CASI TERMINA CON ELLA
Georgie Henley, la actriz de 27 años que protagonizó la famosa saga 'Las Crónicas de Narnia', ha subido a las redes una foto liberadora en la que muestra las cicatrices que ha estado ocultando desde que contrajo fascitis necrosante, una enfermedad mortal también conocida como la "enfermedad carnívora".
La actriz Georgie Henley saltaba a la gran pantalla con el estreno de la película 'Las crónicas de Narnia: El león, la bruja y el armario' en 2005.
Con tan solo 9 años, Henley, daba vida a Lucy Pevensie, la pequeña de cuatro hermanos que descubre un mundo de fantasía a través de un armario. Fue tal el éxito de la película que más adelante se estrenaron otras dos entregas; 'Las crónicas de Narnia: el príncipe Caspian' (2008) y 'Las crónicas de Narnia: la travesía del Viajero del Alba' (2010).
La joven de 27 años ha estado durante años más alejada del ojo público, pues ya hace 12 que estrenaron la última cinta del universo de C.S. Lewis, y recientemente celebraron el aniversario varios de sus protagonistas como puedes ver arriba, aunque Georgie no asistió.
Ahora, muchos fans han vuelto a descubrir a Georgie a raíz de que la actriz haya contado la terrible experiencia que sufrió con una enfermedad mortal a los 18 años.
Lo hacía a través de un post en su Instagram en el que cuenta que estuvo ingresada por fascitis necrosante en el Hospital Addenbrooke en Cambridge.
"Estaba en mi sexta semana de universidad cuando contraje la enfermedad", cuenta en su publicación. "Se trata de una infección rara y castigadora que casi se apodera de mí", explica. La fascitis necrosante, también conocida como "enfermedad carnívora", consiste en una infección rara que puede llegar a ser mortal. La enfermedad puede contraerse por la infección de una herida cutánea.
"Me ha llevado mucho tiempo sanar tanto física, como mentalmente, pero esperaba que algún día hubiera un momento adecuado para hablar sobre lo que sucedió... Hoy es un comienzo", empieza escribiendo. "La industria de la que formo parte a menudo se centra en una idea muy estrecha de lo que se considera 'perfección' estética, y me preocupaba que mis cicatrices me impidieran conseguir trabajo", explica preocupada.
Sin embargo, la propia actriz es quien más adelante afronta la situación confesando que "mis cicatrices no son algo de lo que avergonzarse yno afectan mi capacidad como actriz". afirma tajante. "Estoy orgullosa de ser una persona que tiene cicatrices visibles en esta industria", agrega.
En la publicación, Henley confiesa que para evitar la amputación del brazo izquierdo, tuvo que afrontar "una operación médica invasiva agotadora y luego una extensa cirugía reconstructiva que resultó en una serie de injertos de piel y cicatrices".
"Me gustaría agradecer al Hospital de Addenbrooke por su atención excepcional", declara. "Gracias por último a cada persona que está leyendo esto y me ha apoyado a mí y a mi trabajo, realmente significa más de lo que pueden saber. Hoy estoy simplemente feliz de sentirme, por primera vez en mucho tiempo, finalmente libre".
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