Es muy versátil
Para la piel, para el pelo, para mejorar la calidad del sueño… los usos y las bondades del aceite de lavanda son infinitos.
Se habla mucho sobre el aceite de coco, el de argán o el de rosa mosqueta, pero hay otro aceite esencial muy desconocido y sin embargo mucho más versátil: el elaborado a base de lavanda.
El aceite de lavanda se descubrió hace 2.500 años y desde entonces se usa en todo tipo de prácticas terapéuticas debido a sus grandes beneficios para el sistema nervioso. Se sabe que este antiguo ingrediente tiene propiedades calmantes que ayudan a mejorar la calidad del sueño, pero también a sanar problemas como la ansiedad. Y eso no es todo. El aceite de lavanda puede tratar desde picaduras de insectos y heridas leves hasta insomnio, estrés, dolores de cabeza… y es excelente para la piel.
Lo más importante (y a veces también lo más difícil) es encontrar un aceite con la calidad adecuada, ya que actualmente hay cientos de opciones en el mercado. Antes de comprar debes leer bien la etiqueta y no dejarte seducir por el precio. Si la etiqueta no indica que el producto es aceite esencial, evita comprarlo porque no tendrá los mismos beneficios. Los aceites de lavanda más baratos (no esenciales) se suelen diluir con ingredientes sintéticos.
Una vez encontrado el aceite de lavanda adecuado, puedes empezar a incorporarlo en tu rutina de belleza de estas sencillas maneras:
Para el cabello
Muchas mujeres utilizan el aceite de lavanda para nutrir el cuero cabelludo. Puedes mezclarlo con tu champú o cualquier otro producto que utilices para el cabello.
Por otro lado, masajear el cuero cabelludo con unas gotas de aceite de lavanda también puede ayudarte a acabar con la caspa. Y si diluyes unas 20 gotas de aceite esencial en una jarra de agua obtendrás un buen enjuague capilar contra los piojos. Aplica también unas gotas de aceite puro en el peine con el que se eliminan las larvas y las liendres.
Para el cuerpo
Puedes usarlo como perfume y también como tratamiento anti estrés. Prueba a masajearlo suavemente en las sienes para relajarte, y también por otras zonas que soporten mucha tensión, como los hombros y el cuello. El aceite de lavanda se usa habitualmente en lociones relajantes debido a sus propiedades calmantes. Si tienes un ciclo menstrual doloroso, el aceite de lavanda te puede funcionar para aliviar los calambres y las molestias propias de la regla.
Para la cara
El aceite de lavanda se puede utilizar para calmar la picazón de la piel, ya sea por un brote alérgico, por un exceso de sol o por culpa del acné, ya que posee propiedades antibacterianas y antiinflamatorias. También puedes usarlo en los labios para una hidratación extra.
Para el hogar
El aceite de lavanda se usa en aromaterapia para calmar los nervios justo antes de acostarse. Prueba a comprar un difusor que desprenda la fragancia por la habitación, o hazte con una vela para aceites esenciales y enciéndela un ratito antes de irte a la cama. Tanto si tienes problemas de sueño como si no, el aroma de la lavanda hará que descanses en profundidad debido a su capacidad para reducir las tensiones del cerebro, ayudándolo a rejuvenecer mientras duermes.
También puedes utilizar el aceite de lavanda para perfumar y ahuyentar los insectos de armarios y cajones. Puedes colocar un saquito con flores de lavanda y añadirle unas gotitas de aceite para que la fragancia dure más tiempo.
Si lo tuyo es el ‘homemade’, prueba a hacer aceite de lavanda en casa, destilando las espigas de flores al vapor para producir este aceite esencial tan valioso. En Internet encontrarás todo tipo de tutoriales y recetas.