Voy a ser madre: ¿Y ahora qué?

Si vas a ser mamá, lo primero de todo: ¡enhorabuena! Si ahora mismo sientes una mezcla de ilusión y miedo a partes iguales es totalmente normal, sobre todo si eres primeriza. Prepárate para un viaje increíble lleno de altibajos emocionales y físicos.

Pero tranquila, porque todas estas inquietudes son muy frecuentes y muchas mujeres que van a ser madres se sienten igual que tú. Por eso estoy aquí para ayudarte con algunos consejos como ginecóloga.

Elige un profesional de confianza

Primero, asegúrate de establecer una relación saludable con tu médico o matrona. Encuentra a alguien que te haga sentir cómoda y con quien puedas hablar abiertamente. Durante tus citas, no dudes en hacer todas las preguntas que tengas y discutir cualquier inquietud que surja.

Cuidados en el embarazo

En esta etapa es más importante que nunca cuidar tu alimentación y tener una dieta saludable y equilibrada. También es importante hacer ejercicio regularmente, pero no te preocupes, no tienes que convertirte en una atleta olímpica. Simplemente haz lo que puedas en función de cómo te vayas encontrando, incluso caminar un poco cada día.

Tu salud emocional es esencial

El embarazo puede ser una montaña rusa emocional debido a todos los cambios hormonales y también porque cuando nace un bebé, también nace una madre.

Surgen muchos miedos a los cambios, al pensar si sabrás hacerlo bien... así que busca apoyo emocional de amigos y amigas, familiares y grupos de apoyo.

Habla con otras mamás y escucha sus experiencias y consejos. A veces, solo necesitas saber que no estás sola.

Ves bien preparada al parto

A medida que se acerca el momento del parto, asegúrate de estar preparada. Toma clases de preparación para el parto, infórmate sobre las diferentes opciones de parto y considera escribir un plan de parto para comunicar tus preferencias de atención en ese día tan importante. Recuerda que el parto es la cita a ciegas más importante de tu vida.

Luces y sombras del posparto

Finalmente, prepárate para el posparto. A veces, puede ser difícil y agotador, pero no dudes en pedir ayuda cuando la necesites. Pide a tus amistades y familiares que te ayuden a cuidar al bebé para que puedas descansar. No te presiones para hacer todo sola.

Infórmate muy bien sobre qué tipo de lactancia quieres realizar para estar preparada en ese momento.

Recuerda que cada embarazo es único y que todos pasamos por diferentes experiencias, así que no te compares con otras mamás. Confía en ti misma y en tu instinto maternal. ¡Felicidades nuevamente!