Mejor, oídos sordos
Lo dijo mi ginecóloga nada más parir, y no se equivocó: “Prepárate, a partir de ahora todo el mundo sabe más que tú”. No era falso semejante enunciado, imagino que por su dilatada experiencia atendiendo a parturientas y bebés sabía bien de lo que hablaba. Sí, una vez traes una criatura al mundo (o adoptas, poco importa cómo sea la llegada de un hijo a tu vida), todo el mundo te hará sentir como que no sabes nada, que es lo que suele suceder si es tu primera vez en estos trances, aunque te hayas empapado de literatura al respecto. Pero ojo, también te sucederá aunque sea el segundo, tercero…
No solo eso, tendrás derecho a todo tipo de recomendaciones y consejos que no has pedido y que muchas veces, son contradictorios entre ellos. Con lo cual, te volverán loca. ¿Nuestro consejo? Que hagas oídos sordos, amiga, y que te guíes por lo que te diga tu instinto, tu corazón y los profesionales de la medicina. Y lo demás, viento fresco. Estas son algunas temáticas sobre las que todo el mundo te dirá que no sabes nada.
- Dale el pecho: es lo mejor para el bebé (sí, eso es cierto), pero se lo tendrás que dar tanto si te gusta como si no, si tienes mucha leche como si tienes poca… whatever. Además, te dirán cuál es la posición más cómoda y todo lo que podrás tomar para incrementar la cantidad de leche de tus ubres.
- El sueño: que si llora durante la noche déjale llorar; que no le dejes llorar, porque eso le altera aún más; que le hables pero no le cojas en brazos; que le cojas en brazos pero solo x tiempo… Bienvenidos al maravilloso mundo de los bebés que no duermen por la noche y todas las mágicas (ya quisieran) soluciones. No te vuelvas loca: cada niño es un mundo, lo que le funciona a uno no le funciona a otro. Es más, puede que se pase años sin dormir bien toda la noche.
- Si es niña, pendientes sí, pendientes no: las madres o las suegras te recordarán, de forma machacona, que le tienes que poner pendientes. Alguna amiga, a la que no has preguntado, te dirá que un bebé con pendientes es algo horrible. Vamos, que tú no has preguntado pero te dan todo tipo de información y consejos.
- Bautizo: con el clero hemos topado y nunca mejor dicho. Pasa como con los pendientes, bautizo sí, porque la familia y la tradición (aunque luego uno nunca vaya a misa). Bautizo no porque tú no comulgas con esas ideas… Si tienes las ideas muy claras y no comulgas, te tocará discutir. Y si no quieres discutir, te tienes que plegar a lo que te pide el entorno. Vamos, que la cosa se te escapa de las manos…
- La educación: que si pega, dale en la mano o en el culete; no, que mejor hables con él (algo harto difícil si tiene poco más de un año); que le mandes al rincón de pensar; que no, que el rincón de pensar no es un recurso educativo; que le dejes solo si tiene rabietas… En definitiva, te van a volver loca, porque cada uno cree tener la solución y todas son contradictorias. Y eso que no estamos hablando de la educación reglada: que si es mejor un cole público, que conviene más concertado, privado bilingüe, uno de métodos alternativos donde no haya exámenes como si viviésemos en los mundos de Yupi…
- La alimentación: que si yo cuando tú tenías su edad ya le daba de todo; que si el mío ya tomaba hortalizas; que no se te ocurra darle salmón… Prepárate porque darle de comer tampoco será nada fácil y pivotarás entre los que les dan de todo y aquellos que consideran un sacrilegio darles una galleta de merienda. Sobre todo si no es ecológica.