¡NO PASES CALOR!
Si lo que quieres es poder dormir durante las sofocantes noches de verano y no dispones de ningún aparato con el que poder combatirlas, no dejes de leer porque te traemos unos consejos de lo más útiles para poner fin a tu desesperación.
Si hay algún motivo por el que alguna persona de este planeta pudiese odiar el verano, este sería sin duda alguna las calurosas e insufribles noches que no te dejan dormir. Y es que, las altas temperaturas hacen que conciliar el sueño se convierta en una pesadilla y las noches en auténticas torturas.
Por ello, si ni el aire acondicionado ni el ventilador te salvan de poder descansar durante esta temporada estival, aquí te traemos los seis mejores trucos para que dejes de sufrir durante las noches de verano:
1. Dale la vuelta a la almohada. No le des más vueltas a la cabeza, dáselas a la almohada. Y es que, haciéndolo, encontraras el lado que está fresco y frío con el que conciliar de nuevo el sueño en un abrir y cerrar de ojos.
2. Aloe Vera. Si por algo se caracterizan muchas de las cremas o 'aftersuns' de aloe vera es por su carácter calmante y refrescante. Por ello, antes de irte a dormir embadúrnate el cuerpo y aprovecha su frescor.
3. Sábanas. Existen unas sabanas de enfriamiento que están fabricadas con materiales como el algodón, el cual te ayudará a mejorar la transpiración de la piel y te mantendrá fresco durante la noche. Si en cambio no dispones de este tipo de sábanas, siempre puedes, aunque te parezca una locura, meter las sábanas que vayas a utilizar esa noche en el congelador durante unos minutos antes de irte a dormir.
4. Refresca las zonas estratégicas de tu cuerpo. Refrescar determinados puntos de tu cuerpo hará que tu sensación de calor se vea reducida. La manera más simple es utilizando toallitas, pero si por el contrario quieres un efecto más duradero, puedes coger una bolsa de agua, rellenarla con agua fría y meterla en el congelador. Aplícatelas en puntos clave como las muñecas, el cuello, las ingles, codos y detrás de las rodillas.
5. Dúchate con agua tibia. Por mucho que en esos momentos lo que desees sea darte una ducha de agua fría, lo único que esto conseguirá será crear el efecto contrario. Y es que, pese que al principio te sentirás como nuevo, al cabo del rato acabarás teniendo mucho más calor que antes de ducharte.
6. Evita cenar demasiado. Es importante que vigiles lo que comes y que no te excedas en determinados alimentos.