ALIMENTACIÓN
Comer bien requiere organización y tiempo y, a veces, ayuda extra. Y las verduras congeladas se han convertido en una parte fundamental de nuestra vida.
No sólo porque te permiten planificar un menú saludable sin salir de casa, sino porque ahorras dinero al no desperdiciar alimentos, no mover el coche y ganas tiempo en casa para lo que necesites.
Preguntamos a la doctora Margarida Ribó, especialista e investigadora en Nutrición y Dietética, y miembro de Top Doctors, por sus beneficios. “Los continuos avances y perfeccionamiento de la industria alimentaria en las técnicas de congelación permiten que hoy en día los alimentos congelados lleguen al consumidor con las máximas garantías de higiene, seguridad y calidad con la ventaja de que la congelación preserva el valor nutricional de los alimentos, detiene su proceso natural de degradación y evita el crecimiento en ellos de numerosos microorganismos patógenos”.
Beneficios y propiedades de los alimentos congelados
“El proceso de congelación no modifica prácticamente el valor nutritivo de los alimentos. Teóricamente, los alimentos frescos son más ricos en determinados nutrientes, como pueden ser las vitaminas, pero a menudo, estos alimentos no llegan al consumidor inmediatamente después de su obtención (recolección, captura, etc.) sino después de un periodo de distribución y comercialización más o menos largo durante el cual puede tener lugar cierta disminución del valor nutritivo y organoléptico ya que las vitaminas se pueden perder durante estos procesos”, nos cuenta. “Los alimentos congelados, siempre que la congelación haya estado correctamente efectuada, pueden presentar un valor nutritivo igual y hasta superior al de muchos alimentos frescos. La vitamina C es la que con más facilidad desaparece si se congelan frutas y verduras ya que su contenido puede verse reducido en un 15%. Sin embargo, en alimentos como la carne o el pescado, las alteraciones sobre proteínas, vitaminas y minerales durante la congelación son mínimas”, aclara la experta en nutrición.
“Durante años han sido el patito feo de la alimentación. Ahora son un cisne y claves en nuestra alimentación”, nos cuenta también Elisa Escorihuela, nutricionista, dietista y farmacéutica.
Lo que debes tener en cuenta a la hora de comprar alimentos congelados
-Comprar únicamente los paquetes que estén limpios y sin roturas.
-Rechazar los productos que presenten envases abiertos o deteriorados, envases con escarcha o aquellos en los que el producto no esté totalmente rígido, es decir, tenga síntomas de descongelación. Ello indica que en algún momento (transporte o almacenamiento) se ha roto la cadena de frío.
-Procurar que los alimentos congelados sean adquiridos al final de la compra a fin de que permanezcan el menor tiempo a temperatura ambiente.
-Comprobar que el producto esté bien etiquetado (denominación del producto, relación de ingredientes, peso neto, fecha de congelación o caducidad o consumo preferente, así como normas para la conservación y preparación del alimento).
-Es aconsejable utilizar una bolsa isotérmica para transportarlos. En este caso, no deben introducirse en la bolsa isotérmica otros productos junto con los congelados.
- Al llegar a casa guardarlos rápidamente en el congelador.
-Si al llegar a casa observa que los productos adquiridos empiezan a descongelarse, no deben volver a congelarse, sino que deben cocinarse lo antes posible.
Ventajas de comer alimentos congelados
- Seguridad e higiene. “Los alimentos congelados se encuentran en un estado en el que la degradación del producto es más lenta y mata a microorganismos y bacterias”.
- Frescura. “Si no se ha roto la cadena de frío los alimentos al descongelarlos mantienen todas sus cualidades en cuanto a sabor, olor, color, textura”.
- Buen valor nutritivo. “No necesitan conservantes ni sustancias químicas para mantener sus propiedades una vez congelados. Si un alimento ha sido adecuadamente congelado después de su recolección o captura se minimiza la pérdida de nutrientes preservando su valor nutritivo y organoléptico”.
- Universalidad. “La mayor parte de los alimentos se pueden congelar”, por lo que podrás comer lo que quieras de cualquier lugar del mundo casi.
- Economía. “Los alimentos previstos para congelar se recolectan en épocas de mayor oferta o abundancia, y esto hace que su precio de compra sea más competitivo”, el ahorro en el día a día es fundamental.
- Todo el año. “Permite disponer de alimentos de temporada durante todo el año. También para los niños, por lo que es una excelente opción para introducir alimentos que habitualmente rechazan como las verduras y el pescado”.
- Organización. “Debemos tener en cuenta que este proceso supone una buena y saludable opción y una gran ventaja a la hora de organizar nuestros menús semanales, y de este modo poder llevar una alimentación sana y equilibrada dentro de los agitados horarios de trabajo o estudios que tenemos actualmente”.