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Los frutos secos hacen un largo recorrido desde que se recogen hasta que los disfrutamos a modo de aperitivo. ¿Cuál es la diferencia de precio al principio y al final de la compra?
Los frutos secos se han consolidado como un imprescindible en nuestra dieta. Sus múltiples variedades conforman un alimento saludable que aporta minerales, grasas saludables y fibra. Además, este tipo de aperitivos son una fuente de energía importante, por lo que son ideales para comer tras el ejercicio. Como consecuencia del consumo creciente de estos frutos, en España cada vez se producen más estos alimentos.
Según el último informe de análisis alimentario de Mercasa, empresa ligada al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en España se consumieron 147,3 millones de litros de frutos secos en 2019. Esto equivale a 3,2 litros de frutos secos ingeridos por cada persona. En el plano económico, el gasto nacional anual fue de 1.113 millones de euros, lo que equivalió a 24,1 euros por cada individuo. Se estima que durante 2021 el consumo de estos aperitivos ascendió.
Una larga cadena de producción
A la hora de calcular la cantidad de dinero que se lleva el productor por cultivar frutos secos intervienen muchos factores. A lo largo de la cadena, desde la tierra al supermercado, los productos atraviesan diversas operaciones que encarecen su precio, como la limpieza, el calibrado, la clasificación y envasado, el transporte, los costes de embalaje y gestión de residuos… Además de otros costes indirectos como la mano de obra o el almacenaje.
Asimismo, los precios de los frutos secos también dependen de sus cotizaciones en las diferentes lonjas españolas y de las preferencias o gustos de los consumidores, que son cambiantes. Por otro lado, parte del producto no se vende en crudo, como se suelen adquirir los frutos secos, sino que se transforma para fabricar otros alimentos. Por ejemplo, una avellana más pequeña que el calibre estimado se puede emplear en la elaboración de una crema de cacao.
¿Cuánto recibe un agricultor por vender frutos secos?
En principio, la cantidad bruta de dinero que percibe un agricultor al vender sus frutos secos no es lo que al final obtiene, ya que de tal suma se restan otros gastos. En general, durante el año 2021, los alimentos han experimentado un encarecimiento general, llegando al 3,52% más en las frutas no cítricas y al 34,56% más que en 2020, según el Ministerio de Agricultura.
En el caso de los frutos secos, según el informe del Ministerio de agosto de 2021, los agricultores españoles recibieron, de media, 54,42 euros por cada 100 kilogramos de producto. Es decir, 0,54 euros por cada kilo de frutos secos.
Sin embargo, todos los alimentos de esta clase no tienen el mismo precio. La almendra con cáscara llegó a los 1,01 euros el kilo durante 2021 y la avellana hasta los 2,19 euros el kilo. El Ministerio de Agricultura no recoge datos de otros frutos secos como las nueces, pistachos o cacahuetes.
¿Cuánto cuestan los frutos secos en el súper?
Está claro que unos frutos secos son más baratos que otros. En general, suelen ser más asequibles los que se venden con cáscara o fritos, y los crudos, tostados o tostados con sal suelen costar más. Hemos comparado los precios de distintas variedades de estos aperitivos y lo que cuestan en distintos supermercados, destacando el precio más alto y bajo de cada una:
Almendras
Las almendras que se han comparado son las que tienen piel y están crudas, pero sin sal. El precio medio por kilogramo en los supermercados españoles es de 14,12 euros; vendiéndolas Alcampo a 10,93 euros e Hipercor a 18,47 euros.
Nueces
Las nueces son más baratas cuando se compran con cáscara, aunque no se aproveche todo el producto. En cuanto a sus precios por kilo, estos van desde los 5,52 euros en Carrefour hasta los 9,15 euros en Hipercor. Su coste medio es de 6,53 euros.
Avellanas
El precio medio de un kilogramo de avellanas tostadas y peladas en los supermercados es de 14,87 euros. La oferta más económica está en Alcampo a 13,42 euros y la más cara en Eroski, a 16,5 euros.
Pistachos
Los pistachos tostados son los frutos secos más caros, con un precio medio por kilo de 17,28 euros. El más barato se puede encontrar en Alcampo, a 11,4 euros, y el menos económico, a 25,5 euros, en Mercadona.
Cacahuetes
Por último, el precio medio de un kilogramo de cacahuetes en los supermercados es de 3,25 euros, siendo la variedad de frutos secos más barata. El menor precio de este alimento, 3,19 euros el kilo, corresponde a Alcampo; mientras que el más caro se encuentra en Hipercor, a 6,12 euros.
El más rentable para los agricultores
Después de lo expuesto, falta por conocer qué fruto seco es más conveniente para plantar y producir en España. Para llegar a una conclusión, el margen neto o beneficio puede aclarar dudas al respecto. Sin embargo, es una cuestión difícil de calcular, ya que cada cultivo tiene unas características y requiere de unos cuidados propios.
Actualmente, los fruticultores tratan de adaptarse a los gustos del consumidor y cultivar productos de proximidad. Sin embargo, la variabilidad del mercado y de los precios puede hacer que un producto valga más un año que otro. Por otra parte, no todos los cultivos de frutos secos generan los mismos gastos derivados, como pueden ser: mano de obra durante el año y la cosecha, cuidados de la tierra como ararla o el regadío. Por último, a los beneficios, en ocasiones, se les puede sumar subvenciones y otras ayudas.
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