EN EL SET DE MARTY SUPREME
Han salido a la luz unas sorprendentes fotos de Gwyneth Paltrow besando a Timothée Chalamet que han desatado una ola de comentarios en redes sociales. No solo por la intensidad de la escena, sino porque Timothée es el crush de su hija Apple Martin.
La película Marty Supreme ha empezado a captar la atención de la audiencia, especialmente tras la publicación de unas fotos filtradas del set, en las que Timothée Chalamet aparecía irreconocible con un look totalmente diferente. Luciendo un bigote y un peinado retro, Timothée sorprendió a sus seguidores por su transformación para interpretar a un personaje inspirado en el legendario jugador de ping pong Marty Reisman. Este cambio físico, junto con la expectación generada por su nuevo proyecto cinematográfico, puso a la película en el radar de los medios y de los fans del actor.
Pero lo que realmente ha encendido las redes sociales y ha creado un alboroto son unas fotos todavía más recientes de la película, en las que Timothée Chalamet y Gwyneth Paltrow protagonizan una tórrida escena de besándose como parte de la película.
Estas imágenes íntimas han provocado una avalancha de comentarios, ya que Timothée no solo es compañero de reparto de Paltrow, sino que es el crush de su hija, Apple Martin. Lo más irónico es que fue precisamente Apple quien animó a su madre a aceptar el papel en Marty Supreme, al enterarse de que Chalamet sería el protagonista.
Gwyneth Paltrow, quien había estado fuera del foco mediático en cuanto a su carrera actoral, había dejado clara su preferencia por centrarse en su marca de bienestar Goop. Sin embargo, la insistencia de su hija cambió sus planes, y decidió volver a la gran pantalla después de varios años de ausencia.
Aunque Gwyneth no tenía previsto retomar su carrera en el cine, su participación en esta película ha sido vista como un guiño a los deseos de su hija, quien no oculta su admiración por el actor desde hace tiempo.
Este inesperado "triángulo amoroso", junto con la combinación de una historia inusual en el mundo del ping pong, una estética retro y un inesperado triángulo personal ha hecho de Marty Supreme una película que, de manera imprevista, está en boca de todos.