MATERNIDAD TARDÍA
Cada vez son más las mujeres deciden ser madres a partir de los 45 años, una decisión que entraña ciertos riesgos tanto para la madre como para el bebé.
En España ya hay más madres de 40 años que de 25, según datos del Instituto Nacional de Estadística, una cifra impensable hace apenas unas décadas y que tiende a incrementarse. De hecho, España es el segundo país de la Unión Europea con mayor número de mujeres que tienen su primer hijo a partir de los 40 años, solo por detrás de Italia. "Es relativamente frecuente tener madres que superan la cuarentena en la consulta", señala la ginecóloga Miriam Al Adib Mendiri, autora de los libros 'Hablemos de vaginas' (Oberon, 2019) y 'Hablemos de nosotras' (Oberon, 2021). La doctora señala, sin embargo, que de momento no es frecuente encontrar madres de más de 45 años –"Al menos en el entorno rural, donde yo trabajo"–, pero que ya empiezan a darse algunos casos.
Sin embargo, la maternidad pasados los 45 es cada vez más habitual. Según el Estudio Clearblue, una encuesta realizada a 1.500 mujeres de entre 20 y 50 años, una de cada tres piensa en ser madre más allá de esta edad, mientras que la mitad de las encuestadas considera que los 45 no es una barrera para quedarse embarazada.
De hecho, en ámbitos como el star-system no es raro que las mujeres den a luz pasados los 45, sea o no el primer hijo. Chloe Sevigny a los 45, Halle Berry a los 46, Rachel Weisz a los 48, Cameron Díaz a los 47 o Naomi Campbell a los 51 son algunas de las madres de más de 45 que han tenido embarazos con éxito. O Geena Davis, que fue madre primeriza a los 46 y dio a luz a mellizos a los 48, entre otros muchos ejemplos de que, en muchos casos, la ciencia hace posible aquello que la biología dificulta.
En España también tenemos algunas madres ilustres que decidieron dar a luz pasados los 45, desde Ana Rosa Quintana, a los 48, a Ángela Molina, a los 47, cuando su hija Olivia tenía 23 años; Anne Igartiburu, también a los 47; o Gloria Serra, a los 49. Todas ellas afirman estar encantadas con la decisión, como explicaba la propia Halle Berry en una entrevista. "Soy mejor madre de lo que habría sido a los 25. Entonces yo era una cría tratando de descubrir quién era, no era el momento de ayudar a otra pequeña alma a crecer. Estoy contenta de haber esperado".
Los motivos para decidir tener hijos (ya sea el primero o no) pasados los 45 años son variados. "En la sociedad actual es complicado tener una carrera profesional y ser madre, y de alguna manera se nos obliga a elegir", señala Al Adib Mendiri. Además, el hecho de que la ciencia haga posible ser madres hasta edades tardías hace que muchas mujeres se planteen el reto de la maternidad pasados los 40 y, cada vez en más casos, más allá de los 45, un momento de la vida en que ya tienen una carrera profesional consolidada, una estabilidad económica y emocional y, en muchas ocasiones, han descartado encontrar pareja para formar una familia y deciden ser madres en solitario.
Esta decisión, sin embargo, entraña ciertos riesgos que es importante tener en cuenta antes de aplazar la decisión de ser madres. "Generalmente no es posible conseguir un embarazo con óvulos propios, de manera que se tiene que recurrir a óvulos de una donante joven para garantizar una buena calidad del embrión o bien a óvulos propios congelados que se extrajeron a una edad más joven", explica Al Adib Mendiri. En este caso, a los riesgos propios de la edad de la gestante hay que añadir los riesgos que entraña la reproducción asistida, "Que siempre serán mayores que los de un embarazo espontáneo en una edad joven". La ginecóloga añade que “Excepcionalmente hay mujeres de 45 años o más que tienen embarazos espontáneos que van bien, pero no hay que olvidar que estadísticamente las posibilidades son bajísimas”, explica Al Adib Mendiri.
En cualquier caso, una edad avanzada en la gestación conlleva riesgos tanto para la madre como para el bebé, que van "Desde alteraciones cromosómicas, diabetes gestacional, mayor riesgo de abortos espontáneos, preeclampsia o retraso en el crecimiento del bebé”, señala la ginecóloga. Pese a que, en líneas generales, un embarazo más allá de los 45 años se considera de riesgo y, por tanto, está mucho más vigilado, "Se pueden evitar alteraciones cromosómicas haciendo un diagnóstico plantacional, se pueden vigilar más los hallazgos ecográficos, la tensión, el azúcar, y otras muchas posibles anomalías que puedan surgir tanto en la madre como en el bebé, siempre individualizando según cada caso”, concluye la ginecóloga.
Pese a que la ley no establece límites a la hora de someterse a un tratamiento de reproducción asistida, la Sociedad Española de Fertilidad no recomienda hacerlo más allá de los 50 años, un limite ético que respetan la gran mayoría de clínicas de fertilidad en España.