EN UN MOMENTO CRÍTICO CON SUS HIJOS
Gary Oldman ha asegurado que participar en las sagas de Harry Potter y la trilogía de El caballero oscuro le salvaron en uno de los momentos más críticos de su vida.
Hay actores que han dado vida simultáneamente a varios personajes icónicos, elevando su leyenda entre los fans y siendo difícil distinguirles por sólo un papel. Así, Harrison Ford ha sido Han Solo en Star Wars y también Indiana Jones o Ian McKellen, Gandalf en El señor de los anillos y Magneto en X-Men.
Otro ejemplo es Gary Oldman, que durante los primeros años del siglo XXI interpretó a Sirius Black en varias películas de Harry Potter y al comisario Jim Gordon en la trilogía de El caballero oscuro, de Christopher Nolan.
El actor británico ya gozaba de gran fama cuando le llegaron estos trabajos, encarnando, sobre todo, a villanos en cintas como Drácula, Hannibal, Léon o Air Force One. Pero en 2004 su suerte cambió y puso cara al querido padrino de Harry Potter en El prisionero de Azkaban hasta La Orden del Fénix, de 2007, donde moría a manos de Bellatrix Lestrange.
Entre medias estrenó Batman Begins, siendo el aliado de Bruce Wayne en la policía de Gotham, rol que prolongaría en 2008 con El caballero oscuro y en 2012 en El caballero oscuro: La leyenda renace.
Así las cosas, según ha confesado el propio intérprete en The Drew Barrymore Show, estas películas le salvaron en uno de los momentos más complicados de su vida.
"A los 42 años estaba divorciado y tenía la custodia de mis hijos y eso, en sí mismo, era difícil porque hubo un cambio en la industria donde se filmaban muchas producciones en Budapest, Praga, Australia, ya sabes, todos estos lugares", recordó el actor de 65 años.
Oldman destacó que por ello tuvo que rechazar "muchos trabajos" para poder estar con sus hijos: "Gracias a Dios por Harry Potter. Te digo que las dos, Batman y Harry Potter, realmente me salvaron, porque significó que podía hacer la menor cantidad de trabajo por la mayor cantidad de dinero y luego estar en casa con los niños", señaló el ganador del Oscar sobre sus hijos Alfie, Gulliver y Charlie y de su hijastro William.
"Ahora he recibido un verdadero regalo: ser el padre que imaginé que podría ser con el primer niño, Alfie, y por eso tengo la oportunidad de reparar esto y cambiarlo", explicó sobre la implicación en su paternidad.
La custodia la obtuvo no sin una lucha en los tribunales después de su divorcio de Donya Fiorentino, con quien estuvo casado de 1997 a 2001, ya que Oldman fue acusado de agresión doméstica, aunque el juez no encontró nunca indicios y sus hijos siempre le han defendido.