PADRES ADICTOS A LAS DROGAS

Jada Pinkett habla de su pasado vendiendo drogas y el peligro al que se expuso para poder sobrevivir: "Hice daño a mucha gente"

Jada Pinkett Smith se ha sincerado sobre su complicada infancia revelando que vendió drogas siendo tan solo una adolescente para poder sobrevivir y ser independiente ya que sus padres apenas pudieron cuidar de ella porque eran adictos a las drogas.

Si hay algo que caracteriza a Jada Pinkett Smith es la sinceridad con la que habla de los aspectos más íntimos de su vida privada junto a su familia, revelando detalles sobre su matrimonio con Will Smith, con quien ha estado 7 años haciendo vida por separado, o revelando detalles tan privados como que consume drogas psicodélicas junto a sus hijos, como puedes ver en el vídeo de arriba.

Dicha sinceridad se ha vuelto más plausible a raíz de la publicación este 17 de octubre de su libro de memorias titulado Worthy donde la actriz ha relatado complicadas experiencias del pasado como su dura etapa lidiando con la salud mental.

En esta ocasión y durante una entrevista para People, Jada ha vuelto a abrirse en canal relatando la difícil infancia que tuvo que vivir y confesando que llegó a vender drogas durante su adolescencia.

La infancia de Jada estuvo marcada por unos padres ausentes ya que se encontraban incapacitados para cuidarla debido a su adicción a las drogas, por lo que la actriz tuvo que pasar gran parte de su infancia junto a su abuela materna. "Cuando no eres la prioridad de tus padres no sabes cómo ser una prioridad para ti mismo. Mis padres eran adictos a las drogas", ha confesado. "No tener una base saludable, como descubrí en mi edad adulta, tuvo algunos efectos realmente fuertes con respecto a cómo me veía a mí misma".

Con el tiempo, Jada ha asumido que, aunque "nuestros padres no son responsables de nuestra integridad", la ausencia de los suyos hizo que "no supiera cómo crear límites saludables, cómo crear relaciones saludables".

Sin embargo, su abuela se convirtió en una persona muy importante en su vida y junto a ella aprendió varias lecciones para lograr comprender a los demás. "Mi abuela pensaba que era muy importante que yo pudiera relacionarme con cualquier persona y sentía que yo necesitaba estar completa para poder hacerlo", ha afirmado. "Entonces, ya fuera leyendo libros o pasatiempos, o entendiendo diferentes tipos de religión, ella quería que yo siempre tuviera un punto de entrada para poder tener puntos en común con otra persona".

"Ella también me enseñó a nunca depender de un hombre por placer o por dinero. Ella dice: Tu placer te pertenece y que no hay que depender de un hombre para las finanzas", ha compartido la actriz.

Para después explicar cómo llegó a vender drogas cuando era joven: "Sabía que tenía que cubrir cualquier cosa que necesitara. Decidí vender drogas", ha confesado contundentemente.

"Cuando era una niña, los traficantes de drogas eran los que tenían riqueza. Eso es lo que considerábamos un éxito. Y para mí, considerando mis circunstancias en ese momento, mi madre no estaba bien. Era una adicta a la heroína de alto funcionamiento. No teníamos las cosas que deberíamos tener. La casa en la que vivíamos no estaba cuidada", ha afirmado Jada quien anteriormente también había intentado lograr dicha "libertad financiera" a través de "trabajos legítimos" trabajando como vendedora por teléfono y siendo vendedora en la tienda Gap con tan solo 12 años.

Jada Pinkett Smith y su madre Adrienne Banfield-Norris | Getty

A la búsqueda de la independencia, se unió el miedo a que su madre pudiera sufrir una sobredosis o ser arrestada, por lo que Jada tuvo que vendercrack para ofrecer estabilidad financiera y seguridad a su familia en una época en la que era casi imposible no entrar en contacto con la droga. En la década de los 80 en Baltimore, Jada ha relatado que "las drogas te iban a tocar y punto". "Podías consumirlos o podías venderlos, pero no había forma de estar en un ambiente como ese y que las drogas no te tocasen", ha afirmado.

"No estoy diciendo que esté bien, por supuesto, tengo ahora una mentalidad completamente diferente", ha confesado "Pero cuando vives en una zona de guerra, sólo piensas en sobrevivir, yo no estaba tratando de consumir drogas. Seguramente no iba a ser la novia de un traficante de drogas. Pero quería dinero para poder ser independiente. Quería cuidarme a mí misma".

La actriz ha añadido: "Es otra Jada, otra Jada que perseguiría a alguien por el callejón con una navaja porque le robaron 700 dólares o la Jada que vendía crack y luego le tendían una trampa y dos tipos entraban con nueve milímetros y le ponían una pistola en la cabeza".

"Era una solución en ese momento particular para sobrevivir", ha aclarado. "Y realmente me ayudó. Pero me puso en gran peligro e hice daño a mucha gente en el camino".

A pesar de ello, Jada ha confesado que durante aquella época ella y sus compañeros que también traficaban con droga consideraban que "estaban haciendo el bien" ya que con ese dinero podían ayudar a sus familias, pero más tarde se dieron cuenta de que eran "parte del problema también".

Willow Smith, Jada Pinkett Smith y Adrienne Banfield-Jones | Facebook/Jada Pinkett Smith

La madre de Jada, Adrienne Banfield-Norris era adicta a la heroína, aunque en ocasiones se sentía capaz de cuidar de su hija y mantenerse presente durante su crecimiento. A día de hoy, Adrienne se encuentra sobria e, incluso, ha participó regularmente en el programa de su hija, Red Table Talk. Por su parte, su padre, Robsol Pinkett Jr., quien también era adicto a las drogas, tan solo formó parte intermitente en la vida de su hija e incluso, llegó a tener un comportamiento abusivo junto a su familia. Robsol falleció en 2010.