PAPELES HECHOS PARA ÉL
Michael J. Fox ha hablado del Párkinson que padece desde hace 30 años, y de cómo esta enfermedad ha condicionado sus últimos papeles por la dificultad para memorizar guiones que le conlleva.
Michael J. Fox, que despuntaba en los 80 con películas como 'Teen Wolf' o la mítica saga 'Regreso al futuro', vio a los 29 años cómo su vida y su carrera daban un vuelco al ser diagnosticado con Párkinson.
A sus 60 años, ha aprendido a vivir con la enfermedad, a cuya investigación ha contribuido de forma muy significativa a través de su fundación, que ha recaudado cientos de millones de dólares para la causa.
En sus recientes memorias 'No time like the future: An optimis considers mortality' la estrella comentaba lo que ha supuesto para él el Párkinson en su vida, cómo lo ha encajado y los problemas a los que le ha llevado en ocasiones, como la bebida o un tumor que volvió su situación irreversible.
A todas las declaraciones que este libro recoge se suma una entrevista que ha concedido recientemente a Mike Birbiglia en su podcast Working Out, donde ha comentado cómo los síntomas del Párkinson han influenciado el tipo de papeles que decide coger.
Hace especial referencia a su último papel destacado, en 'The Good Wife' y después, en 2020, en el spin-off 'The Good Fight', donde seguía interpretando a un abogado que usa sus problemas neurológicos para manipular a los jueces: "Cuando hice 'The Good Fight', ya no podía recordar mis diálogos. Me quedaba en blanco, no podía recordar las líneas".
También ha recordado otras épocas, como en la serie 'Enredos de familia', donde se dio a conocer, y cuando la memoria no era un problema para él: "Yo llegaba y decía 'Estoy dentro, Mallory, cuelga el teléfono'. Me lo sabía al momento, y siguió siendo así para mí".
Del mismo modo recuerda el drama bélico 'Pecados de Guerra': "Tenía como 70 páginas de diálogo en una película de Brian De Palma, sabiendo que una steadicam súper cara dependía de que yo me supiera las líneas, y ni una gota de sudor en mi frente por ello".
A pesar de las dificultades en la memorización que conlleva su enfermedad, el actor reconoce que supo encajar esa nueva situación cuando empezó a volverse un problema. Y se refiere en concreto a la serie 'Designated Survivor', que protagoniza Kiefer Shuterland, y donde Michael J. Fox tuvo un papel secundario: "Eran todo términos legales y yo no podía quedarme con ellos. Pero lo bueno fue que no entré en pánico. No me volví loco ni me asusté por ello. Simplemente dije 'Bueno, es lo que hay. A seguir'".
De esta forma, Michael J. Fox ha sabido conllevar el último de los problemas que el Parkinson le causa en su vida y en su carrera, y ya no acepta papeles que requieran muchas líneas: "No puedo memorizar 5 páginas de diálogo. No puedo hacerlo. Así que me voy a la playa".
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