, que inspiró la novela de King que le dio la fama y en la que está basada la película de Stanley Kubrick, ya era conocido por sus leyendas de fantasmas. Todo comenzó cuando en 1911 una de las camareras se electrocutó en la habitación 217 dando lugar a una serie de fenómenos paranormales que llegaron después. Con los años, tanto los huéspedes como el personal se convencieron de que en el establecimiento pasaban cosas extrañas. Ropa que salía de la maleta por arte de magia, luces que se encendían solas y extraños ruidos de niños que no tenían explicación.
Años después, el propio escritor Stephen King ha contado que durante su estancia escuchó sonidos de niños riéndose. La familia del escritor se alojó justamente en la 217. King recuerda que tras esos sucesos y su repentina visita al bar del hotel, (que serviría de inspiración para una de las míticas escenas interpretadas por Jack Nicholson en la película de Kubrick), supo que tenía el libro en su mente.
El Hotel Stanley fue construido por el empresario Freelan Oscar Stanley a principios de 1900. Situado en Estes Park, Colorado, el establecimiento fue ideado como un hotel moderno al que acudir para respirar el aire puro. El resort con el tiempo adquirió la fama de fantasmagórico, hasta el punto de que se dedican a atraer gente de esta forma, reconociéndolo como uno de los sitios más activos de elementos paranormales de toda la nación.
Probablemente no haya nada de mágico en el Stanley, pero el lugar da miedo de verdad y tiene tanto encanto que merece la pena hacer una visita y pensar, que las gemelas a las que dio vida Kubrick, pueden hacerte un tour por los pasillos del establecimiento.