RECUERDOS DEL RODAJE
Kate Winslet ha contado cómo fue realmente la famosa escena de Jack y Rose abrazados en la proa del Titanic. Su beso con Leonardo DiCaprio no fue el sueño que todos imaginábamos.
Una de las películas más importantes de los últimos tiempos ha sido Titanic. La estelar pareja que formaron en pantalla Kate Winslet y Leonardo DiCaprio ha pasado a la historia gracias a su química y a la impecable dirección de James Cameron. Años después, sigue habiendo mucho por contar de la cinta, como se puede ver en el vídeo de arriba.
Kate Winslet ha hablado en varias ocasiones sobre cómo le afectó alcanzar tanta fama con Titanic, pero lo que no había hecho era comentar en vivo la escena más famosa de la película. En una entrevista con Vanity Fair recordando su carrera, a la actriz le han puesto en directo el último atardecer de Jack y Rose en la proa del barco abrazados diciendo la famosa frase de "¡Estoy volando!". Entre risas, no ha podido evitar dar detalles del rodaje.
"Dios mío, es todo un romántico, ¿no? No es de extrañar que todas las jóvenes del mundo quisieran ser besadas por Leonardo DiCaprio. No fue tan bueno como parece", ha comenzado diciendo Winslet.
"En esa escena nos besábamos y yo tenía mucho maquillaje y tenía que repasarlo entre tomas porque terminaba luciendo como si hubiera estado chupando una barra de chocolate con caramelo después de cada toma. Se me quedaba pegado el maquillaje de él. Y a él parecía que le faltaba un poco en la cara. Oh Dios, fue un verdadero desastre", ha dicho Kate.
"Esto se grababa en una sección que no era parte del conjunto real del barco que teníamos. Teníamos que subir una escalera para llegar a esta sección. Los de peluquería y maquillaje no podían llegar hasta nosotros. Algo que no sabíais, porque Leo parece súper natural, es que tuvo que llevar mucho maquillaje de bronceado falso. Escondí su maquillaje, sus brochas, su esponja y mi maquillaje, mis brochas y mi esponja para volvernos a maquillar entre toma y toma", ha contado explicando que lo escondía en su vestido ante la imposibilidad de que les ayudase el equipo. Era "bastante divertido estar riéndonos y cubiertos el uno con el maquillaje del otro", ha comentado.
Además, ha querido decir que se dio en la rodilla con la barandilla y que de las risas les costó mucho rodar la escena completa: "Esto fue una pesadilla. Leo no podía dejar de reírse y tuvimos que volver a grabar esto unas cuatro veces porque James Cameron quería una luz muy específica para esto, obviamente, y las puestas de sol cambiaban constantemente en donde estábamos".
"Me siento muy orgullosa de Titanic, es una película que sigue dando. Otras generaciones enteras de personas están descubriéndola o viéndola por primera vez y hay algo extraordinario en eso", ha dicho la intérprete.
Lo malo es que mucha gente le pide que recree la famosa escena del atardecer si la ven en un barco: "Me vuelve loca, siempre me la piden".
"A veces sí lo hago y a veces no", ha terminado por confesar.