SIN TAPUJOS

Temas que da vergüenza hablar en terapia

¿Te da vergüenza ir al psicólogo?, ¿te da vergüenza lo que piense de ti tu psicólogo? En este artículo comparto las preguntas más frecuentes que suelen dar vergüenza a los pacientes.

Ir al psicólogo muchas veces nos genera más miedo que acudir a cualquier otra cita médica. Si no estamos familiarizados con el tema, el simple hecho de plantearnos ir al psicólogo nos puede producir emociones como inseguridad, vergüenza y temor a lo que piensen los demás (tanto nuestros seres queridos como el propio psicólogo).

Temas que dan vergüenza

Algunos pacientes evitan hablar de ciertas cosas o llegan a la primera sesión sin querer hablar mucho por este tipo de miedos. Algunas de las preguntas y comentarios que me encuentro en consulta que más vergüenza suele dar a los pacientes tratan sobre:

  • Cuestiones sexuales

    Las preguntas relacionadas con el sexo en general suelen generar cierta inseguridad. Por ejemplo: "¿durar X tiempo en la cama es normal?" o "me gusta algo que no está socialmente aceptado, estoy loco o loca?". Otras veces no se trata de preguntas sino de admitir ciertos pensamientos como: "me gusta gustarle a los demás y me importa mucho que piensen que soy una persona atractiva", "no quiero que pienses que soy una/un guarra/o".

  • Nuestros propios pensamientos

    Nuestro mundo interno puede ser muy completo y a la vez complejo. A veces pensar sobre lo que pensamos nos hace cuestionarnos nuestra propia cordura. Por esta razón los psicólogos nos encontramos en ocasiones con comentarios como: "por pensar esto…¿crees que estoy loco/a?". También es frecuente encontrarnos con personas que para compensar y combatir esa inseguridad sobre lo que podamos pensar en ese momento dicen cosas como "pero esto lo piensa todo el mundo" o "sé que esto no es importante porque le pasa a todo el mundo seguro". Estos comentarios no dejan de ser una forma de evitación.

  • Acciones que no se aceptan socialmente

    Algunas personas interpretan que hay ciertas cosas que a nivel social se rechazan, como por ejemplo disfrutar de pasar tiempo a solas. Por esta razón otra pregunta que nos podemos encontrar que suele dar vergüenza es "me gusta pasar tiempo en soledad, ¿significa esto que tengo un problema o que soy una persona rara?". También a algunas personas les puede dar vergüenza admitir ciertos hábitos por miedo a que les podamos diagnosticar de un trastorno por ello o a que pensemos mal de ellos.

  • Las propias capacidades intelectuales

    No tenemos por qué tener todas las respuestas a las preguntas que nos hace nuestro psicólogo, de hecho, la mayor parte de las veces el psicólogo hace preguntas para que reflexionemos en ese momento o más adelante. Sin embargo, muchas personas pueden sentir vergüenza si no saben contestar a algo con la complejidad que les gustaría y entonces entran en juego preguntas del tipo "no saber contestar a esto es de personas que no son inteligentes, ¿no?".

Por qué no hay que tener verguenza en terapia

Si te pasa todo o parte de lo anterior, es muy importante que tengas en cuenta que:

El psicólogo es un profesional, no un acusador ni justiciero. Ttu psicólogo no está para decirte lo que es ético o no, no está para culparte de nada y tampoco está para juzgarte. Ten en cuenta que los psicólogos son profesionales expertos en la materia cuyo objetivo es diseñar y efectuar una terapia que te haga sentir bien, en base a tus valores y tus objetivos. La opinión personal es algo que se deja fuera de la consulta.

No tengas miedo a los diagnósticos, no todos los psicólogos le dan importancia a un diagnóstico para realizar la terapia, pero incluso si así fuera, debemos quitarnos ese estigma y miedo sobre los trastornos mentales. Cosas que aparentemente nos parecen normales como la ansiedad y la depresión también son trastornos. Por eso, es importante que miremos con la misma compasión todas las problemáticas emocionales y psicológicas que puedan definirnos en un momento determinado de nuestra vida. Por mucho que lo evitemos, poco vamos a escapar de ese diagnóstico.

No te avergüences de ti: sea lo que sea lo que te genera vergüenza de tu conducta, pensamiento o emoción, es parte de ti por lo menos ahora mismo y si quieres modificarlo, lo primero será aceptarlo.