CON BASE CIENTÍFICA
Información científica y contrastada para resolver todas las dudas acerca de la viruela del mono, una nueva infección que, en realidad, es una vieja conocida.
Se está hablando cada vez más de la conocida vulgarmente como viruela del mono, a colación de los brotes que han surgido en diferentes países europeos incluidos el nuestro.
No cabe duda que la reciente pandemia por Covid-19 nos ha dejado con el miedo en el cuerpo y el fantasma de una nueva pandemia que afecte a la población de forma masiva planea sobre nuestras cabezas.
En este artículo voy a intentar resolver como médico pediatra las dudas que surgen en torno a esta "nueva" infección con información científica y contrastada.
¿La viruela del mono es un virus nuevo?
No. La viruela de los monos es una zoonosis viral (enfermedad propia de los animales que incidentalmente puede transmitirse a las personas) causada por el virus de la viruela del mono. Los primeros casos humanos se identificaron en la República Democrática del Congo en 1970.
La mayoría de casos documentados hasta el momento se han producido en África occidental y central.
Produce síntomas similares a los observados en el pasado en pacientes con viruela, aunque clínicamente es menos grave y las tasas de mortalidad son muy bajas.
Desde la erradicación de la viruela en 1980 y posterior cese de la vacunación del virus de la viruela, esta variante se ha convertido en la más importante a nivel global. La novedad de este virus se debe a que es la primera vez que se notifican cadenas de transmisión en Europa, sin vínculos epidemiológicos conocidos con África occidental o central.
¿Cómo se transmite la viruela del mono?
La transmisión del virus de la viruela del mono requiere de un contacto muy estrecho con la persona infectada, lo cual supone menos riesgo de contagio fuera del ámbito familiar que otros virus (como el Covid-19).
Se transmite a través de:
Síntomas de la viruela del mono
La infección por el virus de la viruela de los monos suele ser una enfermedad autolimitada y la mayoría de personas se recuperan en varias semanas.
Hay que prestar especial atención a la infección en bebés y lactantes pequeños, embarazadas y personas ancianas e inmunodeprimidas porque pueden sufrir con más frecuencia complicaciones graves.
El cuadro clínico inicial suele incluir:
Entre 1 y 5 días después de la aparición de la fiebre se desarrolla una erupción, que a menudo comienza en la cara y luego se extiende a otras partes del cuerpo. Dicha erupción tiende a concentrarse más en la cara y en las extremidades que en el tronco con bastante afectación de palmas de las manos y plantas de los pies. También se ven afectadas las mucosas orales, los genitales y las conjuntivas oculares.
La erupción evoluciona progresivamente de manchas a granos, posteriormente vesículas (contenido acuoso), pústulas (contenido amarillento) y costras que se secan y se caen.
Los síntomas suelen durar entre 2 a 4 semanas.
Las complicaciones pueden incluir: infecciones bacterianas secundarias, neumonías, sepsis, encefalitis, infección de la córnea e incluso ceguera.
Se debe realizar un diagnóstico diferencial de otros cuadros víricos parecidos como la varicela o el herpes. La inflamación de los ganglios puede ser una característica clínica importante para distinguirlas.
Tratamiento contra la viruela del mono
En 2019 se aprobó una vacuna de tercera generación contra la viruela de los monos por parte de la EMA pero su disponibilidad actualmente es limitada y no está probada en niños.
En Reino Unido se están planteando utilizarla en personas de riesgo que hayan tenido contacto estrecho con un paciente infectado.
En 2022 se ha aprobado, también por la EMA, un tratamiento antiviral específico que no está comercializado en España y del que también hay una disponibilidad limitada.
¿Qué se puede hacer actualmente?
Pues a nivel de Salud Pública lo más importante en estos momentos es intentar una rápida detección de nuevos casos para cortar posibles cadenas de transmisión.
Para el diagnóstico, ante un caso sospechoso de infección por viruela de los monos se debe obtener una muestra de frotis de las lesiones cutáneas y derivarlo para su análisis al centro especializado.
Mientras tanto el caso sospechoso debe permanecer aislado y bajo vigilancia por Salud Pública. Se debe mantener el aislamiento hasta que todas las lesiones de la piel hayan desaparecido, incluidos convivientes.
¿La viruela del mono es una pandemia?
A día de hoy, los organismos sanitarios internacionales definen el problema como un brote y no como una pandemia.
Por ellos con los datos actuales, las comunidades científicas se ponen en alerta para poner en marcha los protocolos de detección y aislamiento de casos y para estudio de los contactos estrechos pero invitan a la calma puesto que estamos ante un virus conocido desde hace años, cuyas consecuencias son leves y la tasa de contagio es baja.
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