SEÑORES DE HOLLYWOOD
¿Dejar a tu esposa de toda la vida por una modelo de 22 años suena demasiado a cliché? No para los hombres de Hollywood que repasamos en esta lista.
Si hay algo más clásico en Hollywood que un western, es la historia de un hombre que deja a su esposa por una chica más joven. El cliché del señor de mediana edad que se lía con su secretaria, por manido que suene, sigue a la orden del día y no son pocas las estrellas de la gran pantalla que se han visto envueltos en un lío así que, posteriormente, ha sido narrado de forma minuciosa por la prensa. Desde Sylvester Stallone a Jon Hamm, pasando por Sean Penn, repasamos algunos divorcios sonados con diferencia de edad como factor común.
La vida personal de Ewan McGregor no ha sido tan documentada, pero sí saltó a los titulares de la prensa con sorpresa en 2017: el actor de Obi-Wan Kenobi y su pareja, la productora francesa Eve Mavrakis ponían fin a un matrimonio de 22 años y con cuatro hijos en común, cuando tenían 46 y 51 años respectivamente. La razón era que McGregor había sido visto besándose con la actriz Mary Elizabeth Winstead, de 32, con la que había compartido reparto en la serie Fargo. Nunca se confirmó si hubo cuernos o no: él alegaba que el beso con Winstead fue posterior a la ruptura con Mavrakis, pero ella sospechaba lo contrario. En 2021 fueron padres de un bebé que se lleva 25 años con las hijas de McGregor.
En el caso de Kelsey Grammer, el protagonista de Frasier, lo que más sorprendió fue el poco tiempo que pasó entre un matrimonio y otro. En 1997, el actor se había casado con Camille Grammer (conocida también por su participación en el reality show The Real Housewives of Beverly Hills), la cual solicitó el divorcio en julio de 2010, cuando ella tenía 43 años y él 55. Muy poco después, se supo que Kelsey había propuesto matrimonio a una azafata de vuelo de 29 años, con la que se casaría en febrero del año siguiente, solo dos semanas después de que se completase el proceso de divorcio. Además, trascendió que Camille había acusado a su ex de abuso físico y verbal durante el matrimonio.
Noah Baumbach no es exactamente actor, pero su caso no puede ser más hollywoodiense. No solo tuvo un divorcio sonado en la prensa, sino que él mismo lo utilizó como material para un guion, el de la película Historia de un matrimonio que hizo para Netflix. Aunque él negase que aquello se basaba en su biografía, era evidente: Adam Driver daba vida a un director de teatro egocéntrico y Scarlett Johansson a una actriz que se siente ninguneada por su marido. Baumbach llevaba casi 10 años con la actriz Jennifer Jason Leigh, y poco después de conocer a Greta Gerwig -en el set de la película de su mujer- se divorciaron con un hijo de menos de un año. Greta y Noah empezaron a salir públicamente meses después y siguen juntos desde entonces.
El matrimonio entre Sean Penn y Robin Wright duró 11 años, hasta 2008, cuando tenían 48 y 43 respectivamente. Ambos estuvieron un tiempo separados y solicitaron el divorcio, aunque luego retiraron la demanda y siguieron juntos. Sin embargo, Penn empezó a salir con la modelo Petra Nemcova, de 28, cuando aún seguía casado con Wright, lo que provocó que se divorciasen definitivamente. Muy poco después, el actor comenzó una relación con Scarlett Johansson, de 26.
Retrocedemos ahora hasta los años ochenta para recordar el historial de divorcios de la estrella de acción Sylvester Stallone. Después de once años casado con Sasha Czack, entonces de 35 años, la dejó por una modelo de 22 años, Brigitte Nielsen, con la que se casó durante dos años y a la que también dejó por otra más joven, siendo Jennifer Flavin, de solo 19, su tercera esposa. No obstante, esta resultó ser la definitiva.
El historial amoroso de Tom Cruise siempre ha sido tan comentado (y también puesto en entredicho) como su carrera. Pero antes de ser una estrella, en 1987, ya estaba casado con Mimi Rogers. Dos años después de las nupcias, la fama de él se disparó y de repente aquello no encajaba publicitariamente hablando: era un hombre de 27 años de mucho éxito casado con una actriz no demasiado popular de 33. Si fue por esa imagen o no, no lo sabemos, pero Cruise dejó a Rogers en 1990 por Nicole Kidman, de entonces 22 años, a la que conoció en el rodaje de Días de trueno. Cuando terminó con Kidman, cuando ella tenía 34, empezó su relación con Penélope Cruz, de entonces 27.
Otro actor que ha dado mucho que hablar a la prensa por sus relaciones y sus batallas legales ha sido Mel Gibson. En 2009 se separó de su esposa, Robyn Moore, con la que llevaba casi tres décadas, cuando tenían 55 y 53 años. La causa fue que él había dejado embarazada a una pianista de 39 años, Oksana Grigorieva, de 39. Lo sonado de aquello no fue solo la ruptura, sino el juicio posterior: casados sin ningún acuerdo prenupcial, Gibson tuvo que darle a Moore la mitad de su fortuna, de unos 850 millones de dólares. Después, Grigorieva también tuvieron sus pleitos (con acusaciones cruzadas de caza fortunas y violencia) por la custodia de su hija y el actor siguió buscando mujeres más jóvenes. Así, en 2007 tuvo su noveno hijo con una mujer de 26 años, la saltadora ecuestre Rosalind Ross.
En la historia de Jon Hamm no se sabe hasta qué punto la fama cambió las cosas para un matrimonio de larga duración. 18 años había durado su relación con la también actriz y guionista Jennifer Westfeldt, en los cuales ella había sido más famosa que él. Pero todo dio un giro cuando, de la noche a la mañana, la serie Mad Men lo convirtió en el icono de la interpretación y el estilo preferido de Hollywood y muchos medios hicieron la típica broma de que estaba casado con una donnadie. Hamm, además, atravesó problemas de alcoholismo que le llevaron a una clínica de desintoxicación. Finalmente, concluyeron su matrimonio en 2015 y un tiempo después él comenzó una relación con su compañera de serie Anna Osceola, 17 años menor que él. No quedó claro hasta qué punto fue desencadenante o no del divorcio.