HOLLYWOOD PRISON
Repasamos una decena de casos de famosos intérpretes que estuvieron un tiempo a la sombra por diversas razones.
La vida de las estrellas de Hollywood (y alguna española) no siempre es color de rosa. De hecho, no pocas celebrities han cambiado las alfombras rojas y los sets de rodaje por las grises celdas de las cárceles norteamericanas por algún que otro delito grave.
Gente como Sean Penn, Robert Downey Jr. o Mark Wahlberg, entre otros que repasamos en este artículo, han pasado un tiempo en chirona, aunque la mayoría han conseguido saldar su deuda con la sociedad y reconducir el rumbo de sus vidas.
Cuando hablamos de famosos actores en la cárcel, probablemente uno de los nombres que primero nos vienen a la cabeza es el de Bill Cosby, el popular actor de comedia y antaño uno de los hombres más queridos de EEUU, que resultó ser un criminal sexual. En 2018, Cosby fue sentenciado a 10 años de prisión por drogar y agredir sexualmente a Andrea Constand en su casa en 2004 y, posteriormente, varias mujeres sacaron a la luz historias similares. No obstante, aunque su imagen quedó totalmente dañada, en 2021 su condena fue revocada y el actor fue liberado de prisión.
Otro de los actores de sitcoms más queridos de América, Tim Allen, pasó por la cárcel, aunque lo llamativo de su caso es que eso sucedió antes de hacerse famoso con Un chapuzas en casa. Allen fue arrestado en el aeropuerto de Michigan, en 1978, en posesión de algo más de medio kilo de cocaína. Tras declararse culpable de tráfico de drogas, podía haberse enfrentado a cadena perpetua, pero llegó a un acuerdo con la fiscalía a cambio de dar nombres de otros 21 traficantes con los que tenía relación. Finalmente tuvo una pena de tres a siete años, pero de esos solo cumplió dos años y cuatro meses.
También antes de la fama como actor y modelo de calzoncillos fue el arresto de Mark Wahlberg, por un incidente que ocurrió cuando él solo tenía 16 años. Cumplió solo 45 días de una condena de 90, por una agresión con arma letal a un hombre (aunque no terminó en fallecimiento) y posesión de sustancias. Su víctima, Johnny Trinh, posteriormente dijo públicamente que perdonaba al joven Mark por lo ocurrido.
La estrella de Marvel Robert Downey Jr., al que veremos próximamente como Doctor Doom en la nueva película de Los Vengadores, tiene un pasado tumultuoso. En 1999 fue condenado a tres años de cárcel por varios incidentes relacionados con drogas e incumplimiento de órdenes judiciales, aunque fue liberado en agosto de 2000, tras pasar algo menos de un año en chirona. Sin embargo, sus problemas no acabaron ahí y estuvo enganchado a la cocaína hasta 2005, época en la que recondujo su vida y su carrera.
Wesley Snipes, estrella especialmente en los años noventa gracias a títulos como Los blancos no la saben meter, Demolition Man o Blade, pasó dos años y cuatro meses encarcelado y otros tres de arresto domiciliario entre 2010 y 2013. ¿La razón? Un delito de evasión de impuestos. Debía al Servicio de Impuestos Internos de EEUU 23,5 millones de dólares de impuestos atrasados por ganancias de 2001 a 2006.
La actriz de Mujeres desesperadas Felicity Huffman, nominada al Oscar por Transamérica, tuvo una pena mucho más corta que otras estrellas citadas en este artículo: solo dos semanas en la cárcel. Eso sí, fue uno de los rostros más conocidos del escándalo de Varsity Blues, una red de fraude para colar a hijos de ricos con malas notas en buenas universidades. Huffman habría pagado 15.000 dólares para que su hija tuviese buenas notas en el SAT (el equivalente a nuestra Selectividad). La también actriz Lori Loughlin, de Padres forzosos, fue otra de las condenadas en esta trama.
Y 33 días fueron los que pasó a la sombra Sean Penn, tras una sentencia de 60 por haber pegado a un extra en el rodaje de la película Colors, en 1987. Lo curioso es que Penn ya se encontraba en libertad condicional cuando pasó aquello: un año antes había sido detenido por agredir a un músico en un club de Los Ángeles, supuestamente porque este había intentado besar a Madonna, por entonces pareja del actor.
Este caso sorprendió, no tanto por la fama del protagonista, que era un actor infantil y juvenil de series y pelis como Riverdale o El diario de Greg, sino por lo macabros que eran los hechos: Ryan Grantham asesinó a su madre de un disparo a sangre fría mientras ella tocaba el piano en su casa. Hace un par de años, la Corte Suprema de Columbia Británica, en Canadá, sentenció a cadena perpetua al muchacho, que por entonces contaba con 24 años. La sentencia contempla la posibilidad de libertad condicional tras cumplir al menos 14 años de prisión.
Otro caso reciente muy sonado fue el de Danny Masterson, conocido sobre todo por Aquellos maravillosos 70, que fue sentenciado a 30 años de prisión el año pasado, tras ser declarado culpable de violar a dos mujeres, 15 años de pena por cada una de las víctimas. Masterson también enfrentó un cargo de violación a tercera mujer, exnovia suya, pero el jurado no llegó a un acuerdo sobre este caso. Este juicio tuvo aún más polémica cuando se supo que las tres mujeres eran miembros de la Iglesia de la Cienciología, al igual que el actor, cuando ocurrieron los hechos a principios de los 2000, y aseguraron que cuando contaron lo que había sucedido la iglesia lo negó y fue contra ellas. También fue muy sonada la carta en su defensa de los actores Ashton Kutcher y Mila Kunis.
Entre los casos españoles, quizás el más famoso sea el de José Jiménez Fernández, más conocido por su nombre artístico, Joselito, o el sobrenombre de "el pequeño ruiseñor". Joselito protagonizó catorce películas durante su infancia, pero cuando creció y su voz cambió, la industria le dio de lado. Ya no era el niño que todos querían ver en pantalla. En 1991, fue detenido en Valencia en posesión de 78 gramos de cocaína, y aunque trató de defenderse diciendo que era consumidor y no traficante, fue condenado a cinco años de prisión por atentado contra la salud pública. Tiempo después, llegaría a decir que pasar por la cárcel fue lo mejor que le había pasado, ya que ahí superó la adicción y encauzó su vida.