AFECCIÓN CUTÁNEA
La reacción contra el astro puede ser visible por todo el cuerpo, aunque frecuentemente se presenta en aquellas zonas más expuestas, como la cara, los brazos, las piernas y el cuello. Los síntomas suelen ser los mismos en cada persona, pero pueden variar según la gravedad.
¿Eres del equipo frío invernal o prefieres el intenso calor del verano? Muchas personas se decantan por la primera opción, pero no precisamente por sentirse sofocadas, sino porque tienen alergia al sol. Sí, nuestro cuerpo puede reaccionar de mala forma al contacto con el astro, algo que, según los expertos, afectaría a aproximadamente el 10% de la población.
La alergia al sol es conocida clínicamente como erupción polimorfa lumínica (EPL), una reacción alérgica cutánea derivada de la exposición solar. Es decir, la dermis sufre una reacción anormal cuando los rayos UV penetran en la superficie. Puede ser visible a lo largo del cuerpo, pero suele notarse en la cara, los brazos y las piernas, por ejemplo.
Entre las causas de su origen, se hallan las personas con hipersensibilidad a los rayos, reacciones inmunológicas e incluso cierta predisposición genética. Aun así, deberías acudir a un experto para determinar cuál es exactamente tu situación, pues es algo que puede aparecer en hombres y mujeres a cualquier edad.
Enrojecimiento y picazón
Uno de los síntomas más característicos de la alergia al sol y, probablemente, el principal, es el enrojecimiento intenso de la dermis. La tonalidad cruda toma un color mucho más rojizo que también escuece y causa una intensa sensación de picazón. Esta puede ser persistente si no se aplican las soluciones necesarias.
Ampollas y protuberancias
La aparición de ampollas y la presencia de otras protuberancias suele ser uno de los síntomas más comunes, aunque no aparece en todas las personas y el tamaño y la apariencia pueden ser diferentes. Estas lesiones suelen contener líquido en su interior, por lo que es importante no rascarse para evitar favorecer la infección. Se suma la presencia de manchas con relieve, es decir, ronchas.
Hinchazón y sensibilidad
Al aparecer la reacción, la zona dérmica afectada puede hincharse, pasando a ser altamente sensible, tanto que un simple roce con una prenda de ropa puede ser muy doloroso. Además, se puede sentir la zona muy caliente, como si se tratase de una quemadura solar.
Piel descamada
Por último, tras experimentar todos o algunos de estos síntomas, las zonas afectadas se pueden descamar tras la reacción. En este sentido, el mismo cuerpo humano elimina las capas superiores de la piel a modo de exfoliación, pero no es algo bueno, significa que perdemos la capa externa porque está dañada, así que debemos protegerla correctamente. ¡Ni se te ocurra arrancarla, puedes empeorar la irritación!
La aparición de estos síntomas de forma repetida probablemente nos está indicando que tenemos alergia al astro, por lo que debes acudir a un especialista para obtener un diagnóstico y saber cómo tratarla. Puedes aplicar algunas medidas para reducir el riesgo de sufrirla y minimizar los síntomas.
Además de EPL, existen otras reacciones cutáneas al sol. Por ejemplo, la urticaria solar, mucho menos común y con reacciones inmediatas, parecidas a las que genera una picada de mosquito. También existe el prurigo actínico, con pápulas que causan un picor extremo, y la fotodermatosis por ingesta de medicamentos o productos fármacos, como antibióticos.