NUEVAS FAMILIAS
El verano puede ser un momento de alegría y diversión para muchos niños, pero para aquellos cuyos padres están divorciados, puede ser un periodo lleno de desafíos emocionales.
Separarse de mamá o papá por periodos prolongados puede ser difícil para los pequeños, quienes necesitan estabilidad y amor constante. Como asesora familiar y educadora emocional, entiendo lo crucial que es para los padres manejar el divorcio con sensibilidad y cuidado.
Aquí te comparto algunas estrategias y consejos para ayudar a tus hijos a sobrellevar mejor esta separación durante el verano.
Una comunicación efectiva entre los padres divorciados será fundamental. Mantener conversaciones regulares sobre los planes de verano, para asegurarse de que ambos padres estén en la misma página. Esto definitivamente, puede ayudar a evitar confusiones y permite a los niños saber qué esperar.
Recordemos siempre que las decisiones deben tomarse pensando en el bienestar de los hijos, priorizando sus necesidades emocionales por encima de cualquier desacuerdo entre los adultos.
Durante el verano los niños pueden beneficiarse de una rutina estructurada, incluso si están cambiando de hogar. Intentar mantener horarios consistentes para las comidas, tiempo de juego, descanso y actividades. Esto les proporciona en gran medida un sentido de seguridad y especialmente en tiempos de transición.
Así mismo, asegurarnos de que el ambiente en la casa del otro padre sea igualmente acogedor y familiar. ¿Cómo lo podremos lograr? Compartiendo información relevante sobre las rutinas y preferencias de tus hijos para facilitar la transición entre los dos hogares, así como mantener una actitud abierta y flexible para poder adaptarte a las necesidades cambiantes de tus hijos a medida que van creciendo y desarrollándose.
No siempre es algo sencillo, sin embargo, fomentar activamente la relación de tu hijo con el otro progenitor es algo que genera un sentido de bienestar y paz a los hijos. Habla positivamente sobre él/ella y anímales a comunicarse regularmente, ya sea a través de llamadas telefónicas o videochats.
En definitiva mostrar respeto y apoyo mutuo, fortalece la autoestima de los niños y les ayuda a sentirse amados por ambos padres, a pesar de la distancia física que pueda haber.
Es bueno planificar actividades especiales durante el tiempo que tus hijos pasen contigo. No es necesario gastar mucho dinero, vale con actividades simples como cocinar juntos, hacer manualidades o explorar la naturaleza pueden crear recuerdos duraderos y muy especiales. La clave es dedicar tiempo de calidad donde el enfoque esté en la conexión emocional y el disfrute mutuo.
Es muy normal que los niños puedan experimentar una gran variedad de emociones durante la separación de sus padres en el verano, así que, vamos a escuchar atentamente sus preocupaciones, miedos o tristezas, sin que se sientan juzgados. Validemos sus sentimientos y ofrezcamos consuelo. Si les permitimos expresarse libremente les estaremos ayudando a procesar sus emociones y fortalecer su capacidad para adaptarse a los cambios.
Si notas que tus hijos están teniendo dificultades significativas para adaptarse a la separación durante el verano, considera buscar la ayuda de una persona especialista como psicólogo especializado en familias divorciadas, ya que pueden proporcionar estrategias adicionales y apoyo emocional tanto para los niños como para los padres durante este período de transición.
En conclusión, manejar la separación de los padres durante este verano, va a requerir de paciencia, comprensión y colaboración mutua. Priorizar el bienestar de los hijos y mantener una comunicación abierta son pilares fundamentales para ayudar a navegar este priodo de éxito. Recordemos que nuestro papel de padres es fundamental en la creación de un ambiente seguro y amoroso, donde nuestros hijos puedan crecer y prosperar, incluso cuando los desafíos parezcan grandes.