EXMUJER DE BRUCE WILLIS

La dura vida de Demi Moore: Un infierno de infancia, violación, problemas con las drogas y tres divorcios

La intérprete de 'Ghost' vive ahora una etapa de tranquilidad, pero no siempre fue así. Tal y como contó en sus memorias, vivió una infancia terrible por culpa de su madre, lo cual le acarreó problemas para el resto de su vida.

La carrera de Demi Moore está llena de brillo. Títulos como 'Ghost', 'Una proposición indecente' o 'La teniente O'Neil' la convirtieron en una de las estrellas de Hollywood más queridas y una de las mejores pegadas de la década de los noventa (cuando cobraba unos 12 millones de dólares por película), pero su vida también está salpicada de etapas oscuras, desde una infancia muy complicada por culpa de su madre, hasta una adicción que superó durante un tiempo pero en la que recayó, pasando por los tres divorcios que han protagonizado portadas y portadas en la prensa internacional. Esta es la historia personal de Demi Moore que no brilla tanto como los premios y los momentos de alfombra roja.

La vida junto a su madre fue un infierno

Cuando Demi Moore nació, el 11 de noviembre de 1962, sus padres, Virginia y Charles, ya se habían separado y ella había rehecho su vida con otro hombre, Danny, quien la crio como si fuera su padre. De hecho, Virginia ocultó esta realidad a su hija, que descubrió de la existencia de su verdadero padre a través de una tía. "Se suponía que nunca debía de haberme enterado de que él existía. Él nunca estuvo involucrado en mi vida. Mi madre le dejó antes de que yo naciera, mientras estaba embarazada. Cuando nací, Danny estaba allí. Por eso, para mí, es mi padre", explicó a Vanity Fair. Pero esta mentira no era, ni mucho menos, lo peor de sus primeros años de vida.

Su familia se mudó incontables veces hasta asentarse en Los Ángeles y tanto Virginia como Danny eran alcohólicos. Un día, debido a la relación tóxica que mantenían, Virginia trató de suicidarse con pastillas y Demi tuvo que salvarla. Según recordó después, sintió que ese día terminó su infancia. Y no solo eso. A los 15 años, Demi fue sexualmente abusada por un hombre que afirmó haber pagado a su madre 500 dólares por ello, aunque nunca quedó del todo claro la realidad de la situación; Demi declaró que creía que su madre no la había intercambiado por dinero de forma directa, aunque había estado involucrada. En aquella misma época, Virginia y Danny rompieron su relación y, dos años después, él se quitó la vida. "Siento que él eligió lo que era mejor para sí mismo. Estaba pasando por tanto dolor... Lo acepto y lo quiero por lo que necesitase hacer. Creo firmemente que algunos de nosotros tenemos que morir para que otros vivan", dijo.

A pesar de todo, Demi Moore nunca llegó a desvincularse de su madre e intentó, ya más tarde cuando su carrera se había encaminado, ayudarla llevándola a rehabilitación, pero Virginia nunca llegó a finalizar su tratamiento. A los 54 años, Virginia murió de un cáncer y un tumor cerebral y Demi estuvo con ella para cuidarla y acompañarla: ella y su familia se mudaron a un motel en Nuevo México (por aquella época vivían en Roswell) para estar cerca de Virginia, lo que resultó una experiencia complicada para sus hijas, de 4, 6 y 9 años en aquel momento, y para su matrimonio con Bruce Willis que ya pasaban por un mal momento. Aquello se alargó durante tres meses.

Tres divorcios que pesaron mucho

"No quiero que suene a cliché, pero en realidad ha sido un proceso de aprender a quererme a mí misma, aceptar quién eres tal como eres", comentó la actriz en una intervención en la radio SiriusXM sobre sus tres divorcios y lo que supusieron para ella, "En mi caso, he cambiado yo misma tantas veces, una y otra vez, para encajar en lo que creía que otros querían de mí. Estamos condicionados a esforzarnos para ser deseados y parece que no debemos tener nuestros propios deseos". Afirmaba haberse perdido a sí misma en el tránsito por sus tres relaciones.

Su primer marido fue Freddy Moore, un músico de rock (conocido básicamente por su matrimonio con la actriz) con el que se unió a los 18 años y con el que estuvo cuatro años, quedándose con su apellido como nombre artístico. En sus memorias dijo que "podía enfrentarme el hecho de que me iba a casar solo para quitarme de la cabeza el duelo por la muerte de mi padre".

Un año más tarde de este primer divorcio, en el 85, Demi lograría su primer papel relevante en la cinta 'St. Elmo, punto de encuentro', y en 1987 conocería a su siguiente pareja, el también actor Bruce Willis. Se dice que se conocieron en la premiere de 'Stakeout', a la que ella acudió como acompañante de su entonces novio, el actor Emilio Estévez. Rompieron a las pocas semanas, ya que Demi y Bruce estaban enamorados y solo cuatro meses después de conocerse se dieron el "sí, quiero" en un hotel de Las Vegas. "Estábamos en un avión cuando Bruce dijo: 'Creo que deberíamos casarnos'. Habíamos bromeado sobre ello durante el vuelo, pero de repente no parecía que estuviera de broma", recordaba en sus memorias.

Un año después del enlace, ya tenían a su primer hija, Rumer, y la pareja fue abriéndose paso en Hollywood: en 1990 ella consiguió un bombazo con 'Ghost' y al año siguiente la pareja compartió pantalla en 'Pensamientos mortales', que también producían. Dos hijas más después y una década juntos, la pareja decidió separarse, aunque necesitaron dos años completos para aclarar su situación. En realidad, entre ellos se mantuvo una cordialidad que, con el tiempo, se transformó en una sólida amistad y apoyo mutuo.

Su tercer marido sería el también actor Ashton Kutcher, con quien comenzó a salir en 2003 y, finalmente, se casó en 2005. Su relación fue objeto de controversia en Hollywood porque ella era 13 años mayor que él, pero ambos trataron el asunto con la más absoluta normalidad. Disfrutaron de la que parecía una relación idílica hasta que en 2011 surgieron rumores de una infidelidad por parte de él (aunque más tarde revelaron que habían abierto su pareja a terceros). Dos años después, estaban divorciados.

Ashton Kutcher y Demi Moore | Gtres

En su libro, la actriz reveló que sufrió un aborto en sus primeros años y que eso le pesó mucho: "Fue mi culpa, estaba segura: si no hubiera abierto la puerta a la bebida, nunca habría perdido al bebé. Peor aún, todavía fumaba cuando descubrí que estaba embarazada y tardé algunas semanas en dejar de fumar del todo. Estaba atormentada por la culpa y convencida de que lo que había sucedido era culpa mía".

Demi y las drogas

Debido a la negligencia de su madre, Demi Moore comenzó a cuidar de sí misma pronto: primero trabajó como cobradora de deudas, luego lo intentó como modelo y, finalmente, probó suerte (y la tuvo) en la interpretación. Pero arrastraba una vida personal complicada y desde su juventud consumía alcohol en grandes cantidades y después también cocaína para sobrellevar su incipiente estrellato. La primera vez que fue a rehabilitación fue en 1985, gracias al director de 'St. Elmo, punto de encuentro', Joel Schumacher. Salió del paso y se mantuvo sobria durante casi veinte años, pero en su cuarentena comenzó otra vez a tomar, complicando su relación con sus hijas.

Bruce Willis con su exmujer Demi Moore, Ashton Kutcher y sus hijas, Rumer, Scout y Tallulah | Getty

Tallulah, la hija menor de Demi y Bruce, relató su vivencia en relación a este problema de su madre en el programa 'Red Table Talk', asegurando que "aparecía un monstruo" cuando estaba colocada. "Recuerdo que la ansiedad se apoderaba de mi cuerpo cuando notaba que sus ojos se cerraban un poco más o por la forma en que hablaba. Sabía que sería mucho más cariñosa conmigo si no estuviera sobria. Fue muy extraño y hubo momentos en los que me enfadaba. Recuerdo estar muy molesta y hablarle como a una niña. No era la madre con la que habíamos crecido".

Pero, afortunadamente, Demi Moore volvió a salir de aquel agujero, curó sus adicciones y rehízo los lazos con sus hijas. En ese mismo programa, Rumer explicaba: "Estoy muy orgullosa de su vulnerabilidad y creo que muchas mujeres la han visto —y al igual que yo como su hija la he visto— como una muestra de fortaleza y liderazgo. Lo que más respeto de ella es que nunca es la víctima en su historia. Ella asume la responsabilidad y es la primera en decirlo".