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Testamento: Las cláusulas que debes incluir para evitar problemas entre los herederos

Realizar un testamento es una decisión que muchos pasan por alto, pero en cuanto se empiezan a tener pertenencias, dinero ahorrado o deudas es importante buscar asesoramiento para dejarlo todo bien atado antes de que sea demasiado tarde.

El testamento es un documento que redactamos en el notario en el que decidimos cómo repartimos nuestra herencia (dentro de los límites legales) y que además nos permite añadir algunas connotaciones y claúsulas.

Designar a los herederos es práctico porque les evita papeleos y facilita las decisiones posteriores. Es importante saber conceptos muy básicos ligados a las herencias, antes de ir al notario.

¿Cómo se reparte una herencia?

La masa hereditaria se dividirá en tres partes:

  • Legítima: Cantidad destinada forzosamente a los herederos legales.
  • Mejora: Cantidad que, a través del testamento, se puede repartir también entre los mismos herederos que recibirán la legítima o que se puede destinar a favorecer a uno (o varios) de ellos.
  • Libre disposición: Cantidad que, a través del testamento, se puede destinar a quien se quiera.
Una mujer frente a una lápida en un cementerio | Pexels

El testamento permite no solo elegir cómo se reparten el porcentaje de mejora y el de libre disposición sino también designar qué bienes se destinarán a cada heredero (dentro de los límites legales). De esta manera, haciendo un testamento, puede designarse quién de los herederos recibirá un piso o un fondo de inversión. Esto puede ayudar a evitar futuros enfrentamientos entre los herederos derivados de la elección de los bienes que desean heredar.

¿Qué pasa con la herencia cuando una persona muere?

Cuando una persona fallece se comprueba el testamento (si lo hay), se valoran el patrimonio y las deudas del causante y se designa cómo se van a repartir entre los herederos.

Una vez que se realiza esa designación los herederos tienen que liquidar el impuesto de sucesiones para, posteriormente, tomar posesión de la herencia. Este impuesto es un porcentaje ligado a la cantidad a heredar y varía sustancialmente dependiendo de la comunidad autónoma y la relación con el causante (¿sabías que una persona que hereda 150.000 € de su padre en Barcelona paga 14.500 € de impuesto mientras que en Madrid no llega a 1.000 €?).

Como el impuesto de sucesiones tiene que liquidarse antes de recibir los bienes puede darse la circunstancia de que alguien no tenga dinero para pagarlo. Hay personas que se ven abocadas a tener que solicitar un préstamo para poder pagar el impuesto y otras incluso llegan a renunciar a la herencia por no poder hacer frente a este desembolso.

Una mujer lee unos documentos ante notario. | Pexels

Cláusula imprescindible de un testamento

Todo sería más fácil si en el testamento se incluyese la claúsula de libre disposición de la herencia. A través de ella los herederos podrían designar a uno de ellos como administrador para realizar los pagos de los impuestos con el dinero del fallecido, evitando que tuviesen que pagar ellos los impuestos con su propio dinero antes de recibir la herencia.

¿Qué pasa si heredas deudas?

Además de las cláusulas que se deciden al redactar el testamento, los herederos también pueden declarar ante notario determinadas decisiones ligadas a la aceptación de la herencia. Y es que, cuando alguien fallece, existe la posibilidad de aceptar o rechazar una herencia.

Se suele rechazar la herencia cuando las deudas son mayores que el patrimonio que se va a heredar. Pero para casos en los que existan deudas cabe la posibilidad de declarar ante notatario que se acepta la herencia a beneficio de inventario. Esto significa que los herederos quedarán eximidos de responder con su patrimonio personal de las deudas derivadas de la herencia. De esta manera sólo se aceptarán las deudas que queden cubiertas con el patrimonio del fallecido y, si las deudas fuesen mayores que el patrimonio a heredar, los herederos no tendrían obligación de asumirlas.