SAM TAYLOR-JOHNSON
Aaron Taylor-Johnson se ha sincerado sobre muchos aspectos de su vida en un nuevo reportaje que llega justo cuando las críticas sobre la diferencia de edad en su matrimonio están circulando más que nunca por las redes sociales.
Aunque lleva trabajando toda su vida en la interpretación, el foco de atención en Aaron Taylor-Johnson parece haber explotado más que nunca esta semana con la noticia de que ha sido elegido como el nuevo James Bond.
Pese a que no se ha confirmado que el actor haya aceptado el papel, sí que la oferta se le ha hecho en firme. Desde entonces tanto medios como fans quieren saber más sobre la vida del atractivo actor que, aunque de sobra conocido en Hollywood, nunca ha sido materia de 'estrella protagonista'.
No era ningún secreto, pero se ha avivado el debate sobre su matrimonio con la directora Sam Taylor-Johnson, que le saca 24 años y con la que empezó cuando apenas estaba cumpliendo 18 y ella tenía 42. Y Aaron se ha pronunciado al respecto en un reportaje con Rolling Stone.
Aaron se convirtió en padre adolescente con las hijas de Sam de otra relación y pronto tuvieron otras dos propias, y el actor siempre habla de ser padre de "cuatro preciosas hijas".
Las hijas de Sam tienen 27 y 17 años (Aaron tiene 33), y sus hijas biológicas, Wylda Rae y Romy Hero, han cumplido 14 y 12 años. Con la hija mayor de Sam, Angelica, se lleva 7 años, mientras que con su mujer 24.
Ante el shock que parece suponer esto para el público, Aaron comentaba en la entrevista que lleva actuando desde que tiene 6 años y todo en su vida ha avanzado de forma precoz.
"Lo que tienes que entender es que lo que la mayoría de la gente estaba haciendo en sus veintes, yo lo estaba haciendo cuando tenía 13. ¿Que estás haciendo algo demasiado rápido para otra gente? No entiendo eso. ¿A qué velocidad se supone que tienes que disfrutar la vida? Me resulta muy loco", se queja, defendiendo su vida familiar.
El actor también cuenta que se acostumbró a que la gente le hablase como un adulto en esos rodajes profesionales, y le molestaban los profesores que luego le hablaban como a un niño. A los 15 ya había dejado el colegio.
Actualmente la familia vive en una granja en Somerset, a las afueras de Londres, rodeados de animales. Sam y Aaron continúan enamorados y hace dos años renovaron sus votos en el décimo aniversario de boda.
"Solo estoy intentando compaginar mi familia y mi trabajo. Estoy teniendo una vida normal, con citas al dentista. Mi carrera no es necesariamente secundaria, pero pienso en ella diferente cuando tengo que tomar decisiones", reflexiona también para el medio.
"Sam es en realidad una gran cineasta y una maravillosa contadora de historias. La gente pensará que no soy imparcial para decir esto, pero creo que cuando vean Back to Black, todos se van a dar cuenta de lo fantástica directora que es", asegura orgulloso sobre su esposa, que dirige el próximo biopic sobre Amy Winehouse.
Reconoce que es "difícil" colaborar más juntos por las críticas que reciben sobre su matrimonio, y es que Sam ha sido incluso acusada de 'grooming' en redes, a veces traducido como engaño pederasta.
"Me pongo protector, creo que es muy difícil. También hay una parte de mí que siente que, si algo no funcionase, soy el responsable".
Sobre llevar a casa el personaje, y más teniendo en cuenta que en su carrera abundan ciertos personajes masculinos tóxicos, añade: "Yo tiendo a absorber la atmósfera. Y es importante para mí quitarme eso y salir de esa piel cuando vuelvo a casa para abrazar a mis hijas por la noche", reconoce. Desde luego es todo un padre de familia.
Sobre los rumores de James Bond, que no puede evitar preguntarle, relata que le 'responde' con una "cara de poker".
"Solo puedo hablar de las cosas que estoy estrenando. Estoy aquí para promocionar esas".
El periodista insiste que debe ser un honor que se le asocie con 007; "y se me queda mirando en silencio. Se me escapa una sonrisa nerviosa".