PARA INTERPRETAR A GLINDA
Ariana Grande se ha sincerado sobre cómo su experiencia con el cabello en Wicked la ha transformado de manera inesperada. Un desafío que, según la artista, la ha cambiado para siempre.
Ariana Grande siempre ha sido un icono de estilo y presencia escénica, y gran parte de su identidad ha girado en torno a su pelo. Desde que saltó a la fama, su característica coleta alta y voluminosa se convirtió en su sello personal, un símbolo de poder y elegancia que marcó una época.
Sin embargo, en los últimos años, la cantante ha experimentado con nuevos estilos y colores, alejándose de su clásico look castaño para explorar tonos rubios más luminosos. Este cambio se consolidó en su transformación para interpretar a Glinda en la esperada película Wicked.
En una entrevista con PEOPLE, Ariana se ha sincerado sobre las exigencias físicas de este papel y cómo las numerosas escenas con su peluca rubia terminaron "cambiándola para siempre". "Estaba, y todavía estoy, rígida", confiesa la actriz, refiriéndose al impacto que tuvieron los movimientos altivos de pelo que debía realizar como Glinda, la Bruja Buena de Oz.
Entre risas, ha explicado que su coprotagonista Jonathan Bailey incluso le preguntó si necesitaba fisioterapia: "He cambiado para siempre en muchos aspectos emocionales. Pero sobre todo mi columna vertebral. No está bien", ha agregado con humor.
"Me ha cambiado para siempre", ha reiterado Ariana, subrayando que las consecuencias de este papel van más allá de lo estético. Más que una simple transformación de pelo, su experiencia en Wicked refleja su compromiso absoluto con el arte, incluso cuando este exige más de lo que había anticipado.
Con este nuevo capítulo, Ariana Grande demuestra una vez más que no teme reinventarse, desafiando las expectativas y explorando nuevas formas de expresarse. Wicked no solo representa un gran paso en su carrera actoral, sino también un recordatorio de lo lejos que está dispuesta a llegar para dar vida a este icónico personaje.