TRUCO CASERO
Para blanquear los zapatos, retirar el olor a ajo de las manos o limpiar la vitrocerámica. Los usos de la pasta de dientes se extienden más allá de su principal función, especialmente útil para devolver el brillo a ciertas superficies. ¡Muy atenta al truco!
Cuando pensamos en la pasta de dientes, lo primero que se nos viene a la mente es su función en nuestra higiene bucal. Sin embargo, se trata de un producto que tiene muchos más usos, de hecho, es crucial para mantener tu hogar como los chorros de oro.
Más allá del bicarbonato de sodio, el limón y el vinagre, tenemos que incluir el dentífrico en nuestra lista de productos de limpieza favoritos, ya que por su composición, podemos considerarlo un potente blanqueador y un abrillantador inigualable, además de ser práctico y barato. ¿Sabías que la vitrocerámica es una de las superficies que más se puede beneficiar de sus poderosos efectos?
Si tras probar millones de productos sigues sin lograr devolver el brillo a este electrodoméstico, no te preocupes, tenemos el truco definitivo para conseguir tu objetivo. Olvídate de productos costosos y químicos agresivos, la solución para una vitrocerámica reluciente está al alcance de tu mano.
Para obtener el mejor resultado posible, es importante comenzar eliminando la suciedad superficial y asegurarnos de que la superficie de la vitrocerámica está lo más limpia y lisa posible. Para hacerlo, humedece un trapo con agua y vierte un poco de desengrasante sobre el electrodoméstico. Deja que el producto actúe durante unos minutos para que desincruste los restos de comida. Si es necesario, puedes utilizar una rasqueta, pero ten cuidado de no rayar la base.
Una vez hayas retirado el desengrasante y secado la superficie, es el momento de utilizar la pasta de dientes. Aplícala por toda la superficie, extendiéndola mediante movimientos circulares. Te recomendamos que uses una bola de papel de aluminio para poder incidir en las zonas más sucias. Luego, con un paño húmedo, elimina los restos de pasta de dientes y sécala. Para más brillo, puedes pasar un papel de cocina con un poco de alcohol para limpieza. ¡No te olvides de volver a secarla!
Aunque no lo creas, la pasta de dientes tiene muchos usos más allá de la higiene dental y la limpieza de la vitrocerámica. Si tienes discos de CD rayados o llenos de huellas, puedes frotar un poco de pasta de dientes para ayudar a que el disco vuelva a ser legible en el reproductor.
Si tus joyas de plata han perdido su brillo, no necesitas ningún producto específico. Simplemente, impregna las joyas con pasta de dientes y deja actuar el dentífrico durante 24 horas. Así devolverás ese brillo característico. También puedes utilizar la pasta de dientes para limpiar a fondo la base de la plancha, una superficie que tiende a oscurecerse con el uso reiterado. No dudes en aplicarla en los zapatos de tejido impermeable, especialmente si son blancos, pues podrás recuperar esa tonalidad tan pura.
Por último, eliminar los olores fuertes que se impregnan en las manos al cocinar, como el olor a ajo o a pescado, será muy sencillo. Solo tienes que frotar un poco de pasta de dientes sobre las yemas y dejarla actuar durante un par de minutos. Luego, enjuaga el producto y lávatelas muy bien.