PAREJA
¿Cómo debe ser el sexo en una relación larga? Lo más probable es que, si te estás haciendo esta pregunta, tu vida sexual no sea para tirar cohetes. Te ayudamos a identificar por qué.
Puede que el sexo haya disminuido en vuestra relación, que haya pasado a un segundo plano o que simplemente se haya vuelto aburrido, incómodo o, en el peor de los casos, obligatorio. Que la vida sexual de cualquier pareja se ve reducida con el paso de los años es algo que asumimos sin más. Sin embargo, siempre hay formas de avivar la llama y entender las causas de ese cambio de intereses, ayuda.
Antes de entrar a describir las razones por las que el sexo pierde fuerza con el tiempo, cabe recordar que, si bien hacerlo suele mejorar las relaciones, su importancia depende de cada pareja. Existe un vínculo entre una buena vida sexual y una relación feliz, sí: la satisfacción sexual contribuye a la satisfacción de la relación, por así decirlo. El buen sexo puede incluso contrarrestar los efectos negativos de los problemas de comunicación que existen en la mayoría de las relaciones. Además, tener pocas relaciones sexuales de las que te gustaría puede hacer que tu relación sea menos estable y aumentar la probabilidad de ruptura. Vale.
Sin embargo, la importancia del sexo en una relación y la frecuencia estimada como satisfactoria, depende únicamente de las personas involucradas. Hay quien sencillamente no está interesado en el sexo y no lo necesita especialmente para tener una relación feliz. Lo importante es que tú y su pareja podáis hablarlo, reconocer cualquier discrepancia y encontrar formas de abordar las necesidades de cada uno.
El sexo disminuye en las relaciones largas porque comienza con un ‘hiperimpulso’
El comienzo de una relación tiende a involucrar mucha energía sexual porque es nuevo y estás explorando la intimidad física con alguien por primera vez. La novedad y la oleada de sustancias químicas de unión que nos hacen sentir bien cuando nos enamoramos explican por qué a menudo hay mucho sexo al principio de la relación. A medida que esas cosas desaparecen, las parejas se establecen en un flujo y reflujo más regular de deseo, que generalmente es más bajo que el ‘hiperimpulso’ sexual de la etapa inicial de conexión.
Es normal que a veces no tengas ganas de tener relaciones sexuales
El interés en el sexo va y viene por momentos, en función de una variedad de factores como el estrés, la falta de sueño, las fluctuaciones hormonales, los efectos secundarios de los medicamentos, los altibajos de la salud mental, la imagen corporal… y por supuesto, los problemas de la relación o los cambios de vida (un nuevo trabajo, una mudanza, un bebé). Es normal no tener ganas de hacerlo según la fase en la que nos encontremos. Y no debes juzgarte a ti mismo ni a tu pareja.
Los hombres también lidian con una libido más baja
A pesar de los estereotipos sociales, no todos los hombres quieren sexo todo el rato y muchos de ellos experimentan una disminución en su deseo sexual. Todos, hombres y mujeres, lidiamos con esto en algún momento, así que conviene no dar por sentado que siempre son las mujeres las que dejan de querer tener relaciones con el paso del tiempo.
El menor deseo sexual puede deberse a problemas de pareja más graves
El buen sexo, generalmente, significa una relación más feliz, y viceversa. La línea entre la satisfacción sexual y la satisfacción de la relación es bidireccional, lo que quiere decir que si no estás feliz con tu pareja, probablemente tampoco lo estés con tu vida sexual. Así que, si uno de los dos, o los dos, lleváis mucho tiempo sin tener intereses físicos, también puede ser porque estáis ocultando bajo la alfombra problemas subyacentes en la relación y quizás sea hora de abordarlos. Concéntrate en tener una buena relación, y el sexo volverá de manera natural.
Las parejas con una libido más baja no necesitan hacerlo
No hay que tener relaciones sexuales si no se quiere, ni siquiera por llevar mucho tiempo con tu pareja. Hacerlo cuando no lo deseas puede hacer que te sientas confundido o incluso resentido con tu pareja, y es menos probable que disfrutes del momento. Evita tener sexo solo para no sentirse culpable por decepcionar a tu pareja. En realidad, esto conduce a una insatisfacción sexual.
El sexo no tiene por qué ser espontáneo
El sexo programado puede ser igual de bueno si se produce una sensación de anticipación y acumulación de ganas. A ver, no se trata de poner la palabra ‘sexo’ en el calendario de la nevera. Y tampoco tiene que ver con aparecer desnudo así sin más cuando menos se lo espere. Diviértete fomentando el deseo sexual antes de la cita. Cualquier cosa vale para aumentar la energía sexual en una relación a largo plazo. Lo normal es que cuando se elimina la presión de tener relaciones, quede espacio para disfrutar de todos los demás tipos de placeres físicos que pueden hacerte sentir igual de bien, o mejor.
Solemos disfrutar del sexo una vez que empezamos, incluso si no estábamos de humor
El deseo es algo que cada uno experimenta de manera diferente. Algunas personas sienten lo que se conoce como deseo espontáneo, en el que de repente se encuentran animados para tener relaciones sexuales antes incluso de que haya tenido lugar la excitación. Pero para otras personas, el deseo sexual solo aparece después de que se activa la estimulación física. Esto se conoce como deseo de respuesta o deseo receptivo.
¿Qué significa esto exactamente? Pues que si no sueles tener ganas de sexo durante el día, no significa que no lo vayas a disfrutar una vez que lo tengas. Prueba a tener la mente abierta y la curiosidad activada. Puede que tengas oportunidad de excitarte físicamente cuando menos te lo esperas, y así volver a sentir ganas de hacer el amor.
El sexo es una exploración compartida, no una negociación
En el sexo no hay panel de puntuaciones. Las parejas con discrepancia en el deseo a veces caen en una dinámica en la que todo acaba resumiéndose en quién cede y con qué frecuencia, y esto puede crear una energía muy negativa en torno al sexo. La clave está en explorar juntos y ayudarse mutuamente a sentirse bien, a disfrutar.
A veces, ese tira y afloja que conlleva negociar con el sexo puede generar sentimientos de rechazo, aislamiento y culpa. Tres palabras mayores que debería ayudaros a traducir un terapeuta sexual.
El sexo en las relaciones largas puede ser guarro, apasionado y abundante
Fuera prejuicios y falsos clichés. Esas narrativas sobre la "decadencia de la pasión" en las relaciones a largo plazo muchas veces son una especie de profecías que nos obligamos a cumplir. Es decir, que cuando asumimos que la pasión disminuye en las relaciones con el tiempo, acabamos experimentando niveles de compromiso más bajos. No caigas en la trampa de creer que el deseo sexual se desvanecerá automáticamente a medida que avance tu relación. El deseo y el sexo no tienen por qué disminuir. Muchas parejas tienen vidas sexuales apasionadas y satisfactorias toda su vida, antes y también después de tener hijos. Porque cuanto más se conocen, más cómodos se sienten explorando juntos nuevas experiencias.