PAGÓ LA NOVATADA
Los actores, como el resto de los humanos, tienen momentos bochornosos en su vida que quizá no deberían contarle a nadie. Pero Colin Farrell no ha tenido problema en confesar cómo se preparó para su primera escena sexual en un rodaje y lo mal que acabó todo.
Una de las secciones del programa de Ellen DeGeneres anima a los famosos a contar sus intimidades más vergonzantes, y además con un toque solidario, ya que puede llevarse hasta 10.000 dólares para donar a una ONG, todo depende de lo fuerte que sea la confidencia en cuestión.
Todos conocemos a Colin Farrell y sabemos que no tiene pelos en la lengua, por lo que en su reciente visita al programa no ha tenido problemas en contar esto.
Corría el año 2000 y un joven Colin Farrell se encontraba rodando su primera película estadounidense, 'Tigerland'. Como él mismo ha contado "había una escena sexual y estaba muy nervioso porque era la primera vez que hacía una escena de sexo. Ahora son como un paseíto -la verdad es que no. Siempre son incómodas-. Así que fui a ver al director, Joel Schumacher, y yo llevaba una bata y nada debajo. Estaba tan nervioso que perdí la cabeza durante un segundo, me abrí la bata y le dije: '¿Es un poco...?' Porque tenía, como la mayoría de los hombres, lo que puedes llamar un 'arbusto retro' y la respuesta de Schumacher fue 'Oh'".
Así que Farrell, queriendo enmendar su aparente error de previsión, corrió a maquillaje y peluquería, pidió una maquinilla de afeitar, se fue a su caravana y empezó a afeitarse el vello púbico.
"Estaba nervioso y me depilé el lado derecho un poquito y, como tenía que igualarlo, me depilé el lado izquierdo. Pero me pasé un pelín, así que tuve que volver y depilar el lado derecho de nuevo. Me pasé otra vez y, a esas alturas, estaba sudando. Cuando terminé miré abajo y tenía una pequeña pista de aterrizaje, una preciosa, preciosa y pequeña pista de aterrizaje".